Fuck the others opinion.|| Steddie.

007. Stay with me, please.

En cuanto se separaron del beso, Eddie habló. Y por otro lado, se sentía asustado, demasiado.

-¿Entonces que diablos somos?, ¿Amigos?, ¿Pareja...?, ¿Quieres que tengamos citas antes y decidirlo?.-Agachó la mirada reprimiendo algo que quería decir.-...no quieres hacer nada de eso. Estás asustado...

-¡Si, demasiado!.-Contestó con la voz temblorosa.

-Hey, cálmate, no tengo la culpa de nada.

-¡No, si la tienes!.-Habló sin antes pensar en las consecuencias; el miedo lo cegaba tanto que creía que por su culpa se sentía así.

-¡¿Y ahora que carajo hice mal, eh?, Te traté bien todo el tiempo, fui un buen amigo, escuché todo lo que tenías para decir, te traté de aconsejar, hice lo posible para que estés bien sin importar el costo!.

-¡Hiciste todo mal!, Yo...yo...¡Yo no estaría tan confundido de no ser por ti, tal vez querer ser tu amigo fue mí maldita perdición!. Desearía que nada de esto hubiera pasado, Munson. ¡No tienes idea de lo que es soportar tener que ser un maldito raro!.

-¡¿Ah, no?!.-Dijo incrédulo.- ¡Toda mí puta vida fui eso, Steve!, ¡No me avergüenzo de serlo, ya no más; que tu si no significa que me puedas utilizar y desechar cómo se te dé la maldita gana!. Solo fui tu consolador todo este tiempo, ¿No?, No sientes nada por mí.

-Eddie, yo...-Jamás fue así; solo necesitaba que le dé tiempo o comprenda cómo se sentía.

No era, no es ni nunca sería su consolador. Era horriblemente doloroso que creyera eso.

-¡No quiero excusas!.-Dolía tanto que el lado comprensivo de Eddie no estuviera presente...

-¡No, no lo fuiste!. Pero no puedo seguir con esto, no puedo.-Se sentía jodidamente mal de tener que hacer esto.

-Steve...-Murmuró con un hilo de voz.

-Lo siento, no puedo seguir con esto. Adiós.-Se levantó, pero pronto sintió que de nuevo sujetaban su brazo.

-P-Por favor, no me dejes, por favor...-Suplicó mientras sus ojos se cristalizaban.

-Eddie...sueltame.

-Por favor, sweetheart...

-¡Deja de ponerme esos malditos apodos!.-Se zafó de su agarre y se fue; el corazón de ambos se rompió en mil pedazos.

Por un lado el pelilargo se sentía traicionado y dolido de nuevo, y por el otro el castaño se sentía culpable y mal por haberlo dejado. Sentía algo por el, no quería dañarlo, pero sin embargo sabía que no podrían ser felices. No cuando la sociedad nunca aprobaría eso, que dos chicos se amen.

Subió al auto y lo encendió para irse a dónde vivía; ya ni siquiera le podía decir casa u hogar, no lo consideraba de ese modo.
Tal vez debía dar la vuelta y pedirle disculpas a Eddie, aún si no las aceptaba; solo disculparse y que pase lo que pase. Era la mejor opción y decidió no tomarla, creyó que lo mejor era mantenerse totalmente alejado de el.

Creía que era lo mejor para ambos, sin saber el terrible error que estaba cometiendo al hacerlo.

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Al llegar a su casa, estacionó y bajó del auto, preparándose mentalmente para lo que iba a suceder.

-¿Donde demonios estabas?.-Cuestionó su padre; su madre había salido y sabían que no iba a volver hasta mañana.

Cosas de trabajo. ¿Podía estar mintiendo?, Solo ella es la que lo sabe.

-Fui a la casa de alguien...-Sentía los nervios, ansiedad y miedo en el estómago; sin que el otro lo note, empezó a clavarse levemente la uña en el pulgar y rascar un poco.