Día 27: El Nido

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Había pasado alrededor de tres meses desde que se había presentado el último celo de Harry, en el cual, si había tomado los supresores, pero ya había que volver a poner el nido nuevamente.

-Draco... ¿Puedes prestarme prendas para mí nido? -pidió el azabache -¿Ya te toca celo cariño? -pregunto el rubio que estaba lavando los platos -mmm creo que sí, por eso... Estoy pidiendo prendas para mí nido -sus mejillas se iban tornando de un color rojizo.

El rubio había terminado de lavar los platos luego del almuerzo había subido a su habitación que compartía con su esposo, comenzó a sacar sábanas nuevas para colocarlas en la cama.

-Hazz... Amor, ¿necesitas prendas que estén más impregnadas con mi aroma? -dijo mientras que el azabache comenzaba a arreglar todo -sí, necesito que me des prendas que tengan más impregnadas tus feromonas -el rubio comenzó a buscar en su ropa aquellos que tenían más su aroma.

Cinco camisas, veinte playeras, cinco abrigos, seis pantalones y unas cuatro ropas interiores, los había sacado para darle a Harry, quien comenzó a oler cada prenda y comenzó a colocarla alrededor de lo que iba tomando forma.

Harry habita también agarrado parte de sus prendas para ponerle alrededor de las sábanas, en forma circular para que vaya tomando forma, había intercalado una prenda suya y una prenda de su alfa, comenzó luego a meter sus almohadas dentro, comenzando a restregarse entre aquel cúmulo de ropa, ronroneando por sentir el aroma tranquilizante de su alfa.

-Draco... - llamo el Omega viendo que su alfa se encontraba lejos de su nido, soltando feromonas para pasar -puedes pasar -soltó el moreno -puedes ingresar al nido -el alfa asintió con la cabeza y comenzó a adentrarse poco a poco -gracias, necesitaba tu permiso para entrar -dijo abrazando a su Omega -pero es raro que ya estés dentro si todavía no es tu periodo de celo cariño -dijo el rubio mientras abrazaba a su Omega -es solo por qué estoy cansado amor, es solo por eso, así que no te preocupes, todavía no llega mi celo, pero cuando llegue... Lo vamos a necesitar, aparte así se va impregnando más tus feromonas -dijo el azabache comenzando a ronronear por las caricias que recibía.

Habían descansado allí durante toda la tarde, impregnando el lugar con el aroma del otro, preparando el ambiente para el próximo celo de su pequeño esposo, claro eso sí es celo...




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𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓓𝓲𝓬𝓱𝓪|| DRARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora