Un grito infantil de temor despertó a toda la familia Bakugo.
Masaru, Mitsuki y Katsuki corrieron al cuarto de su pequeña Hanami. Abrieron la puerta y se la encontraron con su cabello chamuscado, rodeada de un poco de fuego y llorando a mares.
Masaru la tomó y comenzó a mecerla para que se calme, Mitsuki apagó el fuego mientras Katsuki asimilaba lo que pasó, con una incógnita a punto de resolverse en su cabeza:
¿Hanami sí tenía un don?
Por el hecho de que a sus cuatro años no presentó indicio alguno de un poder, supusieron que ella sería parte de la sociedad que no tendría uno. Pero no, tal parece que no es así.
La llevaron al hospital para que sea revisada por cualquier cosa, y determinaron que su don era el mismo que el de su padre, pero evolucionado.
Soltaba pequeñas chispas que llegan a ser unas explosiones con bastante potencia al frotar cualquier parte de su cuerpo.
Lo que se supuso, fue que ella comenzó a jugar con sus manitos, así logrando crear una chispa lo suficientemente grande como para prender fuego su cama y sus mantas.
Esto sería un problema, pues ya no podrían dejarla sola por tanto tiempo como en la noche, a menos de que se aseguren de que dormirá hasta que ellos se levanten y la controlen.
Hanami estaba aún en estado de shock, pero a la vez feliz porque sí podría ser igual de fuerte que su hermano si entrenaba tan duro como él.
Katsuki comenzó a cuidar más de ella, estaba mucho más pendiente sin darle importancia a sus padres, que le decían que no se preocupe tanto.
No quería que le pase algo a la pequeña luz sonriente de su vida.
Finalmente, un día el profesor curricular del adolescente, Aizawa, mencionó que existía una escuela para niños pequeños que no podían controlar sus dones, o niños con deficiencias que hacían que no se pudiese esto mismo. Katsuki anotó toda la información sobre esa escuela y luego de clases fue a averiguar sobre dicho espacio educativo.
Era gratuita, financiada por el gobierno. Así que fue y tomó foto de todo lo importante para ir a su hogar ahora sí. Les comentó a sus padres sobre esto y ellos estuvieron de acuerdo en ir a ver. En tan solo unas semanas más, Hanami ya asistía allí e hizo una amiga con su mismo síndrome: Marako Keiko.
Costaba bastante la interacción, pero ambas lograron llevarse bien.
Katsuki estaba feliz de que su pequeña ya tuviera con quién juntarse, al menos no lo extrañaría tanto en el campamento escolar.
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𝐀𝐮𝐭𝐢𝐬𝐦 ║ 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨
Fiksi PenggemarKatsuki hizo la promesa de protegerla, una promesa que cumpliría sin importar qué. Ella era su sol, sus ganas de seguir entrenando y mejorar para ser el número uno. No dejaría que nada ni nadie la lastimase. Portada hecha por @Andy_Saiki de la @Deat...