Después de las clases

50 4 0
                                    

Todo iba normal en aquella hora de clases. Era lo de siempre: Gregory sentado en su sitio, con la cabeza apoyada por su brazo para evitar que esta se cayera a causa del cansancio, dirigiendo una mirada aburrida al lugar en donde se encontraba el maestro, explicando algo sobre mates. Aunque por más que explicaba, la mente del castaño no estaba como para escuchar esas cosas, estaba tan aburrido... Que su más grande era que por favor algo pasara y lo sacaran de aquella situación...

*Ring Ring*

Como si de alguna clase de bendición divina se tratase, el teléfono del niño comenzó a sonar en medio de toda la clase, alertando a todos, y haciendo que el chico fuese el centro de atención por un considerable tiempo

"Jejejeje... Lo siento... Se me ha olvidado ponerle el modo silencio..."

Dijo él avergonzado y con la cara completamente roja. Agarrando rápidamente su móvil para así ponerlo en modo "no molestar" Y así que no volviera a pasar algo parecido, sin embargo, el hecho de que la persona tras la llamada fuese el propio Clay lo dejó algo inquieto, pues algo malo le debía de haber pasado si es que lo llamaba. Y dicho miedo solo incrementó más cuando, aún habiéndolo colgado, el peli rubio continuó llamándolo repetidas veces, esperando alguna respuesta de su parte como si necesitase hablarle cuanto antes. Claramente las llamadas no se podían escuchar, pero el chiquillo cada cierto tiempo dirigía su mirada hacia su celular encendido, viendo de reojo cómo era que su amigo lo llamaba exhaustivamente. Y al final, tras un buen rato de pura incertidumbre y miedo, el niño decidió agarrar su móvil para responder de una vez

"Disculpe, profesor, ¿puedo salir un momento de clase, por favor? Necesito atender una llamada importante"

Pidió cordialmente el niño, y para su suerte, la respuesta de su profesor fue un más que positivo "sí" Dándole vía libre para salir de ahí y responder a la llamada de Clay con tranquilidad

"¿Se puede saber por qué llamas tanto? Estoy en medio de clase, ¿No podías llamarme en otro momento?"

Preguntó el infante molesto por la insistencia que tuvo su amigo al momento de llamarlo. Pero aún con su tono enojado, el peli rubio no titubeó ni un segundo al momento de explicarle todo

"Escucha, Greg, acaba de venir un maldito asesino serial poseído por Afton a mi casa, me he visto obligado a cometer un asesinato para poder salvarme, y mi padre ha tenido un colapso emocional al saber que estábamos condenados a enfrentarnos a tu maldito bisabuelo robótico. Ahora mismo estoy rodeado por doctores que van a curar mis heridas lo antes posible, porque sí, ese asesino me ha hecho un corte en la pierna y por si fuera poco, me he llevado un par de quemaduras en mi cuerpo. No sé si todo esto sea razón suficiente como para llamarte, siento mucho haberte molestado en tus clasecitas, en las que, por cierto, ni siquiera pones atención"

Respondió el chiquillo molesto por la reacción agresiva que había tenido su amigo al momento de responderle la llamada

"Oh... Vaya... Eh... Lo siento, no lo sabía, no era mi intención ser grosero ni nada de eso, perdóname, de verdad... Y bueno, por lo que puedo intuir, No estarás presente en la reunión que tendremos con Evan esta tarde, ¿verdad?"

Dijo el castaño sintiéndose culpable por el cómo le había hablado a su amigo hace tan solo unos segundos

"Pues intuyes bien... No, no voy a poder ir, es probable que los del hospital me pidan que me quede aquí por lo menos un día, ya que, aparte del corte en la pierna y las quemaduras, también he inhalado un poco de humo tóxico, así que también deberán limpiarme mis pulmones. En fin, dile a Evan que no podré ir con él y explícale el por qué, ¿Vale? Mañana, cuando me dejen salir de aquí, volveré con vosotros y hablaremos bien las cosas. Nos vemos mañana, los paramédicos me dicen que me tengo que retirar ya, hasta luego"

Fue lo último que dijo el infante antes de colgar la llamada y dejar a su amigo

"Buf... Vaya faena..."

