Hearts of two

Home sweet Home.

Narra Arabella Scott.

Billy se había marchado y yo estaba pegada a la puerta, todos de repente aparecieron y ahora se encontraban haciendo algo.

Elmer quitaba el polvo de los muebles, Fany estaría en su habitación seguramente y mi madre estaba en la cocina, pero sabía que me miraba, podía sentir su pesada mirada encima de mí.

Pero aún así no me tomé el tiempo de mirarla, solo seguí mi camino intentando llegar a mi habitación sin ser notada, pero claro, eso no pudo ser así.

Elmer: Bella, ¿Ya te ibas?

Me giré y lo miré con una sonrisa.

Arabella: Sí, quería dibujar un poco.

Elmer dejó lo que hacía y se encamino a mí, abrazándome, quedando mi cabeza apoyada en su hombro.

Casa, me sentía en casa, y físicamente lo estaba pero mental y sentimentalmente no, pero este abrazo me hacía volver de golpe.

Comenzó a acariciarme de la cabeza y a abrazarme cálidamente.

Elmer: Me da mucho gusto verte Zule.

Rápidamente me aparté y lo miré fijamente, él solía apodarme "Zulema" cuando era más pequeña, ya que significaba que era sana, fuerte y atraía la paz, pero nunca me gustó que me dijera así ya que en esos tiempos nada iba bien entre él y yo.

Él me miró con una sonrisa y me tomó de las mejillas para poder darme un beso justamente en la frente.

Elmer: ¿Puedo apodarte así nuevamente?

"Zulema" o "Sulema" era un nombre Árabe, no era un apodo, pero siempre decía que si yo hubiera sido su hija, Zulema me hubiera llamado.

Sonreí fuertemente y volví a abrazarlo.

Elmer: Creo que eso es un sí ¿O no?

Yo solo asentí y rápidamente mi corazón volvió a llenarse de amor, pero nuestro momento fue interrumpido.

Olivia: Adel.

Pronunció mi nombre con un tono de voz bajó, pero fue suficiente para hacerme voltear y verla fijamente.

Olivia: Lamento interrumpir, pero quería saber si pudieras hacerme un favor.

Arabella: Sí, claro.

Olivia: Estaba preparando la cena pero me faltan algunas cosas, ¿Crees que puedas ir a comprarlas?

Arabella: Sí, solo dame la lista y te lo traeré en minutos.

Ella comenzó a caminar hacía el comedor y cuando tuvo la lista en las manos, la trajo hasta mí.

Yo la tome y miré a Elmer antes de salir.

Arabella: No tardó.

Fue lo último que dije, antes de salir con las llaves de mi bebé en manos.

Fui hasta la gran cochera y le quité la funda que lo cubría.

Arabella: ¿Me extrañaste?

Bien, ahora hablaba con mi auto, pero no importaba, solo comencé a sacarlo de el garage y después lo encendí en camino hacía el súper.

Arabella: "Too Fast, too fast for love".

Mierda, cómo adoraba a los dioses de Mötley Crüe.

Y es que me era inevitable, así como no enloquecer por ellos, en especial por Tommy Lee, el baterista, mi novio en otro universo.