Soy el Taehyung de este mundo [KookV]

Capítulo 13

"Deseos"

Los días pasaron y tan rápido como se había ido, la felicidad volvió a la casa, acompañada de llantos adorables y risas acompasadas. Los tres jóvenes aprendieron a vivir con la pequeña criatura que había llegado a sus vidas y así pasaron dos meses.

En aquel lapso de tiempo habían pasado muchas cosas. Justo después de dar a luz, Taehyung calló en una intensa fiebre, día y noche era cuidado por YoonGi mientras SeokJin acunaba contra sus brazos a el pequeño Soobin que lloraba por estar en los brazos de su padre, pero simplemente el cuerpo de Taehyung no respondía a ninguna medicina. Hasta llegaron a pensar que su vida se iba lentamente, y lloraron a su lado.

En medio de la agonía Taehyung recapacitó y recordó el libro.

Había sido capaz de evadir las palabras grabadas en las hojas varias veces, y esta no sería la excepción, los pequeños llantos de su bebé le llamaban y él moría por correr y darle todo el amor que pudiese, por lo que con la ayuda de su hyung y de sostener a su hijo por varios minutos al día logró ponerse de pie y dejar la cama.

Por suerte su hijo nació sano y fuerte, demostrándolo cada vez que hacía retumbar la casa con sus berrinches y sus gruesas lágrimas cuando quería estar con sus papi Tae. La vez que Taehyung lo vio por primera vez luego de salir de su enfermedad, casi lloró de felicidad. Aquel cuerpecito chiquito y gordito estuvo en su vientre y con ese pensamiento, se pasó todo el día sosteniéndolo contra su pecho, oliendo su escaso cabello y tarareando canciones de cuna. Tampoco podía evitar hallar notables rasgos de Jungkook en él, como su cabello oscuro, sus ojos y su naricita, y por ese momento deseó tener una fotografía de un Jungkook bebé en sus manos y compararlo con su hijo.

-Taehyung-ah, será bueno para el bebé salir a tomar el sol un rato- Escuchó decir de Jin. Asintió y con cuidado de no despertar al niño se levantó del sillón y salieron de la casa hacia el jardín.

-¿Cuándo crees que Hoseok volverá? han pasado casi ocho meses desde que se marchó y un mes y medio desde que envió la carta-

-YoonGi me dijo que no decía gran cosa, sólo que aún faltaban objetos por reunir... oh, déjame...- Jin tomó en sus manos al bebé que comenzaba a quejarse entre sueños.

-Una bruja apasionada... ¿qué quiso decir Hoseok con eso? Dijo que sus hechizos eran más fuertes- Ambos tomaron asiento en la manta bajo el árbol que previamente había instalado SeokJin y acostaron a Soobin rodeado de cojines para evitar que se moviera.

-Verás Taehyung, según la información que pude obtener de YoonGi, son brujas que perdieron el amor y que tienen algún objetivo pendiente, la fuerza de la venganza es lo que alimenta su magia- El menor arrancó un diente de león del césped y sopló.

-Magia eh...- Suspiró -Me pregunto... qué pasará en el palacio- Miró a Jin -¿No tienes curiosidad? ¿El cómo estará NamJoon hyung?- Preguntó con claras intenciones.

-Oí que conoció a una princesa del reino vecino- Lo había leído de una de las cartas que traían los sirvientes del amigo de YoonGi, ciertamente le decepcionó pero no podía pensar en eso en estas circunstancias.

-¿Enserio?- Taehyung apretó césped a su lado, sabía quién era aquella princesa.

-S-Sí, pero de igual forma... el beso no significó nada-

-Me pregunto si fue así-

-NamJoon- Habló una pelinegra entrando al despacho del rey.

-Hwasa- Se sorprendió al verla.

-Tienes que arreglar este asunto Nam, los sirvientes están alterados, no hay calma en este castillo- Con confianza se sentó en una de las sillas de terciopelo frente al moreno.

-Los señores Park de nuevo?- Se frotó las sienes de solo recordarlos.

-Me compadezco del príncipe Jungkook- Suspiró rendida -También del chiquillo, Jimin- Apoyó el codo en la mesa y recargó su mejilla en la palma de su mano -Hoseok... ¿sabes a dónde fue?- Le preguntó preocupada.

-Él siempre viajó pero nunca había tardado tanto, he mandado a buscarlo por una tropa, pero siguen sin resultados, creemos que salió del país-

-Creí que lo encontraría cuando volviera aquí pero creo que fue en vano, al final terminé contigo, qué aburrido- Alargó la o de la palabra, molestando al mayor.

-Ni que lo digas, no quiero que me vean contigo- Le siguió el juego.

-He escuchado rumores- Rió -que nos incluyen a los dos, ya sabes, boda, hijos, familia feliz- Dijo burlona.

-Ni lo sueñes- Ambos rieron.