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— ¡Detective Naomasa! ¡Hemos descubierto como atrapar a Dabi! — Gritó un oficial entrando al despacho del detective, este lo miró con una ceja levantada.
Tsukauchi agarró la carpeta que el oficial le había dado y este seguía hablando.
— Dabi tiene un hermano menor en Musutafu, podríamos traerlo hasta aquí y Dabi se entregará para proteger a su hermanito menor. — Explicó el policía. Tsukauchi abrió los ojos. Era un plan muy bueno.
— Bien, intentémoslo. Vayamos mañana. — Tsukauchi cerró la carpeta y miró al oficial, tal vez funcione.
Izuku estaba horneando un lindo pastel para Tōya, lo estaba decorando con glaseado turquesa cuando escuchó el timbre de su casa.
— ¿Quien es? — Preguntó Izuku sin abrir la puerta, mientras se lavaba las manos.
— Soy Dabi. — Dijo Hitoshi al otro lado de la puerta ocupando su máscara.
Izuku alzó una ceja, su hermano siempre le decía la clave, que era "Tōya Todoroki" así que fue tranquilamente a la caja fuerte que había al lado de la puerta y sacó un arma de defensa personal que Tōya siempre le decía que debía usar si alguien intentaba hacerle daño.
— S-Señor, ¿quien es? — Preguntó nuevamente, no le gustaba utilizar mucho la violencia.
— Es un chico listo. — Dijo Shōta, uno de los tantos héroes que habían allí, antes de tomar un megáfono y hablar otra vez. — ¡Somos la policía y héroes de Japón, abra la puerta! — Gritó.
— Lo siento señor policía, no me dejan abrir la puerta por mi seguridad.. — Izuku temblaba, en sus manos yacía la arma cargada.
En solo un segundo Cementoss derrumbó la puerta. Izuku apuntó la metralleta al tipo que le doblaba la altura.
— A-Aléjese! — Gritó Izuku con miedo, cargó la arma y tenía el dedo en el gatillo listo para disparar si alguien hacia algún movimiento.
— Wow, pequeño arbusto baja esa metralleta, por favor. — Dijo All Might. Izuku con algunas lágrimas en sus ojos por el susto.
— No hasta q-que me digan que no me harán nada.. — Susurró.
— Bien, no te haremos nada. — Izuku los miró antes de bajar la arma al piso. — Debes venir con nosotros. — Dijo, y Shōta se acercó cautelosamente al menor.
— ¿P-Porqué? D-dijeron que no me h-harían nada.. — Empezó a llorar por el miedo.
— Si no estás involucrado no haremos nada contigo más que enviarte a un orfanato. — Enji se cansó del mocoso que por alguna razón se le hacía familiar y de un golpe lo noqueó para llevarlo a la comisaría.
. . .
— ¡Donde mierda está mi hermano malditos héroes! ¿¡Donde quedó el puto acuerdo de no tocar a los familiares!? ¡Mentirosos de mierda tramposos de pacotilla! ¡Suelten a Izuku si no quieren que mate a tod- — Shōta se despegó el teléfono de la oreja, aunque no colgó.
— ¡Los voy a denunciar con la policía judicial de Japón! ¡Izuku es menor de edad y estoy seguro que ellos tendrán más juicio que ustedes malditos héroes de mierda tramposos! — Dabi estaba hecho furia, se suponía que los villanos y los héroes tenían un trato, nada de tocar a las familias, la estaba pasando horrible.
Izuku no la pasaba mejor, estaba en el edificio donde los héroes hacían sus juntas, estaba esposado y los trabajadores y héroes de allí lo trataban mal. Lo miraban raro y con una horrible sonrisa en sus rostros. Incluso uno llegó a golpearlo porque no se callaba.
A Shōta le llegó otra llamada, la contestó de inmediato.
— Hola, buenas tardes. Nos informaron que ustedes tienen a un menor de edad en un caso de captura de villano, por lo cual deben venir a visitarnos para ver en qué condiciones está. Si no vienen el menor va a ser devuelto a su tutor legal, su hermano Tōya Todoroki. — A todos se les cayeron los colores del rostro, dirigiéndose amontonados a la habitación donde estaba el chico lindo, o bueno, lindo e inocente a ojos de muchos héroes mal de la cabeza.
Izuku miró la puerta ser abierta, de inmediato se quejó del dolor que tenía en el ojo que había sido golpeado y también su mejilla con una marca roja.
A ningún héroe le importó la opinión del chico, solo querían llevarlo a la policía judicial para que les dieran aprobación.
Llevaron casi arrastras al pequeño y lindo chico. Una vez dentro un asistente los atendió de inmediato.
— Si me disculpan, tengo que hablar con el menor, depende de su opinión si podemos dejarlo bajo su custodia. Vamos, pequeño. — Con una pequeña sonrisa el asistente se ganó la confianza de Izuku, quien fue de inmediato a su lado. — Ya volvemos. — Dijo el policía perdiéndose entre los pasillos.
Todos los héroes se mordían las uñas del desespero ¿que tanto hablaban? Ellos eran héroes, obviamente podían cuidar del pequeño y lindo chico.
Vieron llegar al policía y a Izuku, este fue transferido a otra habitación mientras que el asistente venía hacia ellos.
— ¿Es enserio? Izuku es un menor de edad y se les ocurrió golpearlo. — Todos hicieron una cara de asombro. — Si, Izuku estaba golpeado y con moretones, dijo que ni si quiera le explicaron porqué se lo llevaron, ¿Saben al menos que es un derecho humano saber las razones de un arresto? — La sala de espera quedó en silencio. — Ustedes están sentenciados una orden de alejamiento de cinco años a Izuku Midoriya Todoroki y a Tōya Todoroki.
Todos los héroes quedaron sorprendidos al escuchar el apellido Todoroki. El más sorprendido era Enji, ¿ese bello joven era el hijo que había abandonado? ¡Era un estúpido! El podría haber asegurado un lineaje incluso mejor que el de Fuyumi, era un idiota.
En eso, vieron con los ojos abiertos como Dabi caminaba como si nada con su hermano al lado hasta la salida, Izuku tenía algunas curitas en el rostro, signo de que lo habían lastimado, cosa que a Dabi no le hizo ni una pizca de gracia.
Al pasar por el lado de los héroes puso la mejor de las sonrisas, aunque su mirada decía todo lo que su boca no podía.
"Gané de nuevo, héroes."
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