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El muerto viviente

"Agh... Maldita sea, ese estúpido sí que me hizo un buen daño en la pierna..."

Comentó el peli rubio mientras se levantaba del suelo apoyándose de su cama para no caerse. Ya una vez levantado, vio momentáneamente el cuerpo sin vida de aquel psicópata. Durante unos segundos, pensó en toda la vida que tuvo que tener aquel hombre antes de llegar con él, ese hombre seguramente fue alguna vez un pequeño niño, con sus padres, sus amigos, su vida, etc... Y pensar que toda su vida se arruinó por simplemente haberse tropezado con William era algo tan triste como aterrador. Sintiendo algo de compasión por él, Clay decidió acercarse a su cuerpo y sacarle la máscara de conejo que traía, para acto seguido, cerrarle los ojos cuidadosamente

"Descansa en paz, hombre, no fue culpa tuya acabar así, fue culpa de ese maldito Afton"

Comentó el chico en voz alta para justo después, caminar cojeando hasta la puerta, en búsqueda de su padre

"Ese hombre dijo que papá se encontraba en el ático... Y dijo que no había acabado con él, está vivo, y está justo arriba de mí ahora mismo, debo de llegar con mi padre ahora mismo"

Dijo el muchacho en voz alta mientras comenzaba a movilizarse por todo su hogar para llegar al ático, hasta que finalmente llegó. Débilmente subió las escaleras, y lo primero que vio cuando asomó la cabeza por el lugar, fue la figura de su padre tirado en el suelo, inconsciente, más no muerto. En primera instancia, y debido a su instinto infantil, el chico olvidó de manera momentánea el dolor de su pierna y fue corriendo sin pensárselo hacia su padre, con la única intención de revisar que todo en él estuviera bien

"¿Tiene pulso? Sí, ¿respira? Sí, ¿está sangrando? No, pero la causa de su desmayo puede ser un golpe en la cabeza perfectamente, solo eso ya es razón suficiente como para que llame a una ambulancia, por si acaso"

Comentó el chico para después alejarse e ir rápidamente de vuelta a dónde había dejado su mochila, ya que en esta misma estaba guardada su móvil

"Mi móvil... Mi móvil... Mi móvil... ¿Dónde está mi móvil? Ah, aquí estás"

Dijo Clay luego de encontrar definitivamente su móvil tras una no muy exhausta búsqueda en su equipaje, y ni lento ni perezoso, el chico rápidamente llamó al 911 en busca de ayuda

"¿Hola, servicio de emergencias? Necesito ayuda, un hombre se metió a mi casa y atacó a mi padre..."

Dijo el niño tras llamar al servicio de emergencias con su celular. Y tras una corta charla con ellos en donde les explicó toda la situación muy superficialmente, los servicios de emergencia acabaron llevando una ambulancia y una patrulla de policía al lugar

"Vale... Tranquilo, Clay, todo está bajo control, has salido de situaciones mucho peores que esta, no te sientas nervioso por algo así, ese hombre ya ha muerto y los policías y ambulancias ya van en camino para ayudarte... Solo, siéntate y relájate..."

Se dijo a sí mismo mientras iba lentamente hacia el sofá de la sala y se sentaba cómodamente, aliviando sus músculos después de un momento tan corto cómo intenso para él

"Solo espero que la sangre de mi pierna no se complique, no me gustaría desangrarme en este momento preciso, sería bastante inconveniente, jeje..."

El chico, con la voz baja, dirigió su mirada al techo del salón, mirando hacia arriba con la mirada completamente pérdida

"Ahora que lo pienso, será mejor que vaya a ver cómo está mi papá, si voy a esperar a la policía y a los médicos, que al menos sea con su compañía"

Y entonces, caminando de manera torpe y lenta, el chico fue poco a poco llegando al ático de la casa. Y en el camino, se topó con algo ciertamente... Curioso

"Un momento... ¿Dónde está el cuerpo del psicópata?"

