3. Tiempo compartido.

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Los rayos de luz solar chocaban contra su cara, levemente somnolienta, trato de cubrirse con la manta, pero por más que intento conciliar de vuelta el sueño no pudo, así que opto por levantarse de la cama.

- Buen día, Kakashi - dijo algo adormilado mientras se restregaba los ojos. - Kakashi, dije buenos días - se quedó esperando por unos momentos una respuesta la cual nunca llegó. - ¿Kakashi? - movio las sábanas, mas no lo encontró debajo de ellas, con prisa salto de la cama y salió corriendo de la habitación.

- ¡Kakashi! - grito mientras corría para después terminar chocando contra algo.

- Hey, buenos días, Bobito - saludo mientras le despeinaba el cabello - ¿Por qué tanto escándalo? Acaso....¿Me extrañabas?- exclamo burlonamente.

-No seas tan ridículo, por supuesto que no, es solo que.... Me impresionó no verte, y pensé que alguien te había secuestrado y no habías podido defenderte - se excuso el azabache.

- Ajá, haré que te creo - respondió sin importancia el albino, realmente era la peor excusa que había escuchado en años, pero decidió no darle tanto interés a ello. - Como sea, siéntate y come - ordeno con un tono autoritario.

- Como órdenes, papá - respondió entre remilgos el menor, para después sentarse en la silla y disponerse a comer lo que había preparado el Hatake. - Por cierto....Tengo una inquietud - dijo con algo de intriga para mirar fijamente al mayor.

- Adelante, te escucho - respondió este con desinterés.

- ¿Y tu equipo? - dijo algo sonriente. - Se supone que los verías a las diez de la mañana, y son... - volteo a mirar el reloj - las nueve y media - volteó de nuevo, pero esta vez mirando al albino algo desafiante.

- No te preocupes, el tiempo me alcanza y me sobra - da una media sonrisa - Además... Puedo decir que cualquier retraso o retardo, fue culpa del niñito que tengo sentado al frente - mencionó para levantarse e ir a la cocina.

- H-hey, eso no es justo, además, ¿Qué dirías? - pregunta nervioso el azabache.

- No más preguntas sin sentido, ve a cambiarte y nos vamos - responde serio el más alto.

No teniendo otra opción, el azabache de mala gana arrastra sus pies hasta la habitación del mayor, en donde empieza a cambiarse, para después irse a lavar los dientes.

- Ya, estoy listo - anuncia con desagrado el menor.

- Vámonos entonces - afirma el Hatake para tomar al chico de la mano y salir de la casa.

Por otro lado se encontraban el equipo 7, descansado un poco en el campo de entrenamiento, mientras llega su sensei.

- Lo mismo de siempre - exclama la Haruno para sentarse en el pasto.

- No te preocupes Sakura-chan, de seguro el sensei no tarda en llegar, o bueno, quizás sí, dattebayo - responde algo aburrido el Uzumaki.

- Buenos días, equipo - salida sonriente el Hatake a su equipo.

Los tres miembros del equipo de encontraban con una mirada algo perpleja y atónita, pues su sensei no acostumbraba a llegar temprano a sus encuentros.

- ¡S-sensei! - exclamaron sorprendidos la Haruno y el Uzumaki.

- ¿Qué sucede? Parece que hubieran visto un fantasma - comenta con algo de burla su sensei. - En fin, vamos con el entrenamiento de hoy -

Pasadas las horas, el entrenamiento termino, esta vez había sido algo bastante agotador, así que todo el equipo se despidió y se dirigió a su respectivo hogar. Los últimos dos presentes estaban a punto de irse también, pero algo los detuvo, o más bien alguien.

- ¡Oh, mi eterno rival! - grita Guy, anunciando así su llegada.

- Oh, Guy, ¿Qué tal? - saluda Kakashi.

- Bien, bien, hey, rival, ¿Me prestarías un momento al chico? - dice mientras señala a Obito.

- ¿Y eso? ¿Para qué? - pregunta dudoso el albino.

