10. La Fiesta.

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Damon.

Después de darle el beso a Ginebra en el baño y dejarla sorprendida, decidí evitarla.

Es mejor así, lo mas seguro es que me vaya a preguntar porque la besé, aunque para ser sincero ni yo sé. Ni siquiera le daré tutorias hoy en la tarde.

Hoy es viernes, día de mi súper fiesta y noche de ganar la apuesta, y de ganar la virginidad de Ginebra.

Me pusé una camiseta a cuadros, unos vaqueros y unas botas negras.Ya estaba listo para la fiesta, mamá se fue a cenar con un sujeto llamado Thomas Huff, tenía como minimo 40 años, tenía los ojos marrones y el pelo castaño oscuro. Era alto.

Diana estaría en la fiesta, así que no me preocupa; mamá llevó a Dany con una niñera, pasaría por el después de llegar de su cita. Esta es su cuarta cita con Thomas, cae bien, es de las personas que ves y aunque parezcan arrogantes sientes que debes hablarles y caerles bien. Es algo así como yo, pero en ve

La fiesta acabaría a las doce de la mañana, sé que es temprano para una súper fiesta, pero mamá llegaría como a la una de la mañana, tendría una hora para limpiar, junto con Christian y Charlie.

- Amigo, ¿seguro que vendrá Ginebra? - me preguntó Charlie, estabamos viendo una pelicula de terror en mi sala, ya teniamos listas las botanas y bebidas. Todo iría de maravilla, ademas de que me podría olvidar, aunque sea un rato, de Ginebra.

De repente escuché un grito de niña, volteé a todos lados, buscando el origen del grito, mi mirada se detuvó en el sillón frente a la tele, ahí se encontraba Christian, tapandosé los ojos para evitar ver la matanza que pasaba en la tele. Charlie estaba sobandole la cabeza, consolandolo, me miro y pidió ayuda con sus ojos, reí, negando con la cabeza.

- Jodete tu solo. - le respondí riendo.

Charlie era, por mucho, mi mejor amigo. Siempre estaba ahí para mi. Me daba consejos cuando se los pedía, y me regañaba cuando hacía algo mal. Por eso me llevo tan bien con el, somos tan diferentes que a veces me llegaba a preguntar ¿por que una persona reservada, callada, timida, sería amigo de alguien como yo? una vez le pregunté eso, el se encogió de hombros y me respondió: ¿por que no?

♣ ♠ ♣

- ¿Seguro que es buena idea? - le pregunté a Charlie.

- ¡Claro!, la fiesta ya inició y ella todavía no aparecé. - me respondió con una sonrisa en su rostro.

Eran las once y media de la noche, Ginebra aún no aparecía, me encontraba frente a la puerta de los Black, iría por Ginebra, la llevaría a la cama hoy en la noche y ganaría cien dolares. Tal vez no este enamorado de ella, tal vez solo es deseo, tal vez necesite tener sexo con ella y así me podré olvidar de una vez por todas de ella.

Tomé una gran respiración, estaba nervioso, lo mas seguro es que no aceptaría ir, si eso pasa valdría mierda, aunque me quedarán dos semanas mas, yo necesitaba acostarme con Ginebra, probar mi teoría que solo necesito un buen acostón con ella y ya se me pasará mi "enamoramiento", mis pensamientos estan muy confundidos. Primero sientó que nunca he dejado de amarla, y ahora piensó que con un buen polvo se me pasará. Si que estoy mal.

Sequé las manos en mi pantalon y toqué el timbre, tenía una tono pegadizo.

- ¡Ya voy! - se escuchó la voz de Ginebra desde el otro lado, en cuanto escuché su voz solté un suspiro. Charlie rió.

- Si que te trae loco, ¿no es así? - me preguntó, fruncí el ceño y volteé a mirarlo con furia en los ojos, este se encogió de hombros.

Escuché pasos acercandose, después la puerta abrirse, para dejarmé al final con la boca abierta.

Mi Rara y Loca Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora