IX.-

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Jeyou recibió una llamada pocos minutos después. Su padre se fue hacia la cocina para que pudiera conversar con mayor tranquilidad.


— Hola hyung. ¿Estás ya en casa?

— Sí— contestó— ¿Tu hermano está contigo?

— No, Sehun volverá un poco tarde de trabajar. Como a las 10.

— Ah... ¿Y te quedarás solo hasta entonces?

— Sí, eso creo.

— Mm... dame un minuto, no cuelgues.


Dejó su teléfono sobre la mesa y subió las escaleras, buscando a Jaeyun, quien se encontraba peinando los cabellos rizados de su hijo más pequeño.

— Hyung. ¿Te molesta si paso por Sungmin que venga? Estará solo en casa y después de lo de hoy, no quisiera que esté solo.

— Claro, puede venir— sonrió— Yo tengo que ir a la empresa, si quieres puedo llevarte en el auto y luego regresan a casa juntos.

— Bien... gracias, hyung.


Bajó de nuevo, retomando la llamada.

— Puedes venir. Paso por ti... y así te hago compañía hasta que tu hermano vuelva.

— ¿Seguro? No quiero causar molestias, Jeyou...

— Descuida, está bien. Además mi madre ya te vio y no sé qué pueda pasar. Hyung me llevará, tiene que ir a la oficina y queda de camino.

— Podemos vernos en la entrada del edificio si quieres. Me queda bastante cerca.

— Bien, bien. Te veo allá.

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— Cariño, llevaré a Jeyou a casa de su novio, no quiere que se quede solo, así que vendrán aquí. ¿Puedes cuidar de los niños?

— Claro, descuida. En cuanto ellos lleguen iré a la oficina para la reunión. 

— Está bien. Woonggi está tomando la siesta y Minsu está jugando, Chihoonie debe estar en su habitación. ¿Crees poder manejarlos?

— Puedo manejar toda una empresa, esto es sencillo.

— De acuerdo— Jaeyun sonrió— Buena suerte.

— Ve con cuidado, nos vemos más tarde— dijo, besándolo.

— Hasta entonces.

El rubio bajó las escaleras, encontrando al hijo de su pareja en el sofá, sentado, mirando a la nada. Tomó las llaves de la casa y le indicó que subiera al auto.

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— ¿No es ese tu novio?— preguntó el rubio, reconociendo al chico pelinaranja al final de la cuadra, avanzando a paso lento.

— Sí, es él— movió la mano para saludarle a lo lejos— Gracias por traerme, hyung.

— No hay de qué. Tengo que entrar ya a la empresa, adiós.

— Adiós.


Jaeyun se quedó unos segundos afuera del edificio, mirando al pelicafé caminar hacia su pareja, sonriendo de forma inconsciente. Estaba seguro de que a partir de ese día, su relación con el chico había mejorado y seguiría así, hasta ¿Quién sabe? Quizá podría salir más seguido con él, abrazarle y llevarlo de paseo de vez en cuando.

With You [TOO/1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora