Eres tú

59 8 19
                                    

Alemania se sentía muy feliz. Chile tal vez no era la típica chica pero su corazón vibraba como nunca cada que estaban juntos.

Pero en ocasiones sentía a la chica distante.

Y no sabía si estaba haciéndolo bien o mal.

Un día decidió buscar un consejo.

Ale- Señor España, ¿Cómo se le hace para comprender a las mujeres?

España- Esa, chaval, es la pregunta por la que filósofos han perdido el juicio y sabios perder la esperanza. Se ha intentado encontrar esa respuesta desde hace tanto tiempo. Es más fácil decirte que fue primero si el huevo o la gallina.

El bicolor siente un aura negra a sus espaldas. Gira con lentitud.

España- Hola nena. Creo que escuche llorar a Izan, los dejo.

Corre hacia una habitación. México suspira.

Mex- No le hagas caso. A veces se pasa de gracioso. ¿Te puedo ayudar en algo?

Ale- Bueno yo... yo conocí a alguien. Me siento tan feliz, pero siento que ella no lo es. Quizás la presione demasiado, quizás ella no quiere estar conmigo.

La tricolor sonríe.

Mex-Veo que en verdad te gusta esa chica.

Ale- Si, me gusta mucho. *se da cuenta de algo*Yo...yo voy a presentársela. Solo que han ocurrido cosas. El lanzamiento del nuevo producto, las promociones.

Mex- Tranquilo, no te estoy regañando.

Ale- El punto es que quiero que funcione. En verdad la amo.

Mex-y, ¿ya se lo dijiste?

Ale- ¿Qué?

Mex- Que la amas. Es importante que se lo digas. Muchas veces tenemos dudas sobre si nuestra pareja es feliz con nosotros.

Ale- Gracias, se lo diré.

Al día siguiente Alemania está saliendo de su oficina. Alguien le sujeta del brazo.

China- Alemania espera.

Ale- ¿China? ¿Qué quieres? Tengo prisa.

China- Solo dame 5 minutos. Solo eso.

Ale- Esta bien. Vamos.

El tricolor y la asiática abordan un auto. Se detienen en un café.

Ale- Habla rápido.

China- Esta será la última vez que nos veamos, así que... lo siento.

Ale- ¿Ha?

China- Siento todo lo que hice. Yo estaba enamorada de Rusia. Y sentí que hacia lo correcto. Ambos somos betas y con la aparición de tu destinada, creí que todo era cosa del destino.

Ale- Casi destruiste nuestras vidas. Rusia, México, Izan, yo. No te importo el daño que hacías, solo buscabas tu satisfacción. ¿Qué clase de amor es ese?

China- Sé que estuvo mal. Ahora lo sé. El amor no debe forzarse. Que si no nace del corazón no es más que un sentimiento vacío. Lástima que tuve que perder a mis dos amigos para aprender eso.

El chico suspira.

China- Lo siento, en verdad. ¿Podría pedirte un último favor? Me disculpas con Rusia y México. Y decirles que les deseo la felicidad, de corazón.

Ale- Si, se los diré. En verdad lamento que las cosas hayan acabado así.

China- Yo también. Adiós Alemania.

La promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora