🌷Capítulo Doce🌷

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La pareja de adolescentes se encontraban en la sala de estar, recostados en el sofá, viendo algunos documentales en la televisión.

La tarde estaba tranquila, no tenían pendiente alguno, la escuela al fin dejaba de ser pesada, o bueno, nada más por esa tarde.

El pelinegro tenía su cabeza recostada en el regazo de su novio, mientras este le daba caricias a su sedosa cabellera, y no podía estar más que feliz a causa de los mimos que su novio le otorgaba.

Amaba pasar momentos tranquilos con él.

-Sigo sin creer que las mamás leonas sean capaces de eso.- Bramó el castaño, quien tomaba de la botellita de leche de plátano.

-¿De qué, corazón?-Preguntó con los ojos cerrados. Realmente no estaba prestando atención en lo absoluto, simplemente pensaba. Ni siquiera estaba escuchando lo que la parlante pantalla decía.

-Que son capaces de degollar a sus hijos que tiene algún problema, como alguna mal formación o algo así.-Respondió para nuevamente darle otro sorbo a su bebida favorita.-¿A caso no lo sienten?-

Jimin rió por la pequeña escena dramática que protagonizaba su novio.

Se mantuvieron por unos momentos más así. Jimin descansando y Jungkook descubriendo nuevos datos en aquel documental, pero aquella tranquilidad duró muy poco, eso fue cuando el mayor comenzó a respirar de manera agitada.

Jungkook no tardó en notar aquello, y su corazón se aceleró

Mierda.

-J-jimin, ¿qué tienes, mi amor?-Reincorporó al más bajito, quien mantenía una mano en su pecho, tratando de ganar oxígeno.

Sin pensarlo dos veces, Jungkook llamó a la Ambulancia.-¡Es una emergencia!,¡rápido por favor!- Jungkook se sentía inútil, pero no era su culpa.
La desesperación lo carcomía, estaba en blanco. Ver a su novio intentando retener oxígeno, lo estaba matando de el miedo y desesperación.

Mientras Jungkook dictaba la dirección, Jimin buscaba la manera de estar consiente. El pecho le dolía y estaba desesperado al no poder respirar correctamente.

Su vista borrosa podía captar a su novio con una expresión de miedo en su rostro. Muy a lo lejos escuchaba sus palabras que dictaba a la otra línea. rápidamente. Unos instantes después, colgó la llamada
-Mi amor, tranquilo, tranquilo. Vendrán por ti.- Su voz temblorosa buscaba la manera de calmar a el pelinegro. Sus dedos tecleaban rápidamente en su móvil, estaba escribiéndole a la señora Park, llenando su bandeja con un spam de mensajes, no quería descuidar ni un segundo más al pelinegro.

-Y-ya vienen p-por ti, cariño, solo resiste un poco más.- Su mano temblorosa se dirigió a su cabellera, echando hacia atrás los negros cabellos ligeramente sudorosos, para así besar su frente desesperadamente. -Y-yo voy a estar aquí.-

-J-jung...-Trataba de hablar, pero el aire no se lo permitía.

-N-no hables, no lo hagas.-

Jeon sentía que se le iba la vida.

Quería que todo fuese una pesadilla, un espejismo.

No quería perderlo. No ahora.

Las grandes orbes del pelicastaño se comenzaban a inundar de lágrimas. Se sentía tanta impotencia al no poder hacer nada para ayudarlo. No tenía la manera para llevarlo al hospital cuanto antes, lo único que tenían que hacer, era esperar a que la ambulancia llegara.

𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕 ♡︎[KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora