Capítulo 20

1.3K 137 0
                                    

Stiles

Corrí comprendiendo lo que pasaba, Alison era la clave, debía buscarla, debía salvarla. Me sentía estúpido por no ver lo que le pasaba a mí amiga, por no comprender, siempre fui demasiado leal y con Alison pareció que se me olvidaba.

Una parte de mí quería que fuera verdad, ésta Alison era malvada y loca, algo que Scott jamás elegiría.

Era realmente una mala persona, no había querido ver, no había intentado saber, tampoco había investigado porque si había otra razón por la que Alison fuera de está forma, no solo sería él para Scott, también estaría Alison y me enferma pensarlo.

Era un egoísta.

Entre por el pasillo de la casona y comencé a caminar lento, abriendo algunas puertas buscando a mí amiga. Entonces la encontré sobre la cama, no era la misma Alison que estaba hace unos momentos justo a su lado, ésta se veía mal muy mal, sucia, desnutrida, lastimada.

Tomé las cadenas desarmándolas cómo había aprendido, comprobé que mí amiga siguiera con vida y la tome en mis brazos, camine hacia donde estaba yo anteriormente y la vi allí, ¿Cuántos clones podrían haber? ¿Quiénes tendrían clones? Era terrorífico, miro al clon sobre la cama y también la agarró, no eran tan pesadas como creía, quizás solo era el bosque que lo ayudaba.

No sé si está bien que haya tomado al Clon pero el hecho de que fuera eso, no quiere decir que tuviera que dejar muera, no lo haría al menos no ahora.

Narrador

Caminó con las dos mujeres en sus brazos, cuando llegó a la Veterinaria, vio la patrulla de su padre y otros autos que distinguía de la agencia.
Stiles dudo, pero se dio cuenta que esto era más grande que cualquiera aquí. En realidad, Stiles sabía bien de lo que se trataba lo había leído y estudiado todo un fin de semana largo, por aburrimiento. Los Clones fueron algo que le pareció intrigante y le dio demasiada curiosidad.

Después que cruzará la puerta se escuchaba a McCall gritarle a su hijo y al Sheriff intentar calmar la situación, en el momento que el castaño entro, todos se quedaron en silenció. El chico miro a su Jefe de manera tan sería, que sorprendió hasta a su esposo – Tenemos un problema – dijo tomando la camilla que anteriormente había utilizado para depositar los cuerpos de las dos Alison – y es uno muy grande –.

Se escucharon miles de jadeos y entonces Scott fue el primero en decir algo

¿Qué mierda está pasando?

New York - SCILESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora