Fuck the others opinion.|| Steddie.

008. Why you are doing this to me?.

En cuanto las clases acabaron, algunos fueron al parque, otros a comprar y otros, cómo la gran mayoría, optaron por ir a casa; para Eddie era algo medianamente sencillo, en cambio para Steve...era todo lo contrario. Tener que lidiar con problemas y no tener a alguien con quien hablarlos, vivir con la ansiedad diaria de que algo malo va a pasar si hace enojar demasiado a su padre; había ocasiones en que llegaba a temer por su propia vida.

Su único escape durante todo este tiempo fue Eddie, y ahora ya no lo tenía al lado; prefirió alejarlo por miedo.
Se sentía furioso consigo mismo y como un completo idiota ya que sabía que le había hecho daño...pero prefería eso a darle esperanzas acerca de un futuro que jamás sería posible y además, del cual no estaba seguro. Dolía tanto pensar en eso...
Ni siquiera notó en que momento llegó tan rápidamente a dónde vivía, solo sabía una cosa; el miedo empezaba a recorrer cada parte de su cuerpo y aún no ponía un pie dentro.

Suspiró y tomó sus llaves para poder abrir la puerta y entrar, cerrando la misma una vez dentro. Anhelaba que sus padres se hayan ido, pero no era el caso.

—¡Hola, cariño!.—Saludó su madre; definitivamente ella no tenía la maldad de su padre, pero tampoco es que pudiera hacer nada; la fuerza de un hombre era mayor que la de una mujer, y eso aterraba a ambos.— ¿Que tal te fue en las clases?.

—Ahh, me fue bien...¿Dónde está papá?.

—Oh...—Miró con preocupación a la mujer.

—Mamá...—Fue con Eddie...no, no, por favor no, solo es una idea mía, ¿Verdad?. Pero...¿Y si de verdad fue?, ¿Y si...y si le hace daño, y si Eddie le cuenta todo y nos daña a ambos?, pensaba el castaño. ¿Y si lo golpea y le recuerda a su padre?, ¿Y si...?.

—¡Steve, mí amor, tranquilo!.—Salió de sus pensamientos al oír las palabras de la mayor; no lo había notado, pero su respiración se aceleró y su cuerpo comenzó a temblar.— Escucha, fue a hablar con este chico...Eddie...

—¡¿Que hizo que?!.—Ahora si estaba alarmado.

—¡Cálmate...!, No salió hace mucho tiempo, primero iba a comprar y para cuando volvieras iba a llevarte hasta su casa y hablar con el.—Explicó.

—No...no tiene...¡No tiene sentido, ¿Por qué me quiere llevar y...y hablarle?!.

—Primero...le dijiste que vas a su casa a hacer un trabajo, así que te llevará esta vez. Segundo, va a aprovechar a hablarle para confirmar que lo que dices sea cierto.—Se acercó a el.— Steve...creo que los dos sabemos que no es la total verdad.—El mencionado tragó saliva.

—Y-Yo...nosotros...—Suspiró.— Si, es cierto...no era toda la verdad.—Su madre lo miró con comprensión.

—¿Quieres contarme que pasa con ese chico?, No le diré nada a...ya sabes...—Asintió a la propuesta sintiendo un nudo en la garganta; tenía miedo, mucho miedo de confiar en ella y que en realidad le dijera a su padre.

Pero no parecía ser el caso...parecía que de verdad podía confiar en ella. Y últimamente, necesitaba a alguien con quien charlar acerca de sus problemas.

—Bien...hablaremos en otro momento, tu padre acaba de estacionar el auto.

—Hora de jugar a la familia feliz, ¿No?.—Sonrieron tristemente.

—Sí...bueno, a poner nuestras mejores caras.—Disimularon estar hablando de algún tema serio; casi al instante, el mayor entró.

—Hola, padre.—Habló primero el castaño.

—Hola. ¿Cómo van tus estudios?.—Nunca un "hola hijo, ¿Cómo estás?", ¡Noo, ¿Para que gastar tiempo en preocuparte por tu familia?!, pensó el menor.