Susurró Gregory después de haber procesado todo lo qué le ocurrió a su amigo a causa de la influencia de Afton. Y tras unos segundos de pensar en qué iba a hacer para solucionar todo eso, terminó recordando que debía de volver a su salón de clases antes de que el profesor le comentara algo sobre que estaba tardando mucho en volver. Así que, sin más razones para continuar ahí, entró a su clase y se sentó nuevamente en su lugar...

(Horas después, en el hospital...)

"Bueno... Un día en el hospital no es tan horrible realmente... Después de todo, he estado muy ajetreado últimamente, y no me viene para nada mal un buen descanso después de tantas cosas..."

Dijo el chico acostado en la cama blanca de aquel hospital, con varias vendas por todo su cuerpo, tapando sus quemaduras y por supuesta, el corte que tenía en la pierna. Ya más calmado después de que tantas cosas le pasasen en tan poco tiempo, el muchacho dejó caer su cabeza a la almohada de la cama, dirigiendo una mirada perdida al techo justo antes de cerrar sus párpados para descansar... Y al abrirlos nuevamente, se percató de la figura humana que se encontraba justo a su lado

"Tienes que estar de broma..."

Comentó en un tono de cansancio viendo al espíritu de aquel niño en su habitación de hospital, mirándolo fijamente e indicando que no iba a estar ahí solo para hacerle compañía

"¿Qué necesitas ahora?"

Preguntó sabiendo de antemano que él no iba a estar ahí sin ninguna razón, quería algo, y ese "algo" Solo se lo podía dar él

"Levántate"

Ordenó el espíritu queriendo que el Emily se levantara lo antes posible, ignorando por completo las múltiples quemaduras vendadas y la herida que tenía en su pierna a causa del corte

"Ya, ¿Y cómo lo hago, don genio? ¿No ves que estoy todo vendado y débil? Déjame descansar un rato..."

Respondió él ignorando por completo la presencia del ente fantasmal y dejando que su cabeza cayera encima de aquellas cómodas almohadas nuevamente. Pero lo que él no se imaginó, era que no iba a ser tan fácil deshacerse de aquel Afton...

"Toma esto y levántate"

Dijo mientras le arrojaba un papel arrugado con un dibujo en su superficie. Dicho papel se disipó al entrar en contacto con el infante, rodeándolo de una aura amarilla que le daba cierta sensación de calidez y comodidad

"¿Qué... Qué es esto?"

Preguntó Clay anonadado por lo que aquel muchacho le había hecho. Y cuando se dio cuenta, todas las heridas de su cuerpo habían desaparecido por completo mágicamente

"Eso que te he dado era mi remanente en forma de dibujo. Básicamente te he dado un trozo de mi alma para así curarte. Y ahora que ya estás en condiciones, levántate, necesito tu ayuda"

Respondió el castaño siendo lo más directo y conciso posible, para después, darse media vuelta esperando que el peli rubio fuera tras de él

"Eh... Pero espera... ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Y como demonios quieres que me escape? No creo que los doctores me dejen salir así como así"

Le comentó Clay haciendo que momentáneamente se detuviera e hiciera un pesado suspiro de cansancio, pues no tenía muchas ganas de explicarle esas cosas al chiquillo

"Gregory me ha llevado hasta aquí, por mi cuenta me es imposible salir de mi local, pues mi propia alma está anclada a este. Pero, si utilizo a un humano como recipiente, como un vehículo para poder movilizarme, puedo salir. Ahora mismo estoy conectado a Gregory, por eso es que he podido salir de mi local para curar tus heridas, ah, y por si te lo preguntas, sí, tu amigo está justo detrás de la puerta. Y respondiendo tu segunda pregunta... Tú no te preocupes, solo mira tu ropa"

Terminó por contestar el espíritu haciendo que el infante se diese cuenta del disco ilusorio que llevaba en su ropa de hospital, el cuál, iba a ser el responsable de poder llevarlo a la salida de la construcción sin que nadie lo pudiera ver. Y ya sin más excusas que poner, el niño se levantó de su cama, agotado tanto física como mentalmente, sabiendo que lo que tocaba ahora, era volver al trabajo...

Post SBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora