Día 25: Un Obsequio

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La navidad que ellos festejaron paso volando, otro año más que se iba acabando, pero en los brazos de su esposo era lo más hermoso, seguían celebrando el Yule con los Malfoy mayores, pero a puertas cerradas en su propia casa, festejaban la navidad muggle, no fue fácil para Draco realizar semejante cambio, pero por Harry él haría lo que sea.

-Feliz Navidad - dijo un rubio que se acercaba a su amado -Feliz Navidad, amor - concluyo el azabache mientras veía la nieve caer a través de la ventana -quien diría que los años se pasan volando, ahora tenemos 23 -se acercó a su omega y se sentó a su lado.

-Sabes, es grato ver cuán lejos vamos llegando con el paso del tiempo, como nos vamos superando, como vamos creciendo como profesionales y como persona - giro su rostro, para poder ver a su alfa -estoy feliz con la vida, porque me dio este hermoso regalo, el que estes aquí, presente, reunido conmigo, me encanta -finalizo el azabache.

-Bueno, a decir verdad me alagas demasiado con esas palabras mi amor, pero tengo un obsequio para ti -dijo el rubio mientras lo ponía de pie, apegando el cuerpo de su esposo hacia el suyo -¿Un obsequio? -pregunto el azabache un poco confundido ladeando la cabeza -sí, un obsequio, sé que debía dártelo ayer por la mañana como en la tradición muggle acostumbra a hacerlo - soltó un suspiro y se quedó mirando los hermosos orbes verdes -pero no había podido dártelo ya que no llego a tiempo, así que vamos a fuera para que te lo pueda entregar -el azabache tenía una hermosa sonrisa en su rostro mientras asentía suavemente con la cabeza -oh pero antes, tengo que cubrirte los ojos, si te quito las gafas no cuenta -el tono burlón con el cual lo dijo hizo reír al pequeño omega - si claro, muy chistoso Malfoy -negó divertido el menor -claro que si Malfoy, ven deja te cubro los ojos para que no veas nada y llevarte hasta tu obsequio -dijo para luego tomar una venda y cubrirle los ojos.

Salieron de su alcoba hacia la planta baja, Draco se encargó de conducirlo con sumo cuidado para que no se choque con nada, ya que no queria que el menor se lastime, salieron de su casa aun con la nieve cayendo colocándose como copos finos de nieve sobre sus cuerpos, las bocanadas de aire que soltaban al hablar era como una pequeña nube de vapor -¿llegamos? - pregunto un impaciente omega -un poco más y ya, pero ¿no tienes frio? - pregunto el mayor de los dos -solo un poco a decir verdad, pero el tenerte conmigo hace que entre en calor -dijo mientras no paraba de caminar, - bien ahora ya te voy a quitar la venda de los ojos y te daré tus lentes para que puedas verlo -fue quitando la venda con cuidado para no lastimar la tersa piel de su pareja, al colocarse delante suyo le puso las gafas para que pueda visualizar a la perfección -bien, espero que te guste amor y... Feliz navidad -se apartó de la vista del azabache, dejándole ver una cena bajo la nieve, claro que estaba con un campo para que no cayeran los copos a su comida y velada -oh... esto no me lo esperaba - comento el menor mientras se iba acercando, - no comas ansias cariño, todavía falta - el rubio chasqueo los dedos para que sonara una hermosa melodía mientras unas hadas iban apareciendo con un poco de polvo dorado mientras bailaban alegremente alrededor de la pequeña mesa que estaba allí -¡Draco! ¡Esto es fantástico! - dijo el azabache viendo completamente todo el panorama.

El brillo del polvo de hadas se reflejaba en los lentes del menor, las pequeñas nubes de vapor salían de su pequeña boca, mientras que el frio hacía que sus mejillas se tornen un poco rojas, el rubio lo vio con tanta devoción, era ver como a un niño pequeño, viendo algo por primera vez, con esa gran fascinación que podía verse en sus ojos verdes, se acercó lentamente con cuidado a su pareja y tomo su mano - acompáñame en esta hermosa velada, Harry - el tono tierno que utilizo en su nombre hizo que el corazón de Harry derroche pura felicidad y con una pequeña sonrisa en labios se acercó a tomar su mano -sí, vamos a disfrutar nuestra velada, bajo la nieve y el polvo de hagas - se encaminaron a tomar asiento en la pequeña mesa que los esperaba.

La comida y la música eran las favoritas de Harry, el toque de las hadas le hacía recordar a ese cuanto que escuchaba a sus amigas de la niñez, - muchas gracias, por este obsequio -dijo el oji-verde mientras bailaba bajo las estrellas con una pequeña lluvia de nieve y polvos dorados -el mejor obsequio, es poder estar a tu lado, te amo Harry - se acercó a brindarle un cálido y tierno beso.

832 palabras

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Realmente espero que sí, sé que quizá no está perfecto, pero lo hice de corazón para ustedes, los quiero demasiado y espero que la hayan pasado de maravilla con sus seres queridos.

Nos vemos en el siguiente capitulo.

𝓝𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓪 𝓓𝓲𝓬𝓱𝓪|| DRARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora