DIANA... | DiaAkko UA EN PAUSA

Capítulo dos.

Sigo sin saber es como fue que  hiciste todo eso, toda esa maldad..

Atsuko Kagari.

-----

Diana ya estaba lista para empezar su proyecto con Akko, mejor vestida, todo ordenado, agua por si su amada quería, frutas y lo más importante... Una comoda cama por si su amada se dormia como siempre. Nada podría salir mal ese día.

Se vió al espejo rapido asegurando se de verse bien al escuchar como tocaban su puerta. Se dirigió a la puerta  para abrirla y cuando la abrió pudo ver a Akko con una blusa blanca con tirantes arriba de los hombros, shorts azules y tenis negros, tenía una coleta alta. Se veía hermosa, perfecta para Diana.

— Hola...

— Hola, Diana.

Diana no pudo evitar sonrojarse por estar hablando con la persona que le gusta.

— Ven pasa por favor.

— Gracias...

Diana cerró la puerta, después le indico a Akko donde ir mientras caminaban. Llegaron a la habitación de Diana y empezaron a platicar, a la castaña se le veía incomoda y no paso por alto para nuestra querida Cavendish.

— Akko necesito decirte algo. Por favor, ponme atención.

— Muy bien, di lo que tengas que decir. ¿No me vas a regañar verdad?

— Shh... — Diana le puso un dedo en los labios de Akko, que por cierto se sentían muy suaves.

— Akko quisiera disculparme por todo lo que te he hecho, se que solo decirte perdón no bastara para enmendar todo lo que hice pero quiero iniciar por aquí. Yo Diana Cavendish espero que me perdones Atsuko Kagari, por favor acepta mis disculpas. Haré más cosas para que perdones pero necesito saber si me podrías perdonar.

— Diana...

— Por favor, perdoname.

Akko quedo muda en este instante, no sabía que decir ni que hacer. No se podía creer que alguien de las familias más importantes de su país estuviera rogando por su perdón siendo ella alguien de una familia normal, nada importante.

— Te perdono, no necesitas hacer cosas para conseguir mi perdón. Ten por seguro que no te guardare rencor por las cosas del pasado que ya no importan.

Diana no podía estar más feliz al saber que logro tener el perdón de Akko. Por puro instinto la abrazo lo más fuerte que pudo, diciendo le que estaba agradecida de que le haya perdonado y, que no iba a hacer nada para cambiar su desición al perdonar la.

Las horas pasaron donde nuestro duo terminaba de hacer el proyecto que les asignaron y para su sorpresa Akko no se quejaba ni dormía, daba lo mejor de ella e igual que Diana. El proyecto debía estar perfecto ya que eso era el punto final para su calificación y no podía haber errores en ese proyecto. Cuando por fin terminaron Akko se tumbo a la cama de Diana con su permiso, se estiro y dio vueltas diciendo lo cansaba que estaba mientras que Diana iba por el agua que ya tenía preparada.

— ¿Gustas agua, Akko?

— ¡Claro que sí! Gracias Diana.

Diana le dio un vaso de agua y Akko solo agarro el vaso y empezó a beber toda el agua con animo. Debía admitir que su garganta estaba reseca y eso le incomodaba mucho, ese día hacía mucho calor.

Diana también tomaba agua mirando a Akko, aún no lograba creer que ella estaba en su cama junto a ella. Akko termino su agua y dejo el vaso en una mesita que estaba al lado de la cama y se paro para mirar la ventana, Diana no la perdía de vista.

Su mente solo podía pensar una vida con ella a su lado sin preocupaciones ni tristeza, deseaba casarse con ella y vivir en su mansión con niños corriendo por su patio y alguna mascota pequeña. Era algo absurdo pensar en eso pero no le importaba, si se trataba de Akko todo estaba bien.

— ¿Linda vista?

— Así es.

Akko miro a Diana quien ya la miraba, le dio una sonrisa. Le alegraba saber que Diana no la odiaba, para ser sinceros admiraba a Diana aunque por fuera demostraba odio hacia ella pero era lo contrario. Quería ser como ella, una buena estudiante con una buena reputación, ser una persona madura y amable. Pero ella era todo lo opuesto, no odiaba su forma de ser para nada, solo quería ser mejor persona.

Diana miraba esos ojos rojos como sangre tan hermosos, deseaba mirarlos por toda una eternidad, no se cansaria ni por un segundo.

¿Por qué le gustaba tanto esa linda chica? No lo sabía, pero le gustaba no saberlo. Quería tenerla solo para ella, solo para ella.

| Fin del capítulo dos |