La promesa

Lo mas importante

El día estaba precioso. Y el lugar era acogedor. Pero la mexicana estaba perdida en sus pensamientos.

Mex- (Mi encuentro con Rusia en la reunión de la escuela, que se haya vuelto socio de Hungría, su acercamiento hacia mí. Tal vez todo no ha sido casualidad. Quizás Rusia, Rusia haya planeado todo, para...)

Rusia- ¿Te sientes mal?

La voz y la mano del ruso en el hombro de la chica la saca de su mente. Miraban algunos aparadores en las tiendas.

Mex- No, solo me perdí en mis pensamientos.

Rusia- ¿Segura? Podemos irnos.

Mex- Tranquilo. Además no puedo hacerte esa grosería. Has ido hasta mi casa puntualmente los últimos 3 días.

Rusia-No sería ninguna grosería. Tú eres lo más importante.

Mex- ¿Importante? ¿Cómo?

Rusia- Este...mira esto es hermoso.

Con obvio nerviosismo Rusia señala un artículo de una vitrina. México le mira intentando descifrar sus gestos. Gira a ver la vitrina. Pero no ve los artículos, ve el reflejo del chico en el vidrio.

Mex- Am...Rusia. Tú, ¿tú porque te acercaste a mí?

Rusia- ¿Qué quieres decir?

Mex-Pudimos solo habernos saludado en la fiesta y ya. No tenías que invitarme ese trago después, no tenías que ir a mi casa, o volverte socio de Hungría, o seguir visitándome. ¿Por qué lo haces?

La mirada del chico cambia. Su rostro pierde emoción. Toma por la mano a la chica y salen del lugar.

Mex- Rusia, ¿A dónde vamos?

Rusia no contesta. Se detiene por un momento mirando en varias direcciones. Necesita un lugar privado. Divisa un hotel. Tras pagar una habitación ingresa con México por delante. Rusia se queda a espaldas de la puerta.

Mex- Rusia, que...

Rusia- Lo de ser socio de Hungría fue casualidad. No sabía que estabas casada con él. Y, si te invite ese trago fue porque enserio quería saber de ti. El cómo habías estado, como te había ido. El que tanto tu vida había cambio desde... y luego no pude dejar de preguntarme el cómo estabas, el que hacías, el cómo te iba. Porque...porque eres importante para mí.

Mex- Rusia.

Rusia- Porque...porque te quiero, te amo. Nunca deje de quererte sin importar nada, sin importar el tiempo, la distancia. Tú eres y serás lo mejor de mi vida, Meksika.

Mex- ¿Por qué no me olvidaste? Seguir tu vida.

Rusia- Porque tú fuiste mi vida. Lo eres. Y no quería volver a perder eso. Eso que me hacía tan feliz.

Mex- No puedo, no podemos.

Con grandes zancadas Rusia se acerca a México. Ella retrocede sin dejar de mirarle topándose con la cama. Un poco asustada se sienta. En ese momento el chico toma con sus manos las manos de ella. Tras darle un beso en las palmas las lleva a su pecho.

Rusia- Mek, quédate conmigo. Iré contra quien sea por ti. Te protegeré. Deja a Hungría y estemos juntos de nuevo.

La mirada suplicante, la voz ligeramente entrecortada, los ojos llorosos. Todo acelera el corazón de la tricolor. Quiere a ese chico. Arrojarse a sus brazos y tras besarle gritar que sí, que se quedara a su lado. Pero no puede. No abandonara a su padre.

Con algo de dificultad se suelta de las manos del chico.

Mex-No. No me iré contigo Rusia.

Rusia- Meksika. Te amo, me amas, lo sé. Lo sentí en ese beso en el parque.- intenta acercarse para abrazarla, viéndose rechazado por ella.

Mex- Te equivocas. Ese beso fue un error. Amo a mi esposo. Eso solo fue un momento de debilidad. Demonios Rusia, no puedo dormir ni estar tranquila por la culpa de que traicione a mi marido. Esto... No quiero que me vuelvas a buscar. Olvídate de una vez de mí.

Sale de la habitación. Rusia se derrumba de rodillas con lágrimas en los ojos. En todo el trayecto a su casa la mexicana también lloró.

Era ya la décima vez que Alemania marcaba el teléfono de Rusia. Ya lo tenía harto el buzón de voz. Acelera su auto hasta la casa del ruso.

Ale- der Idiot, ¿para qué tiene teléfono si no lo contesta? Necesitamos planear todo para ayudar a Mexiko. Si tan solo yo la hubiera conocido primero. No, quita esas ideas idiotas de tu cabeza, Alemania. Voy a ayudar a mis amigos, eso hare.

El auto acelera más por la calle.