- Verás...por alguna razón, los demás se enteraron que Obito estaba en este tiempo, y estaba contigo, y yo como bien rival y amigo, prometí que lo llevaría hoy, para que así Obito pasará algo de tiempo con todos, y así veremos con quién más le gusta estar - comentale algo nervioso y entusiasmado Guy.

- Pero, ni que fuera juguete, pero está bien, si él quiere - afirma para mirar al menor.

- Sí, sí quiero - afirma con una gran sonrisa para seguido darle la mano a Guy - Adiós Kakashi - se despide agitando la mano mientras camina con Guy.

Kakashi se despide del menor para irse a su hogar, mientras que los otros dos se dirigían a encontrarse con los demás.

- ¿Cómo crees que reaccionen los demás? - pregunta curioso el Uchiha.

- Mmm, no lo sé, supongo que estarán felices o impresionados, bueno, algo así, en un principio no me creían, así que por eso decidí traerte - comenta sonriente el más alto para levantar su pulgar.

- Ya veo, en fin, ¿Ya llegamos? - 

- Todavía no, aún nos falta -

El menor refunfuñó, pero no pregunto más y decidió seguir caminando, siguieron así, hasta llegar al punto de encuentro.

- Espera aquí - exclamó alegre el mayor de los presentes - ya vuelvo, no te muevas -

El Uchiha asiente como afirmación mientras el mayor entra al lugar para a los minutos salir con una venda negra entre sus manos.

- Ven, pontela - dice mientras le entrega la venda y espera pacientemente a que el más bajo se la ponga.

El contrario mira un poco desconfiado la venda pero de igual manera acata la orden y se la coloca - Listo, ya no veo nada - asegura el azabache mientras sonríe.

- Perfecto, ahora ven - comenta Guy, para tomar al contrario de la mano y llevarlo dentro del lugar.

Ambos entraron al lugar mientras eran recibidos por sus demás compañeros de generación, claramente que en este tiempo ya eran todos unos adultos.

- Obito... - dijieron todos al unísono, mientras miraban al menor con una mirada perpleja y desconcertada.

- Hola - saluda sonriente agitando su mano a manera de saludo.

Aparecer no recibió respuesta alguna, pues todos en aquella sala estaban más que sorprendidos, tanto que ni siquiera podían pronunciar alguna palabra.

- Pero, ¿Qué les pasa?, Parece que hubieran visto un fantasma, o es más, hasta a un muerto - comenta el pelinegro mientras se dirige a una mesa para tomar bocadillos.

- ¡Tú estás muerto, imbécil! - reprocha una peli morada mientras se acerca a el menor.

- Le diré a Kakashi que me insultaste, y que me hiciste llorar - dice el de menor estatura mientras finge llorar.

- N-no Obito, no llores, ven, Anko solo es una loca que no sabe lo que dice - afirma Guy mientras se acerca a él.

- Ah, y otra cosa - dice el menor mientras se acerca a Anko - Yo no estoy muerto, o sino no estuviera aquí - resopla molesto.

- Como digas, enano - responde la pelimorada para reír.

- Tonta -

- Enano -

- Estúpida -

- ¡Imbécil! -

- ¡Reptiliana rara! -

Y así, siguieron durante un largo tiempo, hasta que los demás decidieron separarlos para poder pasar un buen rato. Ya resuelto el asunto, cantaron, bailaron y se contaron algunas cosas para ponerse al corriente, sinceramente fue una tarde muy divertida y agradable, tanto así que decidieron quedar otra vez antes de que el azabache se fuera a su tiempo.

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Hey, ¿Qué tal? Perdón si no actualicé, es que he estado muy ocupada, y bueno, esas cosas, hfksjd, aquí traigo otro capítulo, espero les guste y se diviertan leyéndolo, cualquier duda, inquietud o corrección me la pueden hacer, con gusto las leo, muchas gracias por leer, eso es todo, bye.

~Causalidad~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora