Narrador:
Mientras Quackity y Luzu estaban en el balcón, Juan se dedicó a preparar las cosas para convocar a los Dioses para pedirles ayuda; pero justo cuando estaba por tomar la última cosa la puerta del templo sonó, curioso se dirigió a abrir y más fue su sorpresa al ver a Spreen entrando como si nada.
-que onda Juan- dijo relajado.
-¿qué haces aqui tan temprano? tú siempre te levantas tarde- contestó Juan.
-me fui toda la noshe a una mina y cuando salí de ahí ya estaba amaneciendo- dijo mirandolo sonriente -y como tú templo que quedaba cerca vine aquí a dormir-
-estas loco si crees que te dejaré dormir aquí, ni siquiera tengo habitaciones disponibles en este momento- replicó el de lentes.
-bueno pues entonces puedo dormir en tú habitación- respondió como si nada, ya iba en dirección en ese lugar cuando el hechicero lo tomó por el hombro.
-en lugar de decir tanta pendejada mejor ayudame con algo importante- le dijo Juan con el ceño fruncido.
-¿qué necesitas capo?-
-necesito que saques a Quackity de este templo y lo distraigas... tú eres bueno para esas cosas, haz que se olvidé un poco de todo y diviertánse-
-¿solo al pato? ¿qué hay del otro?-
-no te preocupes por él, su niñera correspondiente no ha de tardar en llegar- dijo sonriendo, después de su plática con Quackity el hechiero habia decidido ayudarlo tanto a él como a Luzu en su enredada situación amorosa.
-vale, pero a cambio me deberás un favor- aceptó el oso pelinegro.
-¿qué tipo de favor?- preguntó inquieto el de lentes.
-eso lo decidiré yo- respondió Spreen con una sonrisa ladina, en eso se escucharon unos pasos acercarse y cuando dirigió su mirada hacia donde provenian se dió cuenta que era Quackity junto a Luzu.
-SPREEN ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!- preguntó asombrado el pato.
-vine de pasada pero ya que estoy aquí ¿te gustaria acompañarme de aventura Quackity?- preguntó sonriente el oso.
-¿a dónde iremos?- preguntó dudoso el pelinegro pues tenía pensado quedarse en el templo para ayudar a Juan.
-eso no importa che, lo que importa es salir de este aburrido templo a divertirnos- contestó emocionado Spreen.
-de acuerdo, vamos- y con eso los dos individuos se fueron dejando a un castaño ligeramente molesto.
-¿estás molesto Luzu?- la voz de Juan llegando a los oidos del ojirubí.
-no, ¿por qué piensas eso?- preguntó mirando al hechicero.
-tus ojos se volvieron más rojos y tienes una mirada que asusta- contestó el de lentes mirandolo burlón.
-maldita sea- se talló los ojos y molesto.
-¿sabes? es curioso eso de tus ojos ¿siempre ha sido así?-
-no, antes tenian un color más normal pero luego de... un suceso- dijo esas palabras con cierta amargura -se volvieron de este color-
-¿y no sabes la razón exacta de eso?-
-no, o más bien no recuerdo si lo sabia- dijo melancolico.
-bien, entonces averiguemoslo- contestó el de lentes sonriendo mientras corria en dorección a su libreria.
-¿qué no ibas a investigar como regresarnos?- preguntó el castaño siguiendolo.
-necesito ayuda de los Dioses para eso pero recordé que durante este tiempo han estado un tanto ausentes, además lo intenté antes de que despertaran pero... nadie respondió a mi llamado así que solo toca esperar- dijo el hechicero de manera simple sin volearlo a ver, en realidad no habia tratado de invocar a los Dioses todavia.
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Recuperándonos
FanficLuzu y Quackity deciden huir de Karmaland cuando un día son inculpados injustamente por un crímen que no cometieron, confundidos y solos se verán obligados a trabajar juntos para poder sobrevivir al igual que descubrir quien los habia incriminado y...