Historias Destiel

𝙶𝚛𝚒𝚎𝚝𝚊𝚜

Los disparos sonaban fuertemente, en aquella tormentosa noche de noviembre

Cómo una especie de flashback, dónde su percepción era desenfocada, en cámara lenta y escuchando las voces como si estuviera bajo el agua

Un disparo, dos y tres, todos directos al pecho de la mujer de tez morena, que aún lo perseguía con esa enorme guadaña.

Las gotas de sudor, perlaban en la frente de Dean, quien se retorcía inquieto en su cama, moviendo su cabeza de lado a lado, apretando fuertemente los parpados

En sus sueños, finalmente lograron encerrarse en una especie de cuarto tipo mazmorra

Jamás había visto algo así...

La persona que escapaba con él, no era Sam. Y no lograba reconocerlo, pero de alguna manera, podía sentir que era importante. Por más que estuviera difuminado en su mente...

Ese hombre le sonrió, y por un breve instante antes logró dilucidar sus ojos azules, humedecidos por una cortina de lágrimas

"Te amo... Adiós, Dean"

—¡Cas!.-

Se despertó de forma abrupta gritando el nombre que figuró de último en su nublada mente, mientras extendía su mano para alcanzarlo, sentándose en la cama, jadeando por la falta de aire

Al darse cuenta de la soledad y quietud del lugar donde se encontraba, cerró los ojos y dejó escapar un suspiro pesado de resignación y cierto alivio...

Otra vez había estado teniendo sueños bizarros, sin sentido, como si fueran parte de una película mal grabada, con un sonido horrible y rostros más bien distorsionados

Situaciones extrañas, dónde lo poco que podía reconocer, era a Sammy llevando el cabello ridículamente largo, y al parecer cazaban juntos.

En uno de esos sueños, recordó verse a si mismo en el espejo, con su rostro difuso, pero sus ojos parecían cansados, tristes, y tenía la mirada de quién había pasado por mucho...

No podía reconocer su propia voz de lo ronca que era, incluso más que la de su padre...

Pero era la primera vez que soñaba con el sujeto de ojos azules y una gabardina, hablándole directamente...

Parpadeó varias veces, y buscó calmarse antes de encender la luz del velador.

Miró un poco alrededor y se dió cuenta de que estaba en el motel donde se estaba hospedando desde su última cacería en solitario

Se levantó de la cama y revisó la casilla de mensajes del teléfono celular con tapita

No había noticias aún de su padre...

Suspiró de forma pesada y se dirigió al baño para mirarse al espejo

Nada tenía que ver con el hombre reflejado en su sueño, Dean tenía veintiséis años de edad, y la mirada de su yo mayor endurecida por el paso del tiempo no estaba aún allí.

Se dio una pequeña ducha rápida, para después colocarse la vieja chaqueta de cuero color tabaco de su padre y salió de la habitación con su pequeño bolso al hombro

Su padre llevaba días desaparecido, sin contacto, ni ningún tipo de señales de vida...

Debía recurrir a Sam cuanto antes... Pero dudaba seriamente en cómo hacerlo, simplemente porque llevaban sin hablarse dos años, desde que decidió dejar todo para irse a Stanford...

Se sentó en el asiento del impala, tras el volante, colocando ambas manos allí, para dar un pequeño apretón pensativo

"Te amo... Adiós, Dean"