~Causalidad~

10. A casa.

Grande fue la sorpresa del azabache al sentir el contacto de los labios ajenos sobre los suyos, estaba totalmente anonadado por la reciente acción del mayor, no sabía qué decir o siquiera qué hacer..¿A qué había venido eso? ¿Siquiera estaba bien? Y lo más importante...¿Por qué había sentido una pequeña emoción y nerviosismo en su interior por ello?

Por el contrario, el Hatake simplemente acomodo su máscara y se levantó, colocando ambas manos dentro de sus bolsillos para avanzar dejando al menor atrás.

— Creo que debo darte un espacio, te espero en cinco minutos en el punto de encuentro, Obito — y sin decir más, su silueta desapareció en un instante del lugar.

— Maldito, Bakakashi — murmuró entre dientes el Uchiha mientras ocultaba su rostro con el cuello de su chaqueta. Dió un suspiro como si intentara acomodar sus sentimientos.

— ¿Qué es realmente lo que siento? — pensó para sí mismo mientras dejaba caer su cabeza ligeramente hacia atrás, le tomó unos minutos levantarse y darse vuelta para llegar al punto de reunión, sin embargo...

Había una parte de él que se quería quedar...no quería irse, al menos no todavía, aunque a veces las cosas no salen como quieres, era más que obvio que debía irse. Resignado, camino despacio, sin prisa, encogido de hombros y con un pequeño reflejo de desolación y decepción en sus ojos, podía sentir la brisa del viento chocar en las partes descubiertas de su piel, revolviendo a sí mismo sus hebras azabaches.

Al final y sin darse cuenta, había llegado a lo que tanto quería evitar, fijo sus orbes oscuros sobre las figuras presentes en el lugar.

— Buena suerte, Obito — dijo Kurenai quien se encontraba junto a Asuma, el cual solo se dedicó a dar un pequeño asentimiento dando a entender que deseaba lo mismo.

— No dejes que tus llamas de la juventud se apaguen, esfuérzate en todo lo que hagas, eso es lo que más vale — Interrumpió Guy llegando detrás del menor para acto seguido revolver los cabellos de este con una sonrisa, recibiendo un ceño fruncido y un resoplido por parte de Kakashi.

— Obito, no soy buena con las palabras pero...a partir de hoy, utiliza bien la cabeza con todo lo que has aprendido aquí, sigue adelante sin importar las patadas que te dé la vida, no te aferres demasiado al pasado, y eso — afirmó Anko mientras le sonreía al Uchiha.

— Buena suerte en tu tiempo, espero sepas tomar buenas decisiones — dijo el Sarutobi mientras le señalaba acercarse para poder iniciar con el proceso.

El Uchiha se acercó despacio hasta quedar frente al mayor, suspiró y bajo la cabeza esperando. Los demás solo juntaron sus manos en palmas y empezaron a murmurar unas palabras que para Obito eran poco entendibles en el momento.

— Buen regreso a casa, Obito.

Dijeron todos al unísono antes de sonreír al menor.

— Muchas gracias a todos, prometo llevarlos siempre aquí — señaló su corazón mientras cerraba su mano en un puño — Kakashi — habló llamando la atención del albino — No te olvides nunca de quién eres, gracias...te has ganado un espacio más especial que los demás — terminó de decir mientras su tono de voz mermaba.

— ¡Adiós, Obito!

Fue lo último que escucho antes de desaparecer, sintió sus ojos cerrarse y ver quedar todo en total oscuridad, no fue consciente de lo demás.

[...]

— ¿Te sientes bien?

— Sí...lo estoy.

Guy simplemente se limitó a colocar una de sus manos sobre la espalda del albino, dió una pequeña sonrisa algo nostálgica y en tono bajo dijo — Es un gran chico, tenerlo aquí me trajo muchos recuerdos.

A lo que el Hatake simple te asintió mirando el lugar en donde instantes atrás había estado, Uchiha Obito, su compañero de equipo, su mejor amigo, su contrario...su más grande amor de la infancia.

— El último en llegar a la cima de la roca Hokage debe pagarle a todos un tazón de ramen en Ichiraku.

Y sin más, el pelinegro vestido de verde salió corriendo a toda prisa, Kakashi, por su parte lo miró y dió una sonrisa para acto seguido salir corriendo detrás de él.

— "Obito...tengo la esperanza de que podré tenerte esta vez"

[...]

Podía sentir un gran dolor en su espalda y cabeza, llevó instintivamente la mano derecha hasta su frente, presionó y masajeó la zona mientras daba un quejido por ello. Frunció el ceño y abrió los ojos de poco, se levantó con pesadez y dió un fuerte suspiro.

Luego de unos momentos sin hacer nada, parpadeó repetidas veces hasta que su subconsciente reaccionó ante la situación, abrió los ojos con sorpresa mientras giraba la cabeza de izquierda a derecha.

— Esto es...

Salió corriendo hacia el frente para bajar la mirada y asegurar su suposición.

— La cima de de la roca Hokague.

Suspiro y dió una pequeña sonrisa de alivio al verificar que todo había salido bien, incluso pudo notar que esta vez solo habían tres rostros en la roca, retrocedió antes de salir corriendo para ir a su casa.

— Me pregunto cómo estarán los demás...hace bastante no los veo, y creo que ellos tampoco a mí.

Dijo divertido para sí mismo el Uchiha mientras avanzaba por medio de las calles de Konoha, miró todo a su alrededor, al parecer nada había cambiado en su ausencia, y por lo que deducía, estaba algo temprano ya que no podía ver a nadie por el lugar, solamente el sol que apenas se estaba asomando.

— "Que extraño, creí que sería más tarde"

Sacudió la cabeza y mermó la velocidad hasta llegar a un ritmo lento y constante, se encontraba caminando, analizaba las diferencias de los dos lugares, a pesar de ser la misma villa, tenía bastantes cambios en comparación al futuro, hizo una comparación en su mente, como si hallara diferencias, empezó a reír por lo que se le había ocurrido, eso hasta que una voz se escuchó a sus espaldas.

— Obito...

Fue el susurro incrédulo de una voz algo serena, pero fuerte y algo ronca.

El joven Uchiha se detuvo, intentando reconocer la voz, la asociaba con alguien a quien conocía pero había algo distinto que le impedía confirmar al cien sus sospechas. Por ello, giró con lentitud sobre sus talones para encarar a la persona, su expresión cambió totalmente a una de asombro...¿cuánto tiempo había pasado desde que se fue? Estaba claro que no mucho ni muy poco.

Sus labios se abrieron un poco, su cuerpo se tensó y lo único que pudo salir de sus labios fue el nombre de la persona frente a él.

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Vaya sorpresa, ¿con quién se abra encontrado? En fin, ¿cómo están? Espero se encuentren bien, me he tardado tanto en actualizar, vaya...lo lamento, he tenido una rutina demasiado pesada, pero bueno, aquí estoy ahora. Espero les haya gustado, lamento si no les ha gustado, prometo mejorar. Los quiero un montón, gracias por apoyar esta historia, hasta un siguiente capítulo.