Capítulo tres.

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¿Por qué me quitaste a las personas que amaba? Lo único que te pido es que me dejes tranquila.

Atsuko Kagari.

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El proyecto había sido uno de los mejores y no era sorpresa ya que lo había hecho Diana. La profesora felicito al duo por lo bien que les quedo el proyecto y Akko no podía evitar sentirse emocionada por oír a su maestra por primera vez.

—Felicidades Akko. Por fin haces algo bien.—dijo Sucy, una amiga de Akko.

—¡Oye! No seas mala, Sucy—regañó Lotte queriendo evitar alguna pelea.

—Dejala Lotte, pura envidia me tiene de que saque una calificación mayor a la de ella.—

—¿Envidia de Atsuko Kagari? No me hagas reir, por favor. Solo obtuvo esa calificación porque le toco con la señorita perfecta.—

Diana observaba desde lejos a Sucy con enojo, no le gustaba que le hablara así a su amada. El enojo se le fue cuando sus amigas la fueron a felicitar por su trabajo pero claro, no faltaba que ellas le dijeran que tuvo la mala suerte de que le tocara con Akko.

—Les agradecería que dejaran de hablar mal de Kagari. No me gustaría escuchar insultos hacia alguien.—

—¿Por qué de repente defiendes a Akko? No es nada tuyo.—preguntó Barbara.

—La defiendo porque no quiero que siga recibiendo odio cuando no lo merece, así que por favor les pido que no insulten a Kagari.—aclaró Diana.

Las amigas de Diana guardaron silencio. No fue mucho cuando la maestra empezo a dar los otros resultados de los demás estudiantes hasta terminar con todos. Dio su clase como lo hacia siempre, posteriormente termino y se fue sin antes dejarles un anuncio:

—La próxima semana se hara el primer consejo estudiantil por decisión de los maestros y la directora. En el consejo solo podrán estar diez miembros, quienes seran seleccionados por parte de los maestros.—-anunció Finnelan, vio como los alumnos se sorprendían y emocionaban ante su anuncio—Pero los escogidos son los mejores estudiantes de la universidad.

Con eso se retiro y los alumnos empezaron a decepcionarse, sabían que no estarían en el consejo. Diana no se preocupaba, estaba segura de que sería la presidenta del consejo y que sería feliz siendo la presidenta. Lo que le preocupaba eran los demás integrantes del consejo. ¿Serían cómo ella? ¿Los conocería? ¿No serían tan tercos o necios? La verdad, estaba preocupada, sí puede estar en el consejo le gustaría que el consejo fuera...tranquilo.

Sus pensamientos se fueron como el viento al oír que le llamaban sus amigas que comentaban emoción por estar en el consejo. No tenía ninguna duda de que estarían las tres pero, sí no era así, no sabría con quien hablar

—¡No puedo esperar para saber quienes son los integrantes del consejo!—expresó Barbara con entusiasmo.

—Sí, pero es obvio que las tres estaremos allí. ¿Verdad, Diana?—habló Hanna.

Diana las miro y asintió, aún tendría que hacer más cosas después de hacer su tarea. Ser una buena estudiante y tener los ojos encima da demasiado estres, no le gusta para nada ser el centro de atención pero ese era su destino al ser sangre de una familia muy importante.

—Hanna y Barbara, existen posibilidades de que alguna no quede en el consejo aunque sean bajas, pueden hacerse realidad, así que les aconsejo que no se ilusionen mucho por quedar.—dijo Diana alistando sus cosas para marcharse de una vez.

Al irse con sus amigas no se percato de unos ojos rojos que la miraban con interés en decirle algo.

—Dudo mucho que alguna de nosotras quede en el consejo.—opinó una rubia de ojos azules, Lotte.

—Sí, ustedes no quedaran pero yo se que quedare por una cosa...—aseguro Sucy.

—¿Qué cosa?—pregunto Akko.

—Nada importante...—

—Sucy espero que no hayas hecho algo malo. ¡No nos digas que sobornaste a las maestras!—hablo con cierta preocupación Lotte.

Sucy levanto una ceja mirando a Lotte —Vaya... No pense que ustedes pensaran eso de mi.—

—De ti se espera todo...—susurro Akko para que nadie escuchara pero fue en vano.

—Igual sí lo hice, quiero saber que hacen en el consejo y averiguar todo, si va a ver una fiesta, nuevos proyectos y lo más importante... ¡Debo decirles que agreguen una zona donde esten las plantas más peligrosas del mucho y hongos también!—

Lotte y Akko fueron testigos de nuevo de la risa espeluznante de su amiga, solo suspiraron como siempre. Las tres salieron del aula de clases para marcharse a la habitación que compartían pero Akko se disculpo al no poder acompañarlas ya que tenía algo pendiente que hacer, Lotte comprendió y Sucy no dijo nada.

La castaña empezo a dirigirse a una habitación en especial, la habitación de Diana. Cuando llego pensó en que decir para agradecerle a su compañera por ayudarla a sacar buena calificación por el proyecto que hicieron juntas. Al final, tocó la puerta dos veces pero al no obtener respuesta, decidió volver a tocar aunque cuando sus dedos estaban a punto de tocar la puerta fue abierta dejando ver como unos ojos azules se asomaban para saber quien era.

—¿Akko...? ¿Qué haces aquí?—pregunto con nervios al tener a la persona que le gustaba frente a su puerta cuando ella estaba bañandose y tener que interrumpir su baño para abrir la puerta.

—Quería decirte algo, ¿Estas muy ocupada?—

—Algo...—

Akko se decepciono, no tenía la intención de interrumpir a Diana mientras estaba ocupada. Mejor se lo diría otro día.

—Bien, vendre otro día, gracias por atend—fue interrumpida por la contraria.

—¡No! No, pasa, solo necesito terminar de bañarme... Estaba aseando mi cuerpo hace unos momentos.—informo Diana.

Akko se sonrojo de inmediato, interrumpió el aseo de Diana. Que pena.

—¡N-no te preocupes! Jeje... Emm, yo vendre más tarde si gustas.—

—Para nada, estare ocupada todo el día así que es mejor que pases pero, ¡c-cierra tus ojos!—aunque tenía una toalla encima no quería que Akko la viera así.

La de ojos rubies asintio y cerro los ojos aún con el sonrojo. Diana le abrió la puerta y Akko con pasos lentos para evitar caerse paso pero cuando Diana cerro la puerta y se percato de que la castaña casi se pegaba en la pared la jalo rápidamente hacia ella, ocasionando que este en sus pechos.

Akko abrió los ojos de inmediato y al darse cuenta de donde estaba la mitad de su cara se sonrojo y alejo al instante notando la cara roja de Diana quien salió corriendo directamente al baño con una mano en su cara.

—¿Qué acaba de pasar...?—con un confundido y nervioso se hizo a ella misma la pregunta.—Sólo venía a agradecerle...—

Mientras que Diana se arrastro de la puerta de su baño hasta sentarse y poner su mano en su pecho. Exhalo para relajarse pero se emociono por lo ocurrido. ¡Akko estuvo en su pecho!

—Akko, como me gustas...—afirmo—por eso, debo de enamorarte pero de una forma normal...—

Puede que estaba feliz pero sabía que eso afectaría un poco la amistad que lleva con Akko.

No permitiré que te alejes de mí por una estupidez muy penosa...

Fin del capítulo.

DIANA... | DiaAkko UA EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora