With You [TOO/1]

XIV.-

La casa Lee contaba con un amplio jardín, mismo que Jeyou y Chihoon se habían encargado de arreglar desde la mañana. Para suerte de ambos, Yeji los ayudó con la decoración y arreglos, ella solía dedicarse a organizar eventos durante su juventud.

— Cuando me casé con Yongseop, no contratamos ningún organizador de eventos. Yo misma decoré el local— comentó— Aunque bueno, mi madre y mi cuñada me ayudaron un poco.

— Gracias de nuevo por venir, no hubiéramos podido hacer esto solos— dijo Jeyou, viendo cómo el jardín se veía bastante lindo.

— No hay de qué. Jaeyun es el mejor amigo de mi esposo, es lo menos que puedo hacer.

— A todo esto, me pregunto cómo estarán nuestros padres— Jeyou miró hacia el interior de la casa y no vio nada extraño, solo a sus hermanos pequeños y a los hijos de Yeji jugando con Yongseop.

— ¡Byun Yongseop!— regañó Yeji— ¿No deberías estar arriba ayudando a Jaeyun con el traje?

— Es que estamos jugando a Dragon Ball. Yo soy Goku...

— Yo jugaré con los niños, tú anda y encárgate de lo que te dije, anda— ordenó.

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Arriba, Donggeon terminaba de colocarse el traje en la habitación de Jeyou. En media hora, se encontraría casado con Jaeyun. Realmente estaba sucediendo.

No se había sentido tan nervioso desde la vez que empezó a cortejar a Jaeyun, hacía ya más de dos años, cuando lo conoció en la empresa.

Recordaba con exactitud la actitud titubeante del rubio cuando llegó a la oficina con su currículum; era un hombre distinto, inseguro, tímido, de apariencia deprimente. Quizá fue esa actitud tan inocente lo que lo atrajo. Y vaya, pronto descubrió que inocente no tenía un solo cabello.

Jamás imaginó que ese empleado inexperto y melancólico se convertiría en su esposo. Ahora, estaba por bajar para iniciar una vida a su lado. Dios ¿Era normal sentir tantos nervios?

Había un altar improvisado hecho con globos al final del jardín. Yeji acompañaría a Jaeyun hasta allá, mientras que Jeyou iría con su padre.

O bueno, eso es lo que él pensaba.

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— ¿Estás listo, Jae?

— ¿Uh? S-Sí— asintió, dejando sobre la cama el álbum de fotos de su boda con Emily.

— Hey... ¿Todo bien?

— ... Es extraño, Yongseop. Jamás creí volver a casarme.

— Mamá dijo lo mismo. No sé si te conté que mi padre falleció cuando yo tenía unos... 20 años. Ella estaba muy triste... pero conoció a un hombre que la ama mucho. Se sintió extraña al principio, pero cuando se casaron, se dio la oportunidad de ser feliz otra vez. A mi padre le gustaba verla sonreír, y ahora lo hace. Eso no significa que deje de amarlo. 

— ... Emily era una gran mujer.

— No lo dudo. Ella hubiera querido que sigas siendo feliz. El jefe es muy bueno contigo ¿No te das cuenta de cómo te mira en la oficina?— sonrió— Lo traes muy mal.

— Supongo que tienes razón. Debo darme esta oportunidad.

— Ese es mi amigo— Yongseop se acercó para acomodar la corbata del rubio— Bien, ya estás. Hay que bajar en poco ¿Se nos olvida algo?