𝐀𝐮𝐭𝐢𝐬𝐦 ║ 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢 𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨

𝐄𝐩𝐢́𝐥𝐨𝐠𝐨

La pequeña rubia con ya nueve años observaba aquella gran pantalla en su hogar. Era su hermano el protagonista de la Hero Network.

―Ese es mi hemano ―dice ella en un asentimiento de confianza a sus amigos. Su habla mejoró considerablemente en esos tres años. Solo unas pocas letras le costaban.

―No es cierto... ¡Tu hermano es genial! ―uno de sus amigos más cercanos comentó. Hanami asintió con la misma sonrisa que su hermano mayor ponía al ser halagado.

―¡Clao que sí! ¡Etá en el top 10! ―el llamado de su madre interrumpió su momento de presumir a su familia y tuvo que volver a casa.

―¿Qué te dijimos de andar contando a la gente quién es Katsuki? Es peligroso, Hana ―sermonearon sus progenitores al llegar.

―Peidón.

Los tres se sentaron en la mesa, comieron y luego de un rato, Hanami recibió una llamada de parte de su hermano (desde el celular de su madre).

―¡Katki! ―habló primero, oyendo una risa del otro lado―. No ere' Katki. ¡Ere' Jenis!

―Así es, Hana. ¿Cómo estás? Quería hablar con tu madre ―mencionó el hombre con el celular del joven en sus manos, puesto de la extraña manera en la que él acostumbraba para atender o hacer llamadas.

―Ah, yo es--toy bien. Ahora te paso con mami ―según él detectó, la niña se había levantado y ahora caminaba―. ¿Cómo etá Katki?

―Él está bien, aquí conmigo ―se abstuvo a decir, no le diría a ella, sabiendo la relación hermosa que tenía con Katsuki, lo que ocurría con él―. Hola, ¿cómo está, señora Bakugo?

Se pusieron a conversar acerca del tema, tema del que Hanami fue echada porque era muy pequeña para saberlo.

―¡Pero ya estoy garde! ―refutó, pero aun así, eso no evitó que su padre llegase y la alzara para entretenerla y mantenerla alejada.

Pero ella no era tan tonta como antes. Ya era más grande y entendía varias cosas que antes no. Su padre sabía de qué estaban hablando, su madre, Jeanist, y estaba segura de que no eran los únicos; y el hecho de que no quieran decírselo estaba matándola. Si fuera más inteligente podría entenderlo, si no hubiese nacido con ese problema podrían decirle lo que pasa.

No se lo decían por su condición, de eso estaba segura porque ella misma lo escuchó una vez. No se lo decían por el mismo motivo por el que todos le decían que era "especial".

Jamás le había molestado el que le dijeran así, era hasta halagador. Pero cuando la ansiedad por no saber algo que todos sí la carcomían en un sentimiento que no sabía explicar, no sabía expresar su dolor porque ni su hermano quería decirle lo que todos sabían.

Esa noche hubo una cena en su casa, honoraria a Edgeshot. Tres años habían pasado y ella extrañaba con su alma tomar el té con él. Pero no, esta noche se centraría en oír todo muy atentamente para descubrir el dichoso tema.

Pasaban las horas, Hanami tenía sueño y cayó rendida en el regazo de su hermano mayor, quien la llevó suavemente a su cuarto para que lograse dormir cómodamente hasta el día siguiente.

Pero lo que nadie sabía, era que despertó rápidamente cuando a su mente llegó el plan. Se puso de pie y fue hacia la cocina. Antes de entrar, escuchó algo que casi la mata en vida.

―Solo le quedan unos meses más con su corazón.

¿Quién dijo eso? ¿Quién no viviría más? ¿¡Por qué ella no entendía de lo que hablaban!?

Oyó a su madre llorar y a su padre junto a su hermano consolarla. No sabía qué pasaba. ¿Quién moriría en meses? ¿Jeanist? ¿Mirko? ¿Endeavour? ¿Ryukyu?

Inconscientemente unas lágrimas cayeron al pensar que podría ser su hermano, pero luego pensó que no, Edgeshot le dio su corazón y no había manera que esté matándolo. El corazón de Edgeshot era amable, apacible, no tendría sentido en su pequeña e inocente cabeza.

Pero la ciencia no decía lo mismo.

♥

Bueno, he de finalizar acá esta historia. Corto, pero me agradan mucho más así jsjsj.

¿Les gustaría una "segunda temporada" o como una continuación? Tengo una idea interesante de un segundo libro/segunda parte de esto. Sería cortito como este, aunque probablemente lo alargue más.

Ustedes díganme si sí o si no. ☺