- Fue muy divertido y agradable pasar tiempo con ustedes, todo fue muy lindo, y el tiempo que pase con ustedes lo disfruté mucho, gracias - comenta el azabache mientras se levanta de su sitio y da una pequeña reverencia - Espero poder volverlos a ver pronto, ahora sí me disculpan me tengo que ir, no quiero preocupar a Kakashi si llego tarde a casa, muchas gracias por todo - dice el menor mientras se despide agitando su mano para luego dirigirse hasta la puerta.
- Adiós Obito, cuídate, ¡Feliz regreso a casa! - dicen todos al unísono mientras sonríen a manera de despedida.
El azabache sale contento del lugar, mientras se dirige corriendo a la casa del Hatake, tiene en la mente los recuerdos de todo lo que hizo en esa tarde, fue muy bonito, y será algo que recordara siempre, así vuelva al pasado. Le gustaría pasar más momentos así con los de su tiempo, pero poco posible se ve.
Siguió corriendo hasta llegar a su respectivo destino, tocó la puerta y se dispuso a esperar que su compañero le abriera.
- ¿En qué puedo ayudarle? - pregunta un castaño mientras asoma su cabeza por detrás de la puerta.
- ¿Quién eres y por qué estás en la casa de Kakashi? - cuestiona con un tono de exasperación en su voz, mientras se pone a la defensiva.
El moreno mira al menor con algo de disgusto, para abrir del todo la puerta y posarse en frente de él con un aura dominante y llena de determinación que por un momento logra intimidar al más bajo.
- Iruka, ¿Quién es? - pregunta el peliplata para salir de la casa y mirar la situación en la que se encontraban ambos jóvenes. - ¿Qué está pasando aquí? - pregunta serio este. - Obito, creí que estabas con Guy y los demás - comenta el Hatake para seguido dar un largo suspiro.
- Bien dicho, estaba, pero no te preocupes, ya me voy, que se diviertan - sentencia de manera exasperada para seguido salir corriendo del lugar dejando al Hatake sin una oportunidad para darle una respuesta y al otro algo sorprendido.
- No me digas....que él era Obito, no lo reconocí, tal vez ha pasado bastante desde que lo vi por última vez - habla con un desanimo el moreno.
El Hatake da otro suspiro para seguido decir - Ah, sí, te entiendo, puede ser algo complicado esto, pero te acostumbras -
El azabache corría por toda la aldea, no tenía ganas de volver a la casa del Hatake, no después de dicha situación.
Al parecer el destino era algo inusual con él, o quizás no, quien sabe, pero al ir corriendo este se choco con un rubio de ojos azules, que casualmente también iba corriendo.
- Perdona, no miraba por donde iba - se disculpa el Uchiha para tratar de irse del lugar.
- Espera.... tú...eres el niño que nos presento el sensei, lo recuerdo, tú nombre era.....¿Beto?...¿Tobi?...Bito... - siguió con la combinación de palabras aquel rubio hasta que fue interrumpido por el indice del contrario que se posicionó en sus labios haciéndolo callar.
- Obito, mi nombre es Obito, Naruto, recuérdalo bien - expresó el Uchiha con un tono de molestia en su voz, mientras fruncía un poco el ceño.
- Ah, sí, sí, no lo olvidaré. ¡Dattebayo! - exclamó ansioso el Uzumaki, mientras retiraba el dedo del contrario de sus labios. - ¿Y qué haces por aquí? Según observé siempre estabas con el Sensei -
- Mhp, pues sí, pero está vez no quiero verlo, el es sinceramente un idiota, por lo cual buscaré un lugar donde pasar la noche, al menos por hoy - resopló Obito.
- Comprendo, en eso caso, ¿Te gustaría quedarte esta noche conmigo? Digo, si quieres - ofreció amablemente el Ojiazul.
El Azabache quedó algo perplejo al escuchar la propuesta del contrario, aún así se las arregló para formular unas cuantas palabras. - Me gustaría, pero no quisiese molestar - respondió.
- Para nada, yo vivo solo, me sería agradable tener algo de compañía, es bueno algunas veces - dijo este para dar una sonrisa con algo de nostalgia.
Y así, ambos se dirigieron hasta la casa del Uzumaki. Al llegar el rubio le abrió la puerta al azabache para que entrara, este gustoso y dando un agradecimiento entro a la casa del rubio, observando lo que podía del lugar.
- Este es mi hogar, espero te guste - comento con alegría el rubio.
- Claro, me encanta, tu casa es muy linda, Naruto. Además es...bastante acogedora - sonrió para sí mismo.
- Bueno...¿Gustas comer algo? - cuestionó con un tono de incertidumbre en su voz, pues no estaba seguro si el opuesto aceptaría o no.
- Oh, sí, por supuesto - respondió gustoso ante el rubio.
- Bien, pero lo único que tengo es ramen instantáneo -
- No te preocupes por ello -
Después de haber preparado el dichoso ramen, ambos se dispusieron a comer tranquilamente en la mesa, a pesar del silencio, el ambiente era cómodo y acogedor, nada parecido a algo que hayan experimentado antes aquellos niños, era como el calor de un hogar, ambos disfrutaban la compañía del otro, gustosos disfrutaban de aquella tranquilidad y paz, hasta que uno de ellos decidió romperla para hacer una pregunta.
- Disculpa, Obito, ¿De qué clan eres? - cuestiona curioso el Uzumaki.
- Mi clan.... Bueno, pues yo pertenezco al clan Uchiha, y seré el..... - calló su frase al instante y se reprimió en un silencio algo abrumador.
- Uh, ya veo, no lo había notado antes, aunque ahora que te observo, tienes las mismas características, piel blanca pero no mucho, ojos y cabello negro, claro que no tienes esa típica actitud característica de Sasuke, este siempre suele andar amargado y de mal humor, de veras - comento el rubio para cruzar sus brazos y dar un asentimiento.
- Supongo que soy diferente al resto, digo, no suelo ser común como los demás, algo en mi es diferente - respondió el azabache con la mirada baja.
- Tal vez, pero es bueno, porque te hace alguien único ante los demás, solo te digo que seas tú mismo, y cumple tus sueños - dijo el rubio alegremente para después levantarse y lavar lo que ensució.
El Uchiha se quedó reflexionando un poco, para seguido repetir la misma acción del Uzumaki.
- Bueno, vamos a dormir - dio el Rubio para dirigirse a su habitación.
Luego de entrar a la habitación acomodaron una colchoneta con una almohada y una cobija para que el Uchiha pudiera dormir plácidamente.
- Buenas noches, Naruto, de nuevo muchas gracias - comenta el Uchiha antes de acomodarse en la cama con una pijama que le prestó el rubio.
- Buenas noches, Obito, y no es nada, que descanses - dijo el rubio para acostarse y caer profundamente dormido.
El azabache le dio una última mirada al Uzumaki para después dar una pequeña sonrisa, después de todo no eran tan diferentes, sin más se dio la vuelta, dándole la espalda al opuesto para caer rendido en los brazos de Morfeo.
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Hola, perdón por no actualizar, aquí este cap, trataré de terminar esta historia lo antes posible, quiero decir que voy a crear otra historia de un ship distinto :p, bueno, sin más me despido, cuídense. Bye.
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~Causalidad~
RandomBueno, se supone que nuestro azabache tiene un viaje al futuro, por alguna extraña razón, por lo cual se queda al cuidado de su antiguo compañero de equipo.....