capitulo 3

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Narrador:

ya estaba anocheciendo, Quackity rápidamente habia conseguido una hacha de madera y comenzó a talar árboles lo más rápido que pudiera, no era muy diferente a cuando llegó por primera vez a Karmaland sin nada.

-//tengo que apurarme a hacer una puta casa para que no me maten//-esos eran sus únicos pensamientos presentes, no muy lejos de ahí estaba Luzu igualmente talando árboles con cuidado para que el pelinegro no se diera cuenta de su presencia, sin embargo se habia dedicado más a hacer espadas y picos por si acaso lo atacaban los mobs al igual que estuvo recolectando mucha comida.

La noche ya habia caido, los mobs ya estaban fuera buscando a quien atacar y el hibrido de pato recién terminó su casa, era muy pequeña como la que habia hecho fuera de la casa de Rubius junto a... Junto a su hijo.

Salió de sus pensamientos algo nostálgicos al escuchar un zombie cerca, se metió a su casa y la cerró con bloques de madera dando paso a la completa obscuridad pues al estar tan ocupado en conseguir madera para su casa olvidó que ya no traia consigo ninguno de sus artefactos, ni siquiera sus lentes de visión nocturna y que por lo tanto iba a necesitar antorchas; encogiendose de hombros y con el pensamiento de que solo la iba a usar para pasar la noche,  estaba por sentarse en le suelo cuando sintió algo tocar su pie, alarmado caminó un poco entre la oscuridad y  entonces lo sintió, una serpiente se habia metido a su casa sin que se diera cuenta.

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La cabeza del zombie salió rodando por el corte de la espada de madera de Luzu, sin duda estaba cansado; habia pasado las últimas horas huyendo de los mobs y peleando con algunos, estaba cansado, no habia construido su casa y ahora tendría que pasar la noche trepado en un árbol; suspiró resignado y cuando estaba por subirse a uno escuchó un grito.

-¡NO MAMES! ¡UNA PUTA SERPIENTE!- en cuanto reconoció esa voz sin pensarlo tomó sus cosas y corrió en dirección a los gritos llegando así a lo que parecia ser una pequeña casa de madera (mal hecha por supuesto).

-¡QUIACKITY, SOY LUZU! ¿QUÉ ESTA PASANDO?!- gritó Luzu buscando la puerta para entrar.

-¡HAY UNA PUTA SERPIENTE EN MI PINCHE CASA!-respondió Quackity desde dentro alarmado y huyendo de la serpiente que parecia tener hambre de pato. Luzu un poco más desesperado siguió buscando la manera de entrar.

-Quackity ¿dónde esta la puerta?-

-olvidé poner- AHHHH- siguió gritando el pelinegro, al sentir a la serpiente enredarse en su pierna se alarmó más.

El pelicafe rodeo la casa entera pero al hacerlo se dio cuenta que un montón de mobs se dirigian a la casa por los gritos de Quackity asi que asustado sacó su hacha y rompió dos bloques de madera de la casa logrando entrar, gracias a la luz de la luna pudo dislumbrar un poco al azabache en el suelo y a  la serpiente sobre este dispuesta a morderlo en la cara, sin esperar más usó la misma hacha y mató a la serpiente.

Quackity suspiró aliviado hasta que se dio cuenta de que Luzu estaba en su casa y que ya habia vuelto a poner los dos bloques de madera.

-¿cómo mierdas me encontraste?-

-no fue tan dificil con todos tus gritos, podia escucharlos desde donde estaba-

-bueno ya puedes largarte a la verga-

Luzu negó lentamente con la cabeza, agradecia que todo estuviera oscuro asi no podia ver la cara de Quackity y se le haria más fácil hablarle.

-tus gritos atrajeron a los mobs, si salgo ahora me van a atacar-

-¿y a mi que chingados me importa eso? creí haberte dejado muy en claro que no me importa ya lo que pase con Karmaland y mucho menos contigo, de hecho aún te quiero muerto-

-¿tampoco te importa qué tus primos estén ahí?- soltó de golpe el ojirubi dejando mudo al otro, es verdad, aun estaban Cochi y Beni dentro del pueblo y ahora que él escapó de seguro reforzaron todas las entradas y salidas de Karmalan para que ellos no escaparan; tal vez ya hasta los están buscando.

-puedo réscatarlos yo mismo-

-si claro, ni siquiera puedes defenderte de una serpiente-

-¡ESTA BIEN PINCHE OSCURO Y NO ME DI CUENTA DE QUE SE METIÓ, Y TE RECUERDO QUE FUI YO QUIEN MATÓ A TODOS TUS PUTOS SECUACES Y ROBÓ EL CARGAMENTO QUE ARMADURAS- gritó furioso el pato -y si tanto presumes que eres mejor ve tú solo y dejame en paz-

-Quackity, no puedo hacer esto sin tu ayuda, yo también tengo algo importante ahí dentro-

-¿ah si? ¿y se puede saber qué?-

-mi hijo...- 

Quackity se quedó callado reflexionando todo, si lo pensaba mejor podría utilizar al pelicafe para salvar a sus primos y de paso limpiar su nombre, asi cuando ya este todo solucionado pueda finalmente matar al hombre frente a él.

-Tú hijo esta bien cabrón, cuando lo secuestré se lo encargue a Cochi y a Beni, de seguro está con ellos dos- entonces Quackity abrió grande los ojos y volteo a ver al pelicafe -eso es... la casa blanca...-murmuró para después sonreír-

-¿cuál casa blanca?-

-tenía el presentimiento que tus secuaces me irian a matar a mi casa en el lago asi que mandé a contruir un lugar seguro a las afueras del pueblo, antes de que me arrestarán tuve un mal presentimiento asi que les dije a mis primos que se dirigieran ahí y custodiaran a tu hijo porque pensé que esto era obra tuya-

-excelente, entonces iremos ahi mañana en la mañana-

-tú no me mandas- en eso se escuchó como el estomagó de Quackity rugia por hambre haciendo que este se sonrojara.

-¿no has comido nada?- 

-si pendejo solo que mi estomagó hace ruido porque no le agradas- respondió sárcastico el azabache.

Luzu acostumbrado ya a esa personalidad del menor simplemente sacó unos panes -solo tengo pan pero servirá para que tengas enérgias- mecionó el ojirubi para extenderle la comida.

Quackity no dijo nada más y procedió a comerse el pan rápidamente; un silencio incómodo se formó entre ellos dos pero ninguno tenia ganas de hablar asi que simplemente se acostaron en el suelo frio y duro dándose la espalda ignorandose mutuamente , el cansancio se estaba apoderando de ellos asi que eventualmente cerraron los ojos cayendo en los brazos de morfeo.


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