VIII. Perfectly fine

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(Its Christmas pt.2 será publicada después de este capítulo!)

1965

—Mi estómago nunca había sido tan feliz —sonrió Hope, mientras caminaba con Laurie, quien soltó una pequeña risa—no se lo digas a mi madre.

—Es el efecto de la comida de Delilah.

Ambos siguieron caminando por las calles nocturnas de Londres. Las calles de piedra resplandecían gracias a la anterior lluvia y a la brillante luna. Los pasos de ambos se escuchan, haciendo ecos en las calles estrechas. A Hope no paraba de sorprenderle la vida en Europa, donde ella vivía no había personas en las calles después de las ocho de la noche, sin embargo ahí parecía que el día apenas comenzaba, había una vida y energía de la que solo había visto en libros.

—Amy me escribió —comentó Laurie, después de caminar unos minutos en silencio.

—¿Enserio? —preguntó Hope, con genuina curiosidad—¿Que te dijo?

—Bueno, no mucho en realidad—sonrió Laurie, entrelazando su brazo con el de la mujer—. Parecía más una carta de condolencias, por lo de Jo.

—Oh —asintió Hope—¿Nada más? —ella estaba esperando otra clase de noticia.

—Mm, no—dudo Laurie—¡ah! Si, menciono a Fred ¿Lo recuerdas? Del día en la playa.

—Claro que lo recuerdo —sonrió ella—, era el amor platónico de Amy y mío.

Laurie enarcó una ceja, con una media sonrisa.

—Y doy por supuesto que ya sabes... eso.

—Eso —repitió Hope, soltando una risa—. Se algo, pero no se si tú sabes lo que yo se.

—Sería obvio que supieras.

—Lo sabes.

—Claro.

—¡Amy se casa! —exclamó emocionada, ganándose unas risas por parte de él hombre.

—Mhm, menciono algo así.

—Es increíble ¿No? Todo lo que ella siempre quiso: un hombre muy atractivo, y déjame recalcar el "Muy" —Laurie sonrío ante aquello—, rico y gentil. Nunca la había visto tan feliz.

Ambos siguieron caminado hasta llegar al hotel, en el cual la recepción estaba iluminada por una cálida luz, y la mujer con la que Hope había hablado por la tarde no estaba, en su lugar se encontraba un joven que no debía tener muchos años menos que ella.

Entraron y le dieron un breve saludo, una vez en la habitación de Laurie este cogió el equipaje de su amiga para llevarlo a su propia habitación.

Una vez en la habitación de la chica está se tumbó en su cómoda cama, soltando un suspiro de satisfacción. Observó a Teddy, que seguía de pie, observándola con una media sonrisa.

—¿Que crees que haces? —ella palmeó el espacio a su lado—, ven aquí.

Laurie se tumbó a su lado y ambos permanecieron mirando el techo, el cual estaba decorado con unos finos dibujos de flores silvestres.

—Y —comenzó el—¿Como está el resto de tu familia?

—Mm —comenzó ella, con los ojos cerrados—. Por las cartas, parece que todo está en orden: Beth ha mejorado, mi madre parece estar más tranquila y en paz, y Meg solo me habla de sus pequeños, realmente los ama.

—Me alegro que todo esté mejor —respondió el chico con sinceridad, después no sabía que decir, realmente quería preguntar por Jo—¿Como está Jo?

Hope abrió los ojos y giró su mirada para encontrarse con la del hombre, mirada intencionada.

—Jo esta bastante bien, por lo que dice en las cartas. Parece que tiene un buen amigo en Nueva York.

—Buen amigo —repitió Laurie, queriendo reír.

—¿Que? —ella alzó una ceja.

—Sabes que no pienso en ella de esa manera ahora ¿no?

—Si y...

—No tienes porque recortar los detalles.

Hope suspiró y rodó los ojos.

—Vale, le agrada, mucho.

Laurie sonrió, le sorprendió el efecto nulo de aquello, en un momento de su vida pensó que cuando Jo se fijara en alguien sería extremadamente doloroso, pero ahora que finalmente paso, no sintió nada.

—¿Estas bien? —preguntó Hope.

El le respondió con una sonrisa, le cogió delicadamente de la mano, dejando acaricias con su pulgar en la fina mano de su amiga.

—Perfectamente.

LADY BIRD- Laurie  LaurenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora