04. La Apuesta

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Damon.

La noche anterior no pude dormir mucho por culpa de un sueño.  La verdad fue algo un poco raro, ya que no me pasaba desde los catorce años. Tuve un sueño húmedo con Ginebra Collins. La verdad es que me gustaría mucho decir que ha sido la primera vez que he soñado con ella de esa forma, pero por desgracia no es así.
Me habia despertado a las 4:57 de la mañana, sudando, intentaba recordar algo del sueño, me paré y dirigí a la ventana para respirar mientras intentaba acordarme, entonces las respuestas llegaron a mi. Soñé que tenía sexo con Ginebra en mi habitación. Soñé que tocaba y besaba la tinta que estaba en su piel.

Y, como niño de trece años, tuve que usar mi mano para encargarme del asunto.

En fin, abrí la ventana que faltaba de mi habitacion y me dí una ducha muy, muy fría. Cuando acabe, no quise volver a dormirme, tal vez tuviera un sueño igual y no estaba con ganas de eso.

Tal vez soñé con ella de esa forma por que estuve enamorado de Ginebra Collins.

Desde los siete años, edad cuando la conocí, hasta los doce años, edad cuando entre a la secundaria.

Recuerdo perfectamente que en la primaria, cuando la veía cerca de un niño, incluso de Derek, se encendía un sentimiento en mi interior, que era imposible apagar hasta que ella me miraba y sonreía. Su sonrisa era la única capaz de tranquilizar los celos que habitaban en mi.

Cinco años sufrí por esa niña, con mejillas llenas, que nunca me vio como algo más que un amigo.

Siempre soñé con ser el hombre para ella.

Anoche, después de mi sueño y de ver a Ginebra semi desnuda, decidí una cosa. Yo le quitaría su virginidad.

Estoy muy seguro que Ginebra a sus dieciocho años seguía siendo virgen. Nunca la miré estar con algún chico de esa manera. Así que lo tenía decidido.

***

Entré a clase de Biologia. Iba a sentarme a mi banca y Ginebra me sonrió y saludo ¿Que demonios? Mire a Christian y a Charlie, mis mejores amigos, ellos estaban igual de impactados que yo.

Charlie, sin mover los labios, pregunto.

- ¿Por qué te saludo? - respondí de la misma manera:

- No se -¿que se traía en manos la pequeña Ginebra? No es normal que fuera amable con las demás personas.

- ¿Porque tan amable, linda? -le preguntó Christian, sonriendo coquetamente. Ginebra frunció el ceño.

- Vengo a hablar con Damon, no a platicar con alguien usa la palabra linda para elogiar a una chica -respondió de manera cortante.

Charlie no pudo evitar soltar una risa por su forma tan fría de responder, yo tampoco pude.

Christian frunció el ceño y soltó la palabra fenómeno en voz baja, aunque alcance a escuchar, cosa que por alguna razón me molesto un poco. Nunca me ha gustado esa palabra.

- ¿Que me quieres decir, linda? -imité la voz de Christia, ella rodó los ojos.

- Estamos en paz, ¿cierto? Ya sabes, yo no te molesto y tú no me molestas - alzó una ceja.

- Si, -dije, no muy seguro- ¿por qué la duda?

- ¿Eso significa dejarás a Derek y a mi en paz?

Si la quería llevar a la cama teníamos que empezar a estar en paz, sin peleas y, por desgracia, sin apodos.

- Si, no los molestaré si ustedes no me molestan.

Ginebra me miro alzando ambas cejas, pensando en que contestar.

Mi Rara y Loca Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora