cap 05

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narrador:

Toda la tarde Luzu estuvo con su hijo y Quackity con sus primos platicando y vigilando que nadie se acercara, cuando el sol comenzaba a ocultarse el pelinegro junto a sus primos entraron a uno de los cuartos.

-¿qué tal todo allá fuera?- preguntó Fuego, se habia encariñado con los primos del hibrido y con este mismo.

-normal, nadie se ha acercado-respondió Beni mirando fijamente al menor haciendolo que el mencionado se sonrojara.

-Luzu ¿dónde estabas y qué estabas haciendo una noche antes de qué nos arrestaran?- preguntó Quackity de la nada con semblante serio, seguia sin confiar del todo en Luzu.

-estuve en el ayuntamiento viendo algunos documentos para mejorar el pueblo-contestó el castaño frunciendo el ceño, sabia que el azabache seguia dudando de él.

-¿y cómo sabemos que es verdad?-preguntó Cochi

-no tengo porque mentir de esto, regresé a casa temprano al rededor de las 7 de la noche acompañado de mis secuaces para poder dormir- habló el de mirada rojiza, Cochi quiso seguir cuestionandolo pero el hibrido lo interrumpió.

-dice la verdad- dijo Quackity dejando perplejos a todos los de la sala.

-primo ¿cómo es que le crees tan fácil a este pendejo?- preguntó Beni

-Luzu es un anciano que se duerme siempre a esas horas, además no sabe defenderse solo y desde que es alcalde esta rodeado de sus guarduchos de cuarta- mencionó burlon el mas bajo. 

-por lo menos tengo una coartada ¿qué me dices de ti Quackity? ¿tú dónde estabas?- interrogó el de ojos rojizos molesto por la forma en que el menor se habia referido a él y a sus secuaces.

-estaba en la casa blanca, ni siquiera estaba en el pueblo- replicó Quackity.

-¿y cómo puedo yo confirmar que es verdad?- cuestionó el castaño, sabia lo bueno que era el pelinegro para mentir, tampoco se fiaba del todo.

-amm papá- habló Fuego llamando la atención de todos los presentes -Don Quackity dice la verdad, yo lo vi aquí todo ese día- terminó de decir, el de ojos rojizos regresando su mirada al azabache que lo veia con una sonrisa burlona.

-¿ves? yo no soy igual que tú de mentiroso-siseó el pelinegro cruzando los brazos.

-no soy ningun mentiroso- replicó con voz molesta el pelicafe-

-¿a no? ¿y qué me dices de las elecciones? eres un pinche mentiroso y eso es lo que siempre vas a ser- dictó el azabache

-Quackity ya déjalo ir, en estos momentos yo ya no soy alcalde y para que lo sepas yo ya estuve en la máquina de la verdad y se comprobó que todo fue legal- contestó el castaño

-pfff si claro, de seguro hiciste una de tus mañas como siempre- dijo el menor -¿a quién le pediste que te hiciera el favor Luzu? ¿a uno de tus secuaces? ¿o a tú asistente lame botas?-

-a nadie, yo no soy ninguna zorra como tú-

-seré zorra pero por lo menos no soy una sucia rata traicionera como tú-

-tampoco eres el alcalde de Karmaland-soltó con veneno el castaño, esa fue la gota que derramó el vaso y Quackity se lanzó hacia él con toda la intención de golpearlo pero fue detenido por sus primos que lo sostenian fuertemente impidiendole llegar a Luzu.

-¡ERES UN HIJO DE TU PUTA MADRE! ¡NO MERECES VIVIR CABRON! ¡TODAVIA QUE ME TRAICIONAS, TE BURLAS DE MI EN MI CARA MALDITO DESGRACIADO! ¡DE ESTA NO TE VAS A SALVAR CABRON! ¡TE VOY A MATAR!-siguió gritando el pelinegro tratando de safarce con todas sus fuerzas del agarre de sus dos primos.

El hibrido pudo haber seguido maldiciendo a Luzu de no ser porque unos balazos se escucharon fuera del lugar, inmediatamente se calló y todos se fueron a asormar asustados a las ventanas que estaban tapadas con cortinas;  lograron dislumbrar a los secuaces que alguna vez le sirvieron a Luzu siendo dirigidos por Sapo Peta, los primos de Quackity inmediatamente los llevaron hacia una esquina del cuarto que tenia alfombra.

-tenemos que irnos, dejen su pelea para otro momento y salgamos de aqui- demandó Beni siendo secundado por el de suéter rojo mientras cargaba al pato que tenia Luzu y se lo entregaba a Fuego para después quitar la alfombra dejando ver un tunel. 

-¿a dónde lleva este tunel?-preguntó el de ojos rojos.

-solo es para alejarnos de Karmaland, lo hice para huir del pueblo en cuanto te matara y no me pudieran arrestar, no es tan largo pero les tomará algo de tiempo encontrarlo y para cuando lo hagan ya estaremos lejos de aqui- habló el azabache serio -hay mobs ahi dentro asi que hay que tener cuidado... Luzu entra tú primero para ver si asi al fin te mueres- dijo Quackity burlón y sin que el castaño lo pudiera evitar lo empujó al tunel haciendo que cayera.

El azabache estaba por bajar cuando el patito que tenia Fuego en sus brazos se escapó y corrió en dirección a la puerta.

-PATITO-

-NIÑO NO- gritó Quackity intentando ir tras el pequeño pero sus primos lo detuvieron.

-no te preocupes primo, iremos por él... tú ve con el pendejo ese, nosotros los distraeremos para que tengan tiempo de huir-habló Cochi entregandole unas armas al azabache.

-¿q-qué? no, ¿qué pasará con ustedes?-

-estaremos bien, ya sabemos manejar al escuincle, nos encargaremos de él y de esta bola de tarados, estamos aqui para protegerte primo... andando- y con eso Beni empujó al hibrido hacia el tunel mientras cerraba el escondite para que no lo notaran.

-no vamos a estar bien ¿verdad?- preguntó Cochi sosteniendo su arma y corriendo hacia la puerta.

-quien sabe, pero será mejor que el emo ese proteja a nuestro primo o sino le iremos a jalar las patas en la noche- respondió el de playera amarilla corriendo al lado del otro.

Ambos salieron disparando sus armas, Beni visualizó al hijo de Luzu siendo apuntado por  de un secuaz y al pato en brazos de ot ro igual -suelten al niño- dijo amenazante.

-¿dónde esta su primo?-preguntó Sapo Peta.

-ni puta idea pero ojalá muy lejos de aqui- contestó Cochi -Quackity confió en ti Sapo Peta y lo traicionaste al igual que todo el pueblo lo hizo-

-al contrario... él junto a Luzu nos traicionaron a todos nosotros, sus actos estan mas que claros en la evidencia mostrada- respondió el hombre -y si lo que dicen de no saber donde estan Quackity y Luzu... ¡ENTONCES LOS ENCERRAREMOS PARA QUE NO PUEDAN LLEGAR A USTEDE!- demandó el hombre haciendo que unos secuaces golpeen por detrás a Cochi y a Beni dejándolos inconscientes.

-señor ¿y qué haremos con el niño?- se atrevió a preguntar uno de los secuaces.

-encierrenlo junto a los otros dos- ordenó Sapo peta -y al pato también; unos encierrenlos y los demás quedense aqui a investigar si hay alguna pista que nos pueda llevar a ellos- y con eso el mayor se fue del lugar.

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espero les haya gustado, en unas horas publico el siguiente capitulo... nos vemos.

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