012. Fuck the othes opinion.

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Eddie no lo podía creer. Steve Harrington, el mismo chico que lo había dañado y apartado de su vida ahora quería "recuperarlo", y no solo eso, al parecer también lo amaba o decía hacerlo. ¿Que se suponía que debía hacer o decir en una situación como esa?.

—¿Eddie?...no es por presionarte, pero el silencio en momentos como estos me da cierta ansiedad...

—Entiendo, solo...solo...no lo puedo creer.

Tragó saliva.—¿Puedes...puedes decir si me perdonas o no?.

—...no lo sé.—Susurró apartando la mirada.— Yo si te amo, Steve.—Tomó otra carta y se la dió al mencionado.— La escribí y nunca supe si dartela o no.

—...es muy bonita, Edds...—Murmuró una vez que la terminó de leer.

—Quédatela...ya no me importa de todos modos.

—¿Significa que no me perdonas?.

—Yo...—Suspiró, ya había llegado a su punto límite.— No lo sé, tan solo ponte en mí maldito lugar: ¡Te acercas a mí buscando amistad, luego consigues que me enamore de ti, al parecer tu también te enamoraste de mí y me dejas solo, cómo a un jodido perro de la calle!. Pero no, no es suficiente todo eso...¡Sabías que ese era mí mayor miedo así que me reviviste un trauma, traté de luchar por ti y me alejaste, ¿Y ahora esto?, ¿Cómo crees que me siento?!.

—Lo siento, por todo.

—Hay veces en que el perdón no sirve, Steve.

—Ya lo sé...—Miró a los ojos del pelilargo; estaban cristalizados, producto del enojo y al mismo tiempo tristeza.— Sin embargo quisiera intentar tener algo contigo...o volver a ser amigos. Cómo antes.

—No se si pueda...—Cerró los ojos.— Dame dos días para pensar con claridad, por favor.

—Te doy la vida entera si lo necesitas.

—Gracias, supongo.—Dijo con un tono un poco confuso.— Cómo sea, vámonos, tenemos que terminar el maldito trabajo para mañana.—Se adelantó y el contrario solo se limitó a seguirlo en silencio; fueron hasta el estacionamiento, específicamente hacia donde estaba el auto del castaño.

Steve se ofreció a conducir y Eddie prefirió no negarse a ello, tan solo tomar sus audífonos y el Walkman para oír música. Y así fue todo el viaje; cada uno inmerso en sus pensamientos, silencioso...y quizás hasta incómodo.
Para cuando llegaron a la casa del castaño, bajaron del auto en silencio y solo hablaban para aclarar ciertas cosas, preguntar que información ponían, lo típico. Solo hubo algo distinto en todo eso; que al momento de la despedida, el pelilargo jaló la camisa del castaño y le dió un rápido beso antes de irse caminando a su trailer.

Tenía muchas cosas que pensar, y poco tiempo para poder hacerlo.

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Dos días después...
24/03. 13:45 PM.

Lograron aprobar el trabajo con un 8; nada mal para ellos.

Terminó de tocar los últimos acordes en su preciada guitarra, aquella canción tenía cierto sentido para el y su situación actual. No era habitualmente lo que solía escuchar considerando que la canción no era de su país, sin embargo, le agradaba oírla y más aún tocarla...o mejor dicho practicarla.

—¡Eddie!.—Interrumpió de repente Dustin justo cuando estaba guardando el cuaderno.

—¡Henderson!...por dios, casi me matas del susto.

—Pues, no debiste darme una copia de la llave de tu casa. Cómo sea, ¡¿Eres consciente de que hoy no fuiste a clases y el director te va a matar?!.—Exclamó alarmado el rizado.

Fuck the others opinion.|| Steddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora