𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡:ღ Park Jimin es un bailarín que
llega al reino el cual Jeon Jungkook va a gobernar: ambos, sin poder evitarlo, comienzan a ser más cercanos y, por ello, el bailarín comienza a descubrir un secreto oculto de la familia real
«Nuestra sa...
Las espadas de madera chocaron por enésima vez mientras el sudor caía por sus frentes, provocando que sus flequillos se pegaran en su piel.
Hansol retrocedió, cogiendo impulso y así poder atacar con más fuerza y desequilibrar a su hermano.
---Se acabó el entrenamiento ---anunció Namjoon, el Wonsanghwa*--- jungkook, practica un poco el movimiento de muñeca, Hansol, tú trabaja un poco más e intenta reaccionar más rápido. Eso es todo por hoy, buen trabajo chicos.
Los hermanos reverenciaron y empezaron a retirarse.
---Han mejorado mucho desde la última vez---comentó Hyuna.
---Sois realmente increíbles---halagó Hyojong.
---Oppa también es increíble, aún nos falta mejorar mucho.
Dahyun se giró al escuchar unos pasos, por lo que se levantó y, lentamente, fue hasta donde provenía el ruido, preparando la daga que se encontraba bajo su manga.
A su derecha se escuchó algo caerse pero no se movió ya que sabía que alguno de sus hermanos se encargarían de esa zona -y ,efectivamente, eso fue lo que hicieron-.
Visualizó una flecha con una nota clavada en la pared por lo que cierra sus ojos para agudizando su oído para identificar algún sonido extraño mas no lo logra.
---¿Qué?
Dahyun cogió la nota cuidadosamente y empezó a leer en voz alta.
---Como pensaba, un infiltrado. ---murmuró la menor ya que la flecha parecía ser clavada a mano debido a que había atravesado tanto y no habían escuchado ningún sonido de algún golpe--- jungkoon ---llamó cuando ve cómo éste se cruzaba los brazos y fruncía el ceño.
---Sí---respondió el mencionado, retirándose del lugar lentamente.
---Habrá que tener más cuidado ---dijo simplemente su mejor amigo, encogiéndose de hombros.
---Ten cuidado tú también, eres demasiado cercano a mí...---suspiró.
El menor de estatura asintió, dejando las dagas en su lugar después de haberlas afilado mejor.
---Majestad---llamó jimin, a sus espaldas.
Oh, se le había olvidado completamente que tenía que encontrarse con el bailarín.
---jimin-ssi ---llamó jungkook con una pequeña sonrisa triste debido al sentimiento de culpa--- disculpa, sucedió ciertas cosas esta mañana y se me olvidó. Perdón.
¿Y cómo podría no perdonar aquel príncipe si ponía esa mirada que le hacía tener sensaciones realmente agradables en su estómago? Era imposible.
---Claro ---respondió, mirando de reojo a taehyung.
---Soy taehyung, su consejero real y mejor amigo, encantado ---se presentó con una sonrisa, haciendo una reverencia.
---Jimin...el bailarín---respondió, imitándolo.
---Bueno jimin-ssi, os dejo solos, cualquier cosa estúpida que haga el príncipe me lo dices ---dijo el mayor.
El peligris entrecerró los ojos y el otro simplemente le sacó la lengua.
Ambos, después de caminar mientras hablaban de cualquier tema que se les ocurriese, llegaron a una especie de biblioteca pequeña.
---Me gusta leer así que siempre pido libros de otros reinos y como en mi habitación no cabían todos tuve que pedirle a mi padre una habitación para poner todos los libros que guardo ---explicó el príncipe, cogiendo un libro del mueble.
El azabache caminaba curioso observando los títulos de los libros hasta que el mayor le tendió el libro que momentos antes estaba sosteniendo. Ladeó la cabeza confuso.
---Tiene que ver con la música y está ilustrado con cosas que no entiendo ---explicó---supongo que te gustará.
---Oh, gracias... ---agradeció el menor, cogiendo el libro con timidez.
--Si te llega a gustar te lo podría incluso regalar si gustas; al fin y al cabo no lo entendí del todo, necesito aprender más. Oh, quizás puedas enseñarme ---rió suavemente.
Jimin se limitó a asentir, sin saber qué decir al respecto.
---Esto...¿podría regalarte algo? ---preguntó después de un rato.
Oh, ¿por qué mi corazón se está acelerando de la nada? ¿Qué es esta sensación?
---No te preocupes por ello ---dijo, despeinándole un poco el cabello.
Qué suave...
---Pero... ---puchereó al no recibir como respuesta el regalo que él querría aunque, si lo pensaba, quizás tampoco tendría los recursos necesarios como para poder regalárselo.
Jimin...¿quieres matarme con tanta ternura?
---No hace falta---repitió---y el regalo te lo he querido dar yo, no tienes por qué darme otro a cambio, las cosas no son así.
---Pero quiero darle algo que le haga recordarme---puchereó de nuevo---cada vez que lea este libro me acordaré de usted así que quiero algo igual.
Ah...¿es normal tener esta sensación en el estómago? Quizás algo que comí me sentó mal.
El príncipe mostró su característica sonrisa .
---Eres realmente adorable, ¿sabías eso? ---rió.
El azabache volvió a ponerse rojo e intentó decir algo pero sus palabras no salían de su boca. Estaba realmente nervioso.
---No soy adorable---se quejó después de unos segundos, tartamudeando.
---Cuando tartamudeas eres más adorable aún, al igual que cuando haces un puchero, como haces ahora.
Definitivamente, al peligris le encantaba hacer sonrojar al bailarín.
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Sin ven un error diganme;)
Wonsanghwa: Primer oficial a cargo del entrenamiento.