Preguntó mientras veía el lugar en donde anteriormente yacía el cuerpo sin vida del hombre, el cual, en estos momentos se encontraba extrañamente vacío. Como era evidente, un fuerte sentimiento de miedo y malestar se hizo presente en el muchacho, algo iba a salir mal, y eso era más que obvio

"Tengo que ir con mi padre... ¡Tengo que ir con mi padre cuanto antes!"

Exclamó el chico para justo después, ir corriendo a toda velocidad hacia el ático, subiendo las escaleras y encerrándose ahí mismo con el cuerpo aún inconsciente del adulto

"Esa cosa sigue aquí... Esa cosa sigue aquí..."

Decía repetidas veces sintiendo como la presión y desesperación del momento lo consumían. Afortunadamente, había sido precavido y decidió llevarse el arma de la habitación de su padre consigo, solo por si tenía que usarla nuevamente

"Pero no lo entiendo, yo... Le di en la cabeza... Atravesé su cráneo de lado a lado con el disparo, ¿cómo puede seguir vivo?"

Se preguntaba a sí mismo mientras trataba igualmente de encontrar una respuesta coherente a semejante suceso. Y tras estar unos cuantos minutos en el lugar, el peli rubio finalmente pudo escuchar las sirenas de policía aproximándose a su hogar

"¡Al fin! ¡Estamos a salvo!"

Gritó en un tono de pura felicidad y esperanza al ver a los oficiales entrando por su puerta. Tal era su emoción, que no dudó ni un segundo antes de bajar rápidamente las escaleras para ir con ellos y así sentirse más protegido

"¡Oficiales! ¡Oficiales!"

Llamó él mientras corría hacia ellos con gran velocidad y entusiasmo. Los hombres, nada más ver al niño, fueron velozmente con él para atenderlo y comprobar que todo estuviese bien, y efectivamente, aparte de la herida en la pierna, todo en su cuerpo se encontraba en buen estado

"¿Dónde se encuentra su padre, muchacho?"

Preguntó uno de los oficiales mirando seriamente al Emily

"Está en el ático, ha estado inconsciente por bastante rato, creo que necesita ayuda"

Respondió el niño señalando la parte de arriba de su hogar, y en eso, el señor tomó la decisión de dejar al chico con su compañero e ir rápidamente a revisar que todo estuviese bien con el señor

"No te preocupes, niño, todo saldrá bien..."

Dijo el segundo adulto en un tono relajado y despreocupado. Irónicamente, justo después de acabar su frase, se escucharon varios disparos no muy lejos de donde ellos estaban, para seguido a eso, oírse el fuerte grito de dolor de aquel oficial por toda la casa

"¿Brat? ¿Qué ha pasado, Brat?"

Preguntó el hombre en espera de alguna respuesta por parte de su compañero. Lo más cercano que recibió a una respuesta fue el fuerte impacto que tuvo el cuerpo de Brat contra la pared de la casa

"¡¿Qué demonios?! ¡Brat!"

Exclamó el oficial preocupado por su amigo, yendo con él sin pensárselo dos veces. Sin embargo, poco pudo hacer, Brat estaba muerto, su cuerpo entero estaba destrozado por las apuñaladas que ese sujeto le había hecho, mismo sujeto, que apareció repentinamente en frente de aquel otro oficial para acabar también con su vida. El policía reaccionó rápido, esquivó el cuchillazo inicial y tomó distancia de él, con su pistola eléctrica, le dio un buen choque eléctrico al asesino con traje de conejo, este último se mostró aturdido momentáneamente, pero, tras unos segundos, se reincorporó y atacó a aquel policía, encajando su cuchillo en su cabeza y matándolo al instante

"Oh... Mierda..."

Maldijo Clay en voz alta mientras se alejaba lentamente de aquel sujeto, sin tan siquiera quitarle la vista de encima. Y en un rápido movimiento, el niño sacó su arma escondida en el bolsillo y le pegó otro tiro en la cabeza al hombre. Y esta vez, el sirviente de Afton ni siquiera se inmutó en lo más mínimo, aquel disparo no le había hecho nada

"Vas a pagar por lo que has hecho..."

Dijo él con voz aterradora, acercándose cada vez más y más a aquel chiquillo armado