Problemas intrafamiliares

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"Clay... ¿Qué fue lo que pa...?"

Y antes de que el chico pudiera terminar su frase, su compañero terminó tapándole la boca rápidamente con la mano

"Te dije... Que no preguntaras..."

Repitió él con un tono de voz enojado agarrando con fuerza la mandíbula de su amigo para evitar que pudiera hablar. Y poco a poco, el muchacho fue poniendo más presión en su mano, hasta que finalmente, acabó clavando sus uñas en los mofletes del castaño, quien, en una reacción rápida y casi instintiva, le dio un fuerte golpe en la cara a su amigo para alejarlo

"¿Qué te crees que haces?"

Preguntó Gregory notando como aún le dolía la cara debido a las uñas de su amigo

"¿Qué te crees que haces tú, idiota?"

Respondió Clay enojado yendo con su amigo para devolverle el golpe. Dándole un fuerte puñetazo en el rostro

"¿Pero qué te pasa? Yo solo te pregunté qué te había pasado, ¿se puede saber a qué se debe tu reacción?"

Dijo el castaño aún más enojado que antes tratando de alejarse de su amigo para evitar cualquier caso de conflicto físico

"¡Agh! ¡Cállate!"

Le ordenó él para acto seguido, lanzarse en contra suya y tratar de darle otro golpe en el rostro, afortunadamente, Gregory reaccionó rápido y consiguió esquivar dicho puñetazo, optando por mejor no contraatacar pese a que tenía la oportunidad de hacerlo. Ya que, a pesar de la violenta actitud que estaba teniendo su amigo, lo que menos quería en ese momento era pelearse por dos razones principales:

La primera, porque era su amigo y le sabía mal tener que golpearlo, más que nada por los eventos que vivieron juntos en ese lapso de solo un par de días juntos

Y la segunda, porque si se peleaba en medio de todo el salón de clase, posiblemente acabaría provocando que ambos fueran expulsados por una o dos semanas del colegio, cosa que en ese momento no le convenía ni a él, ni a su amigo

"Oye, ¿qué está pasando aquí?"

Preguntó el profesor del aula yendo rápidamente con aquellos dos chiquillos para tranquilizar la situación

"Clay, cálmate"

Pidió el castaño dando un par de pasos hacia atrás y tratando de relajar a su compañero con gestos corporales. A lo cual, Clay, aunque parecía cegado por la ira, comenzó poco a poco a calmarse, no solo por la presencia de aquel profesor sino también porque de dio cuenta de lo que estaba haciendo, estaba intentando pelearse con su amigo y eso claramente no era bueno

"Lo siento, profesor, me he descontrolado un poco"

Dijo el muchacho mirando directamente a los ojos del adulto. Quien, para la suerte del peli rubio, se mostró comprensivo con él y decidió dejar pasar aquella pelea, bajo la promesa de que nunca más volvería a pasar algo como eso. Ya sin tener nada más que hacer en aquella situación, el adulto se fue nuevamente a su escritorio para sentarse en su silla, esperando a que todos los estudiantes se encontraran ya en el aula para poder comenzar su clase de manera adecuada. Todo esto fue ante la vista del Emily, el cual, estuvo algunos segundos con la mirada perdida en la pared, pensando en todo lo que le pasó anoche, y el cómo fue que obtuvo aquella marca de mano en su cara. Y hubiese seguido en ese estado de no ser porque Gregory acabó llegando detrás suyo y le tomó del hombro delicadamente, sacándolo de su trance

"Clay... Perdón por lo de antes, si quieres... Si quieres puedes quedarte callado y no decirlo, no tienes por qué hablar de algo de lo que no quieras hablar realmente"

Dijo el chico en un tono calmado aceptando la decisión de su amigo si este decidía no hablarle de nada. Clay, al borde de las lágrimas, no hizo otra cosa que abrazar fuertemente a su amigo, aguantando las ganas de llorar por muy poco

"Agh... El que tiene que pedir perdón aquí soy yo... Me he descontrolado demasiado y casi te hago daño, lo siento... Y bueno... No tengo ningún problema con contarte todo lo que me pasó... Aunque... No sé ni siquiera por donde empezar, pero haré mi mayor esfuerzo..."

(Narra Clay)

Todo comenzó cuando volví a casa por la noche. A esas horas, estaba más que convencido de que mi padre ya debía de estar durmiendo en su cama. Pero no, para mi sorpresa, ese hombre se encontraba en su sillón favorito de la sala de estar, el que más usaba a la hora de ver la tele o agarrar su celular. Al verme, era obvia la reacción que iba a tener, no hay que ser un genio para darse cuenta de que si tu padre te descubre llegando a casa tarde por la noche, estará muy cabreado contigo por haber arriesgado tu integridad. Y ese era el obvio caso del mío... Bueno, supongo que... Lo de ahora me lo puedo más o menos saltar porque... No me gustaría tener que explicar esto ahora... Pero digamos que se cabreó tanto, que no solo me dio un sermón de como media hora, sino, también, decidió darme algunas lecciones físicas por mi rebeldía... Fue así como obtuve esta marca de aquí, él me golpeó con la mano abierta fuertemente, tanto, que aún se me ha quedado la marca. Aunque... Tampoco lo culpo, es mi padre y... A pesar de que en un inicio estaba cabreado con él por su reacción, ahora siento que puedo empatizar más con su punto de vista, de todas formas, gran parte de la culpa fue mía por haber salido sin razón de casa, así que, supongo que su enojo estaba justificado. Sin embargo, lo que sí me molesta, es que no solo me golpeó por haber salido de casa por la noche, también, lo hizo porque, SUPUESTAMENTE, había desobedecido sus ordenes de no investigar nada sobre Fazbear Ent. Ah, y por si te preguntas cómo fue que supo eso, digamos que la presión me pudo y acabé confesándolo todo... Jiji. Afortunadamente, no me creyó, pero ahora me tiene prohibido quedar contigo, más que nada porque según él, tú eres una mala influencia y...

Suena el teléfono

Oh, me llaman...

(Fin de la narración de Clay)

"Oh, ajá, sí, ahora voy"

Contestó el peli rubio luego de estar un par de segundos con el móvil

"¿Qué fue lo que te dijo?"

Preguntó Gregory curioso de lo que aquella persona tras del móvil pudo decirle a su amigo

"Soy hombre muerto, y mi padre será mi asesino"

Respondió el Emily directamente para justo después, ni lento ni perezoso, darse media vuelta y correr tan rápido como pudo de ahí, con el objetivo de llegar lo antes posible a su hogar

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