Reigen-sama -En Proceso-

Cap 12°Un recuerdo valioso

Nota de la autora: Sé que me estoy tardando con el caos de la batalla, pero les juro que ahora sí esta es la última parte de "calma antes de la tormenta". Digamos que de igual forma verán un enfrentamiento importante, sólo que será de palabras entre Serizawa y Ekubo.

Por otro lado; quiero aclarar que la charla entre Ritsu y Shou será mostrada y retomada en algún capítulo futuro en circunstancias específicas. Puede que esta decisión se vea "desordenada y confusa", pero quiero aclarar otras cosas antes, en especial mostrar más interacción entre los adultos "desaparecidos" porque hasta ahora todo lo hemos visto desde el punto de vista de los chicos.

Sin nada más que decir; que comience el capítulo:

Los hermanos deciden separarse, Yoshioka opta por buscar a las sacerdotisas tal como Reigen-san se lo pidió vía telepatía; mientras que Ekubo decide ir a la zona este de la ciudad para acabar con la horda de soldados que dominan.

No es de extrañarse que en el camino siga acabando con otros de distinta especie y de paso tenga que cortar o explotar un par de naves.

-No tengo tiempo de lidiar con ustedes ¡MIERDA! - grita con furia para hacer explotar todo y cumplir más rápido su misión.

-Reigen me necesita... y no estoy seguro si logró dominar todas las habilidades requeridas para enfrentarse al líder de estos idiotas- expresa para sí mismo.

Pasan cerca de 15 minutos luchando y acabando con todo a su paso; después, tal como Reigen se lo ordenó, guió a los civiles a las zonas seguras donde él y las sacerdotisas dejaron relojes de arena. Lo que le ayudó a que no le cuestionaran nada fue su traje, muchos intuyeron que era alguna especie de agente del gobierno y ya que la existencia de los esper se daba a conocer más y más, supusieron que era alguien importante.

Cuando terminó, intentó usar la teletransportación otra vez para llegar con el rubio antes de que cierta "mascota" pudiera lucirse de nueva cuenta. Pero para su mala fortuna, no le alcanzó la energía y para empeorar las cosas, se percató que uno de los invasores lo había lastimado en el tobillo.

- ¡CARAJO! ¡MALDITA SEA!

Grita con completa ira al ver que tendría que continuar caminando y concentrar un poco de energía por 10 minutos para curarse. Tal como se lo habían dicho a las víctimas del hotel, sus habilidades actuales se concentraban en la batalla y no en la curación, pero al menos para ayudarse así mismo sí podía hacer algo, sólo que en heridas mínimas.

-¡No se equivocaban con la frase: "entre más prisa tienes, más mala suerte atraes"!- se queja y opta por tomar asiento en una banca de concreto de la zona.

Gira su cabeza a distintas direcciones para verificar que no hay nadie que requiera de su ayuda o que alguno de los enemigos esté camuflajeado. Para su buena suerte todo parece estar en orden, al menos por ahora.

Del bolsillo de su pantalón saca un mini reloj de arena, el cual pone sobre el asfalto para generar un pequeño escudo de protección, Ekubo frunce el ceño levemente al recordar cómo lo había obtenido:

**Flashback**

-No necesito eso, aun no perdí todas mis habilidades de "espíritu" así que generar un campo de energía para protegerme no será la gran cosa- se queja.