XVII.- Episodio final

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Es el cumpleaños de Minsu.

Treinta años, treinta largos años de los cuales lleva los últimos diez saliendo con su amor de infancia.

Sus hermanos ya tenían 26, 35 y 36 años respectivamente. Vivían en diferentes casas y, para sorpresa de todos, permanecían junto a sus parejas de adolescencia, más felices que nunca.

En casa, esperaba pacientemente a su familia mientras Kyungho terminaba algunos informes médicos en la computadora que compartían. Esa brecha de 9 años que los separaba se había ido haciendo menos notoria conforme los años pasaban.


— ¿Qué se siente tener 30?

— No pensé llegar tan lejos.

— No digas eso, todavía te faltan muchos años más por vivir— dijo el mayor, levantándose de la silla para tomar asiento en la cama, junto al pelirrojo— Mi hermana llegará en media hora. ¿Necesitas ayuda con algo?

— Gracias, dejé todo listo. ¿Usarás eso?— preguntó, mirando a camiseta desgastada que llevaba puesta su pareja— Sé que es una reunión informal, pero...

— No, no— negó, quitándosela de inmediato para ir a buscar una camisa en el armario— Siento tu mirada, mantente alejado.

— Es inevitable, es tu culpa por ejercitarte tanto.

— Lo hago porque sé que te agrada, ya no sé si te gusto yo o mi físico— rió— Bueno, estoy listo, ¿Vamos abajo?

— Claro— asintió— Mis padres no deben tardar.


Se dirigieron a la planta baja, Minsu había hecho un gran trabajo limpiando la estancia y decorando todo.

Había pasado un tiempo desde que tenía a toda su familia en casa. Solían elegir la casa de Jaeyun y Donggeon para verse, pues quedaba convenientemente en un punto medio para todos.

A los pocos minutos, uno de sus padres llegó.


— Hola, pa— con el tiempo, Minsu había ido forjando lazos con Donggeon, y hacía varios años que lo llamaba "padre". Abrazó al hombre frente a él con cariño— Gracias por venir. ¿Y mi padre? 

— Dijo que vendría pronto, fue a recoger un pequeño regalo para ti. Feliz cumpleaños, Min.

— Gracias— sonrió— Pasa, ya no deben de tardar los demás. 

— Hola, señor Song— saludó Kyungho.

— Hola, Kyungho.


No mucho después, el timbre volvió a sonar. Esta vez, Kyungho fue a abrir la puerta.


— ¡Ya llegó por quien lloraban!— Woonggi entró con una gran sonrisa, seguido de su esposa e hijos— ¿En dónde está el cumpleañero? 

— Hola, Ggi— dijo el pelirrojo con una sonrisa, levantándose para recibirlo— ¿Cómo estás?

— Cansado por cargar con el peso de ser el mejor hermano, el mejor esposo, el mejor padre y un fantástico policía ¿Mencioné que soy el mejor en todo lo que hago? Ah ¡No te conté! Mis pequeños ya comenzaron a andar... caminando hacia el éxito, como su padre.

Señaló con orgullo cómo Hwanwoong y Emily caminaban firmemente sujetos a las manos de Yujin, dando pasos cortos y torpes hacia el interior de la casa, causando una sonrisa de ternura por parte de los presentes.

With You [TOO/1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora