Hearts of two

A shower.

Estaba durmiendo cómodamente hasta que un sonido me interrumpió, abrí los ojos y me di cuenta de que tocaban la puerta y Billy estaba dormido, era mi hermana y Max, querían entrar a fuerza.

Estefanía: Bella, abre por favor, vas tarde a la escuela.

Max: Bella, ¿Sigues viva?

Me preguntaba que sueño tan pesado tenía Billy para no levantarse con eso, así que lo sacudí un poco y le susurré que se levantará para poder abrir la puerta.

Billy: Mierda, que espanto de mocosas.

Arabella: Deja de hablar y métete ahí.

Lo dije mientras lo ocultaba en mi closet.

Tenía que hacerla de actriz de Hollywood para fingir que estaba dormida y no las oía.

Arabella: Ya basta chicas, ya voy.

Abrí la puerta y las ví con la cara cansada, tal vez de estar tocando tan seguido mi puerta.

Max: Tienes un sueño demasiado profundo Bella, Steve está pitando afuera y ni siquiera así logras levantarte.

Arabella: Me dormí con mi Walkman puesto, lo siento, ¿Que pasa?

Estefanía: ¿Por qué no estas lista para la escuela?

Arabella: No iré niñas, por eso le pedí a Steve que viniera por ustedes.

Estefanía: ¿Te sientes mal?

Arabella: No, solo no me siento de ánimos chicas, ayer me fui de fiesta.

Max: Es cierto, cuando mi hermano sale de fiesta termina igual, sin ganas de levantarse temprano.

Arabella: Bueno, llegarán tarde y Steve se desespera rápido, salgan y mandenle saludos de mi parte.

Asentieron y bajaron para al final irse de casa, después me metí a mi cuarto, cerré con llave y abrí mi closet y lo saqué.

Billy: ¿Porque la mocosa de Maxine te cuenta mis cosas?

Arabella: Billy por dios, no dijo nada malo.

Billy: No me gusta y ya Bella.

Lo dijo mientras se metía en mis sábanas con intenciones de dormir otra vez.

Arabella: ¿Tienes el sueño muy pesado o tienes resaca Billy?

Billy: Lamentablemente las dos, Bella.

Lo dijo tocándose la cabeza mientras se tapaba, listo para dormir.

Arabella: ¿Crees que tú padre diga algo al verte llegar por la mañana y en este estado?

Billy: Hará lo de siempre, ya me acostumbré a los problemas.

Lo dijo sin ganas.

Arabella: ¿Por qué no me encargo de que tengas una mejor apariencia? Y cuando vayas a casa te acompaño, invento alguna excusa y sales de problemas, ¿Te parece? No tienes que decir sí ahora, por ahora solo duerme, dentro de nada se irán mis padres y podremos desayunar en paz sin nadie en casa.

Billy: Eso me gusta, solos, tú y yo.

Arabella: Por dios Billy, claro que no, solo comeremos algo, ahora duerme, te hace falta, yo me bañaré.

El solo asintió y comencé a tomar mi toalla, mis sandalias, la ropa que me pondría y todo lo que necesitaba.

Entre a la regadera y colgué mi toalla, quería bañarme con agua caliente, me apetecía realmente.

El bañarme era una de mis cosas favoritas, no solo bañarme, si no, estar entre el agua, me calmaba, era mi salvación en muchos aspectos, me tranquilizaba, me daba paz, me gustaba, en pocas palabras.

Tenía una rutina con mi cabello, era lo más preciado que tenía, adoraba que mi cabello se viera muy bien.

El olor a coco que desprendía mi shampoo era armonioso, otra cosa de mi, es que adoro el coco, tal vez es una de mis frutas preferidas, adoro su aroma, comerlo, beber su agua, todo.