Decirle a tus hijos que empezaste una relación no es algo que debas tomar a la ligera.
Esta es una historia sencilla, que va más o menos así:
Tras la repentina muerte de su esposa, a Jaeyun le había tomado casi tres años recuperarse emocionalmente, conseguir un empleo estable (siempre terminaba deprimiéndose y abandonando su puesto) y lo que más temía; enamorarse otra vez.
No fue algo planeado. El jefe de la empresa para la que trabajaba era un hombre amable que, poco a poco, fue ganándose un lugar en su corazón. Fueron 6 meses de cortejo; invitaciones al parque (siempre teniendo la compañía de sus hijos), pequeños obsequios, palabras dulces. De alguna manera y pasados esos 6 meses, Song Donggeon lo tenía muy enamorado.
Empezaron a salir.
En secreto.
Jaeyun todavía reía al recordar su primera cita como pareja (y la primera sin que los hijos de ambos estuvieran presentes)
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— ¿Por qué no trajiste a tus hijos?— había preguntado Donggeon, desilusionado al salir de la sala de cine.
— Oh ¿Querías que los traiga? Los he dejado en casa de un amigo.
— Los extraño mucho. Son tan adorables. Pero supongo que una cita a solas no viene mal. Después de todo, he dejado a Jeyou con su madre esta vez. Ah, pero se siente raro caminar sin tener a los niños pidiendo dulces, o a Woonggi interrumpiendo la película porque quiere ir al baño, o...
— ¿Sales conmigo o con mis hijos?— rió el rubio— Puedo traerlos la próxima vez.
— De ser posible, sí.
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Oh ¿Cómo le diría a sus hijos que estaba enamorado?
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Decirle a tu hijo que empezaste una relación no es algo que debas tomar a la ligera.
Esta es una historia sencilla, que va más o menos así:
Tras divorciarse de su esposa, a Donggeon le había tomado casi tres años ordenar su vida, centrarse en el manejo de su empresa (de la cual era el dueño) y lo que más temía; enamorarse otra vez.
No fue algo planeado. Uno de sus empleados era un hombre dulce que, poco a poco, fue ganándose un lugar en su corazón. Fueron 6 meses de cortejo; invitaciones al parque (siempre teniendo la compañía de sus hijos), pequeños obsequios, palabras dulces. De alguna manera y pasados esos 6 meses, Lee Jaeyun lo tenía muy enamorado.
Empezaron a salir.
En secreto.
Donggeon todavía reía al recordar la vez en que conoció a los hijos de Jaeyun.
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— ¿Quién es él, pa?— preguntó un pequeño de cabellos rizados y ojos brillantes.
— Es mi jefe. Ggeon hyung, este es Woonggi— presentó Jaeyun, acariciando los cabellos de su hijo menor— Tiene 4 años.
— Es adorable, Jae.
— ¡Hola! Soy Minsu y tengo 8— hizo el número 8 con sus manos, feliz.
— Un placer, Minsu.
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With You [TOO/1]
RandomEl temor a rehacer sus vidas teniendo hijos de por medio es algo con lo que Jaeyun y Donggeon deben aprender a lidiar • Historia original mía, favor de no adaptar ni copiar • Los personajes, a excepción de Emily, no me pertenecen • Historia larga