Cap 4° Grandes cambios

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Shou y Teruki habían gritado un largo "¡¿QUÉ CARAJO?!" al ver a la persona que les había abierto la puerta:

Un niño flaco; muy pequeño de estatura, de más o menos unos 11 años. Ataviado con un yukata tradicional negra más un collar de cuentas; tenía leves ojeras, una palidez pronunciada- parecía anémico- sus labios se veían morados y su cabello alborotado de color negro sólo lo asemejaban más a esas extrañas muñecas malditas.

Pero todas estas características no fueron lo que les hizo gritar así, sino por las palabras que pronunció al verlos:

-Oigan, los escuché la primera vez. Por favor no hagan tanto ruido en MI casa, hay personas tratando de descansar allá adentro.


**Shou parpadeó confundido**

-¿Tu casa? ¿Cómo que tu casa?

Teru:-¿Qué no se supone que este es el hogar y base de la organización de Kirin?

**El niño acentúa su ceño fruncido**

-Tch...¿Y con quién crees que estás hablando entonces?

Shou y Teru soltaron un "¡¿Quéeeee?!" lleno de impacto y confusión



***


Luego de que Jōdō decidiera dejarlos pasar, el... ahora niño y varios de sus pupilos optaron por conducirlos a una sala que estaba compuesta por una pequeña mesa y sillones tradicionales.

Teru y Shou tomaron asiento, mientras el líder los veía en el otro extremo de la mesa. Ordenó a uno de esos hombres trajeados que trajera un poco de té para él y los "invitados" mientras que otro par decidía sentarse de rodillas cerca de la entrada, una pose típica para vigilar que su líder no corriera peligro y claro, mucho menos ahora.

-Viejo... ¡¿qué rayos te pasó?!- interrogó Shou sin tacto, algo que hizo enojar a los pupilos que estaban cerca de la entrada hasta el punto de gritarle que guardara respeto.

Jōdo sólo soltó un calmado "Shhhh..." para evitar peleas

-¡Pero Jōdō-samma! ¡¿No ve cómo le ha hablado?!- dijo uno de ellos


**el niño pelinegro alza sus hombros**

-Lo sé, pero tampoco puedes esperar que entiendan la situación así sin más. Deja que se exprese como quiera, yo me encargo de esto.

- Jōdō-samma...- pronunció el hombre mientras una gota de sudor bajaba por su frente.

Le era increíble ver cuánto había cambiado su maestro, si el "Jōdō viejo" hubiera sido cuestionado o recibido con palabras así habría atacado a la persona mediante indirectas. Pero el "Jōdō niño" no sólo parecía más tranquilo en todas sus acciones sino paciente y considerado.


Ahora se preguntaba si realmente fue así en su respectivo tiempo


-Bien; creo que esto puede resultar difícil de creer. Pero mi cambio físico se debió a...

-¿Es una consecuencia a ese evento en el templo Yamani?- preguntó Teruki impaciente

-¿Cómo te enteraste de eso?-preguntó el niño con sorpresa

-Una amiga, que trabaja con Reigen -san nos contó al respecto. Decidió citarnos porque ha notado un cambio muy raro en la actitud de Reigen-san también y sospecha que fue gracias a ese acontecimiento.

Reigen-sama -En Proceso-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora