With You [TOO/1]

III.- Problemas con el plan 💥

— Tu madre me llamó. Me dijo... que te gusta un chico y te echó de su casa.

— Sí.

— ¿Es verdad? No me molesta que guste un chico, Jeyou, pero jamás había pensado que sería así. ¿De quién se trata?

— Un amigo de la escuela, no me interrogues, pa.

— Bueno— suspiró— Entonces tiene suerte, porque eres un gran chico, estoy seguro de que lo tratarás bien, me alegra que hayas encontrado a alguien a quien querer.

Auch. Sí, Jeyou se sintió mal.

— Gracias. Un día de estos te lo voy a presentar.

— Bien— asintió— Mañana no iremos con Jaeyun, te llevaré directo a la escuela.

— ¿Discutieron?

— No, no, nada de eso. Simplemente no tenemos que ir todos los días, también quiero pasar tiempo contigo. Como antes.

— Discutieron.

— Que no.

— Ya sé. Te dijo que me nota muy incómodo en su casa y que mejor pasemos unos días lejos para que no me enoje. Papá, dile que no me cae mal, yo no soy alguien que platique con la gente, es todo.

— Esa no es la razón... sucede que mañana irán sus padres de visita. Ellos no saben que salimos, así que no iremos.

— Pero... ¿Por qué?— preguntó.

— Son muy conservadores.

— Qué fastidio. 

— Ya, solo serán unos días. Ahora a dormir, mañana debes ir a estudiar.

— Está bien.

— Buenas noches— besó su cabello— Y no hagas caso a lo que dijo tu mamá, por favor.

— Ya. No te preocupes.

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— No me parece una buena idea.

— No molestes, Chihoon, además solo va a ser por un par de semanas.

— Ya, pero al menos lo hubieras intentado con alguien que no esté interesado de verdad en ti.

— Puedo fingir que salgo contigo.

— Iugh, no— negó con la cabeza— Puedes hacer lo que quieras, pero no cuentes conmigo, no deberías jugar con los sentimientos de la gente.

— Solo es por mi madre, ella quiso separarme de mi padre por sus gustos, así que voy a ir allá a pedirle a Sungmin que sea mi novio y así no me hará ir a su casa.

— Como quieras, Jeyou, como quieras.

El pelicafé fue decidido hasta el otro lado del patio, donde un chico alto se encontraba solo, en silencio, sentado en una de las gradas.

Se llamaba Sungmin. Todo el curso sabía que estaba enamorado de Jeyou después de haberlo escuchado confesar que le parecía el chico más lindo de la escuela. Era alguien amable, dulce, un poco inseguro y tímido.

— Hola, Sungmin.

— H-Hola Jeyou— sonrió, y Jeyou no negaría que el menor tenía una sonrisa muy bonita.

— ¿Tienes un minuto?

— Claro, dime.

— Yo te gusto ¿Verdad?