Amor en 2 palabras

Capítulo 9

Evan O'brien

¡Maldición! Me comporté cómo un idiota.

¿Nooo, en serio?

Cállate conciencia, suficiente tengo conmigo.

Uy, perdón.

No podía dejar de recordar las palabras que le dije a la chica.

"¡Bien, Me libras de tener que ver tu cara con esas horribles pecas!"

¡Demonios! Soy un idiota. ¿Por qué le dije eso?

-¡Joven!- la voz de mi chófer a mi lado me devolvió a la realidad. -¿Se encuentra bien? Durante todo el viaje ha mantenido el ceño fruncido y una mirada distante.

-Estoy bien- mentí.

-¿Sucedió algo con la señorita Blake?- dejó la pregunta en el aire.

Solo escuchar su apellido me recordaba lo cruel que había sido con ella. No respondí, no tenía el valor para hacerlo.

-Daniel- lo llamé -¿Qué opinas de mí?- pregunté sin más.

-¿A qué se debe su pregunta tan repentina joven?- comentó con un tono nervioso.

-Curiosidad- repliqué.

-Bueno...Usted es un gran joven y tiene muchas virtudes, es inteligente...

-Daniel- lo interrumpí. -Ahórrate los alagos y dime tú opinión sincera. Tranquilo, no perderás tú trabajo....Tal vez.

Giró su rostro y me observó unos segundos.

Se quedó pensando un momento y añadió -Siendo así, creo es usted es un niño mimado, un poco malcriado y acostumbrado a estar en la cima. Es un poco...MUY narcisista y tiene un carácter un tanto....como decirlo...irritante.

Escuchaba cómo describía cada una de mis aspectos negativos y sentía como si me estuvieran atravesando flechas justo en el corazón.

¿De verdad me veía así?

Por el rabillo del ojo pude notar que su mirada se posó nuevamente sobre mí.

-Pero....Usted también es un gran jovencito, es muy inteligente, guapo y ammm.....- dejó el enunciado en el aire.

¿Es en serio?

¿Lo único bueno que tengo es mi físico y mi cerebro?

Sí

Qué amable.

Ahora entiendo porque esa chica siempre me dice narcisista.

-Soy patético- dije en un murmuro.

-¡No diga eso joven!- reprendió Daniel.

-Es la verdad Daniel, lo único bueno que tengo es este maldito apellido y lo sabes.- respondí tajante -Y ni siquiera sé si eso es realmente bueno.- añadí por lo bajo.

Ambos permanecimos en silencio durante el resto del viaje.

-Joven, estamos cerca- me avisó Daniel.
Sabía lo que eso se significaba debía cambiarme a los asientos traseros.

-Lo sé, estúpidas reglas de familia rica- a regañadientes me cambié al asiento trasero.

No entiendo que tiene que ver en qué lugar del auto nos sentemos.

Hazle entender eso al gran Taylor.

Suerte con eso.

El se limitó a dar un suspiro.