VI. Warmth

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1865

—Te va a encantar —sonrió Laurie, caminando junto a Hope—, te lo prometo.

— Me gustaría más si me dijeras de que va todo esto —se quejó Hope. Hacia un frío incontrolable y solo un saco no era suficiente, mientras tanto hacía lo que podía refugiada en el brazo de Teddy, quien no se quejó en absoluto—. Además estoy hambrienta y...

Thedeore le tapó la boca con su mano, soltando unas risas.

—No te recordaba tan quejosa.

—No soy quejosa —se quejó sin embargo ella—, como sea ¿Estamos cerca?

—Si —se detuvo delante de lo que parecía un restaurante pequeño y acogedor —, llegamos. Te presento Hope March, el restaurante de Delilah.

—Es...— era hermoso. Con una sonrisa prácticamente corrió a su interior, con Laurie siguiéndole el paso.

No había visto nada parecido antes. Habían pocas mesas, y estaba rodeado por estanterías repletas de libros, con unos candelabros que le daban un aire mucho más misterioso y romántico. Los ojos de Hope brillaban.

—Es hermoso —murmuro.

—Lo es —sonrió él.

—Enserio esto es...

—¡Thodore! —gritó una voz, rasposa pero amable.

—Delilah —exclamó El con una sonrisa, y se acercó de inmediato a la señora de mediana edad que tenía los brazos completamente abierto. Lo estrujo contra ella, como si de una pequeño se tratase. Cuando se separaron dirigió de inmediato su mirada a la chica detrás de él, esa chica con una mirada tímida y una sonrisa hermosa—. Oh, Lila, ella es Hope.

—Hope —repitió Delilah, su sonrisa iba incrementando por segundo.

—Es un placer —dijo Hope, tal vez con la voz demasiado chillona, de inmediato le extendió su brazo esperando un estrechamiento. Sin embargo Delilah solo frunce el ceño, asustándola, y de inmediato se acerca a ella, estrechándola en sus brazos como había hehco anteriormente con Teddy.

—El placer es mío cariño— la cogió de las mejillas—, por todo lo que he escuchado creo que ya te conozco.

Una agradable sensación abrazo todo el pecho de Hope, sentía calidez, algo que en Europa hacía mucho que no sentía.


Una agradable sensación abrazo todo el pecho de Hope, sentía calidez, algo que en Europa hacía mucho que no sentía

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LADY BIRD- Laurie  LaurenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora