EXTRA 3= Chihoon

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[Recordatorio: En esta historia, Chan es mayor que Chihoon]

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El rubio tenía 17 años cuando se le presentó uno de los más incómodos y vergonzosos problemas que una pareja adolescente podía tener.

Más bien, no era un problema.

Era algo más como... complicaciones técnicas.

Ah, directo al punto; se quedaba dormido cuando su novio quería... un momento a solas.


No fue un problema al principio. Se encontraban en la habitación viendo la tele cuando el castaño comenzó a dejar pequeños besos en el rostro del rubio, mismos que empezaron a descender por su cuello y clavícula de manera pausada y dulce.

Todo siguió su curso, los nervios estaban presentes al ser la primera vez que se encontraban tan cerca uno del otro, empezando a conocerse más a fondo, permitiéndose leves caricias inexpertas y... sueño. Mucho sueño. En el caso del menor.

Y es que cuando Chan se encontraba pasando su mano delicadamente por el torso descubierto del menor, notó que este se había quedado profundamente dormido sobre la cama.

Fue gracioso la primera vez. Dejó un beso en los labios de su novio, acomodó su ropa y lo dejó descansar.

La segunda vez, volvió a acomodarlo y se sentó a mirarlo dormir, divertido.

La tercera vez, simplemente lo dejó dormir.

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Para evitar incomodidades, Chan jamás mostró su ligera disconformidad ante este tipo de situaciones, aunque lo que hizo fue alejarse un poco de su pareja.

Es por eso que cuando se encontraban en la habitación del castaño y este sintió al otro apoyarse en su hombro, buscando afecto, hizo como que no se daba cuenta.

Permaneció indiferente al recibir besos en la mejilla y labios, debía ser fuerte, debía ser fuerte, debía ser fuerte...


— Channie ¿Pasa algo?— preguntó Chihoon, algo desconcertado al notar que sus muestras de cariño no eran correspondidas.

— Nop.

— Mmm... está bien, si tú lo dices.

Volvió a apoyarse en el hombro del más alto, suspirando.


— No quiero seguir porque siempre te quedas dormido— susurró Chan.

Y el rubio se ruborizó de inmediato en cuanto escuchó eso, separándose del otro, sin ser capaz de mirarle a los ojos.


Hizo memoria y se percató de que cada vez que su pareja buscaba... algo más... él terminaba por quedarse dormido. No era su culpa realmente, Chan empleaba una delicadeza que lo hacía sentir tranquilo, relajado, protegido. Y en consecuencia, se dormía con una cálida sensación en su interior; una paz inexplicable que solo el mayor le brindaba.


— Perdóname— dijo tras un rato— Eres... tan cuidadoso conmigo, me siento seguro a tu lado. Eres mi lugar seguro, Channie. Y me duermo porque me siento cómodo cuando estás cerca.

— ... Entiendo— sonrió, enternecido por aquello— No estoy enojado, por si eso piensas. Es tierno que me consideres un lugar seguro, pero a la hora de la hora...

— Sí, lo sé— rió, avergonzado— ¿Quieres... i-intentarlo de nuevo?

— Te vas a volver a dormir.

With You [TOO/1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora