II. Call him Teddy

771 95 0
                                    




1861

—Amy no ha salido de su habitación —murmuró Hope, dejando su libro de lado y mirando en dirección a las escaleras, preocupada.

Su pequeña hermana dejó de tocar el piano en cuanto le escuchó hablar.

—Lo sé —dijo Beth de vuelta, soltando un suspiro —Ya se le pasará, y, quien debería estar enfadada eres tú.

Al baile al que habían ido sus hermanas Meg y Jo ella debía asistir también, pero un resfriado se hizo lugar la noche antes. Por lo tanto en lugar de acompañarle un lindo vestido y tal vez un lindo caballero, le acompañaban los escalofríos y una nariz rojiza.

"En realidad prefiero esto" sonrió, señalado su libro, en el que, tachaba y reescribía las palabras.

Coger un libro al azar, sin importar la historia que llevase dentro, y tachar frases, palabras, hasta hacer algo completamente suyo. Lo hacía cada vez que tenía tiempo libre. Y claro esta, también tenia miles de hojas con contenido que nadie más que ella había leído. Jo era la escritora, para ella era tan solo una distracción.

El silencio entre ambas no duró mucho porque Amy hiz9 lugar en la estancia. Se escucharon sus pasos fuertes, bajando las escaleras, y su acelerada respiración.

—¡Odio a Jo!—Se dejó caer en el regazo de su hermana mayor, quien le acarició sus cabellos dorados con una media sonrisa.

—No lo haces, Amy —sonrió —estas enfadada, lo entiendo, pero piensa en todos los bailes que tienes por delante.

—Pero yo quiero bailar ahora —se quejó, con un mohín en la boca —Ojalá se tuerza un pie bailando.

—¡Amy!

Y como si las palabras de la pequeña se hubiesen alineado con las palabras del universo, por la puerta aparecieron Meg y Jo, tan solo que era Meg la que iba cojeando.

Las tres hermanas se pusieron de pie de inmediato, cogiendo a Meg entre sus brazos y llevándola al sillón individual.

—¿Que pasó? —Exclamó Amy, y después de esta vinieron más exclamaciones sin sentido por parte de todas las hermanas, sería todo un caos para cualquiera que no las conociera.

—¿Si aprieto aquí duele?—preguntó Hope, quien había cubierto el tobillo de su hermana mayor con la tela que su madre le había pasado segundos antes.

—Un poco... —respondió Meg, con una mueca.

—Hope quita, yo lo hago —susurro Jo, empujando ligeramente a su hermana, haciendo que esta cayera en seco al suelo. Hope soltó un bufido de indignación, pero realmente estaba acostumbrada a cada una de sus hermanas al cien por ciento, no se enfadaba tan fácilmente.

—Disculpe por el orden Sr. Laurence —escuchó decir a su madre ¿Sr. Laurence? Había un hombre en la habitación y ni se había percatado.

Se puso de pie al instante y dio media vuelta, encontrándose con un par de ojos que la observaban divertidos.

Antes de que pudiera presentarse su pequeña hermana Amy se interpuso con una tonta sonrisa.

—Soy Amy.

—Un placer —sonrió el, con educación —¿Y usted...?

—Hope —sonrió la castaña—. Usted no es tan viejo como para ser el auténtico James Laurence —una observación tonta, pero realmente no sabía como preguntar por su nombre.

—Si, me temo —río—, soy Theodore Laurence.

—Theodore —exclamó con una sonrisa—, excelente nombre.

—Su hermana no piensa lo mismo —volvió a sonreír, no podía parar de hacerlo desde que mantuvo el primer contacto con la primera March que tuvo el honor de conocer.

—¡Cierto! —Exclamó Jo a lo lejos —¡Llámale Teddy!

—Oh —río Hope —. Entonces Teddy será.

Lo último que vio Laurie Laurence de la casa March aquella noche fue a Hope y Jo March alumbradas en la misma habitación. Jo leía algo de unos papeles algo arrugados, con pasión. Y Hope escuchaba con una sonrisa, mientras escribía discretamente en el escritorio.

Teddy durmió con una sonrisa.

LADY BIRD- Laurie  LaurenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora