Chapitre Dix-Neuf

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Al recuperar el conocimiento Gabriel empezó a forcejear, en ese momento se lamentaba haber jurado dejar a Shadow Moth atrás para pelear por el amor de Nathalie, sino en este momento sería libre gracias a los kwamis.

En un momento se movió tanto que la silla se volteo, el diseñador quedó con el rostro en el suelo, ahí vio que una de las patas de los aparadores de prendas que había cerca suyo, estaba oxidada y rota; moviendo su cuerpo llego hasta ahí y cruzo sus manos sobre el metal oxidado, gracias a eso corto las cuerdas, ganándose la libertad.

Lleno de alegría y alivió, se levantó, corrió hasta la puerta y la abrió, ahí su sangre se congelo, del otro lado estaba Vanessa sosteniendo una botella de vino en su mano derecha, y una canasta en su mano izquierda.

─¿Que hiciste?─ Gabriel retrocede, ella suelta la botella y la toma del pico ─Sos malo Gabriel, muy malo─ se adrentra

─¿Cómo es que entras a mí empresa sin que nadie te pare?.

─Daren es amigo mío, a él no le interesa que hago aqui─ su cara adopta facciones tétricas ─Lo que está en discusión ahora es que haces libre, yo te amo, pero no puedo dejar que tomes tus propias decisiones, siempre fuiste malo en eso

─Yo no te amo, tenés que entenderlo, déjame libre por favor─ la mira a los ojos, pero ella tenía la vista pérdida

─Me amas─ da un paso más ─Muchisimo─ rápidamente eleva la mano y sin que el pueda predecir el movimiento le parte la botella en la cabeza, está se rompe y el vino se riega por toda la cabeza de Gabriel, al ser tinto, también disfrazó la sangre que brotó de la herida que se produjo, acto seguido el hombre termino en el suelo ─¿Ves lo que me haces hacer?─ se acerca y lo toma de los hombros ─Me pongo mala, pero te amo─ lo arrastra hasta la silla, luego la levanta y sacando fuerza de dónde no tiene, sienta a Gabriel nuevamente y lo ata, luego va hacia un costado, en donde se ve que había sobre un pequeño escritorio, un bolso, y de allí toma unas esposas, vuelve hasta Gabriel y además de la cuerda, le ata el pie izquierdo a la silla ─No te preocupes Gabrielito, mama te va a enseñar a portarte bien─ se aleja y en pocos segundos vuelve con un taburete, lo acerca dónde está Gabriel, y sube en el la pierna derecha, quedando bien estirada

A todo esto el cielo se empezó a teñir de negro, y las estrellas comenzaron a brillar, Nathalie veía el paisaje desde la ventana de la habitación de Gabriel, ella estaba esperando que vuelva pero hasta el momento nada, exactamente habían pasado cuatro horas en donde el diseñador no dio señales de vida, eso para ella era demasiado, intranquila tomo su celular y se comunicó con Roger.

─El protocolo de cuarenta y ocho horas es para los comunes, no me interesa lo que la ley diga que tenés que hacer, te digo que Gabriel hace cuatro horas que está fuera de la mansión y que no contesta su teléfono, así que quiero a todas tus unidades revisando cada rincón de la ciudad o te juro que lo vas a lamentar─ dijo enojada, si tan solo tuviera esa actitud con Dexter, tendría el matrimonio perfecto

Bien Nathalie, tranquila, ya mismo daré aviso a mis subordinados, pero si Gabriel está ebrio en un bar o entretenido en una habitación de hotel, te juro que la próxima vez lo vas a tener que buscar solo, ¿me entiendes?, y no me interesa que tengas contactos en el ayuntamiento, no pienso ayudarte, ¿te queda claro?.

─Si Gabriel no aparece te aseguro que la próxima vez me atenderá otro sargento de policía─ cuelga

Ante la frustración se deja caer al suelo y comienza a llorar, era demasiado para ella, primero la traición de Dexter, la verdad de saber que su esposo casi la mata y que luego la engaño para pretender que nada paso, sin mencionar sus amenazas, y ahora esto, ¿es que acaso había una fuerza sobre Natural que la odiaba?.

Después de deshoharse, se limpio el rostro para eliminar el maquillaje corrido, y bajo para cenar con Adrien, por el momento tenía que mantenerlo entretenido y evitar que se entere lo que pasaba, por más que Adrien era un adolescente capaz de tolerar la noticia, para Nathalie siempre iba a ser el pequeño niño que conoció.

Mientras tanto Gabriel despertó, frente a el estaba Vanessa con el maquillaje corrido y mirándolo, al mismo tiempo que estaba apoyada sobre lo que parecía ser un palo de madera ancho.

─Al fin despiertas─ se acerca y lleva con ella el palo ─Fuiste muy malo Gabriel, quisiste escapar y dijiste cosas muy feas. . .es por eso que tengo que castigarte

─¿De~De que hablas?─ ella levanta el palo ─¿Q~Que haces con e~eso?

─Es tu castigo─ enseña un hacha que había para casos de emergencia e incendios ─Asi jamás vas a volver a dejarme, porque se que tarde o temprano te vas a liberar de nuevo

─Va~Vanessa baja eso, tranquila.

─No lo voy a bajar, lo voy a hacer, tengo que hacerlo, fuiste malo.

─Tranquila, lo siento, tienes razón, fui malo─ ella lo mira desconfiado ─Baja eso y usemos la canasta─ baja un poco el hacha ─Asi es, tranquila

─¿Me amas?─ el tarda unos segundos, ella lo mira fijo

─S~Si te amó─ respondió con miedo

─¡¡¡!Mentiroso!!!!─ grito envuelta en furia mientras empezaba a llorar, luego elevó el hacha Gabriel intento safar su pierna pero fue tarde, ella la bajo rápidamente y la clavo debajo de la rodilla, lo siguiente fue el grito ensordecedor de Gabriel

─¡¡Vanessa que hiciste!!─ llora, ella levanta el hacha, no cortó la pierna pero si fracturó el hueso y dejó una gran herida, en ese momento se dio cuenta de lo que pasó

─Ay que bruta, que hice─ ve como el grita ─Perdon mí amor, enloquecí, por un minuto pensé que dudaste y me puse mal─ se acerca y lo besa, Gabriel sigue llorando ─Ire por un botiquín y algo para el dolor, espérame, ya regreso

Vanessa se va y Gabriel se anima a mirar su pierna, de la impresión termina desmayado nuevamente, lo que vio lo dejo sin aliento, podía ver su hueso expuesto y borbotones de sangre saliendo de la herida y escurriendose al piso.

Miraculous: EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora