010. Leave me alone.

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La discusión era cada vez más fuerte, podía oír los insultos, objetos rompiéndose, gritos e incluso golpes desde su cuarto. Su respiración era totalmente irregular, sus ojos estaban rojizos e hinchados de tanto llorar; cada vez empeoraba y no podía silenciar ningún ruido, aún tapándose los oídos o aguantando brevemente la respiración. Vivir con todo eso a diario era demasiado para un niño de apenas siete años...
Y la peor parte era que cada vez parecía ser más normal; su padre borracho, siendo infiel, gastando todos los ahorros en prostitutas y alcohol...su madre era la única que cuidaba de el y lo defendía de los abusos de su padre. El problema era que ya ninguno de los dos podía aguantar el infierno de vivir con el.

—¡¿Que te dije respecto a llorar?!.—Exclamó furioso su padre al entrar a su cuarto; había oído su llanto.— ¡Respóndeme!.—Tomó su cinturón.

—Q-Que los hombres que lloran son maricas...—Respondió atemorizado el niño, mirando a su padre mientras temblaba.

—¡¿Entonces por qué lloras?!.—El primer azote dió directo en su rostro.

—¡P-Por favor, no me golpees, papá...!, ¡Te prometo que dejaré de hacerlo!.-Segundo golpe, más fuerte que el anterior.— ¡BASTA!.—Las súplicas eran simplemente en vano, y el llanto solo empeoraba.

—¡BASTA TU!, ¡Deja de ser tan marica y de llorar!. No eres más que un error en mí vida...ojalá nunca hubieras nacido.—Esas palabras marcaban demasiado a una persona, más a un niño de su edad. No lo entendía, ¿Que había de malo en ser diferente?, ¿Por qué su padre no era como los de los otros niños?.

—¡¿Que mierda haces?!.—Exclamó su madre al entrar al cuarto; el pequeño vió la sangre en su cabeza, suponía que el la había golpeado hasta dejarla inconsciente.— Ay, dios, mí niño...—Murmuró al verlo tan vulnerable.

—Que bueno que llegas, querida...el espectáculo apenas empieza.—Dicho esto, sin previo aviso la golpeó y esposó, dejando la llave lejos de su alcance.— Ahora...que empiece el castigo.—Acto seguido, el mayor se quitó la camisa; el corazón del chico se aceleró, ya sabía lo que iba a pasar y sin embargo lo odiaba.

—P-Papá...no, por favor, no...—Susurró retrocediendo, hasta que quedó en una esquina de su cuarto, acorralado.— ¡Déjame solo!.—Pataleó y forcejeó para que lo dejara en paz, pero eso y los gritos de su madre desesperada no funcionaban.

Para cuando acabó, su padre se encargó de vestirlo; estaba demasiado shockeado para siquiera vestirse solo. Su propio padre lo había violado, y no era la primera vez; pudo ver lo desolada y asqueada que estaba su madre, además de que claramente estaba furiosa por lo que acababa de pasar.

—Es hora de divertirnos, querida.

—¡A-Alejate de mí!.

—¡Déjala en paz!.—Reaccionó en el instante en que vió que el mayor se acercaba a ella. Trató de defenderla, pero la fuerza del hombre fue mayor y dejó al rizado en tirado en el suelo.

—¡Eddie, mí amor, escúchame!.—La miró con cierta dificultad.— Corre, vete de aquí, ¡Ahora!.—El niño comenzó a llorar de nuevo y salió corriendo de la habitación; no quería dejarla, pero tampoco podía hacer gran cosa.

O tal vez si, porque al llegar a la sala y ver todo el desastre se le ocurrió una idea: podía tomar un objeto y romper el mismo sobre la cabeza de su padre y, con un poco de suerte, que el golpe fuera lo suficientemente fuerte como para noquearlo.
Tomó rápidamente un jarrón y corrió a su cuarto. Se encontró con su padre intentando abusar de su madre, quien tenía la camisa rasgada y los pantalones bajos; sigilosamente se acercó por detrás y...lo hizo. Rompió el jarrón en su cabeza y lo noqueó.

Fuck the others opinion.|| Steddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora