Lucía.
Maldito bombero arrogante y prepotente.
Gruño con molestia al ver que el juego de los Yankees, ha terminado y que los malditos azules han resultado ganadores, pero lo que más me causa más molestia junto a un conflicto, es la sonrisa estúpida en el rostro de Cole.
Sin contar que he perdido la maldita apuesta con respecto a su dichosa cena.
¿En qué estaba pensando al momento de aceptar?
Eso pasa cuando el ego de una italiana se pone a competir con otro igual de subido como el de Cole, eso pasaba cuando dos italianos que son seres sumamente arrogantes por naturaleza, se ponen a competir.
Uno termina siendo el ganador con el ego en las nubes mientras que el otro, se queda en una molestia profunda como la que estoy sintiendo ahora, pero tengo algo más de conflicto con la cuestión de que dejé que este bombero imperioso terminara pagando cada cosa que consumí, durante todo el juego.
Una rara molestia se propaga por mi cuerpo pero al mismo tiempo, se sentía extraño de una manera agradable que alguien no se rindiera cuando le dije que no era necesario. Admito que la insistencia de Cole, no es molesta, no cuando me hace ver que sus intenciones no son malas para joder y que al menos, el uno por ciento de la población global en todo el mundo no es tan mala.
Creo.
Mi curiosidad hacia él, sigue creciendo a un nivel que no esperaba pero no es que indague sobre ello, tampoco. Simplemente, es cuestión de paciencia a que se dé cuenta por sí mismo que definitivamente, no soy la mujer que quiere a su lado y que definitivamente, no le convengo que esté a mi alrededor.
Soy el significado de los problemas y la destrucción, las consecuencias de mi sombras en el pasado me persiguen cada vez más, todo lo que he construido amenaza con desmoronarse para perturbar mi paz.
No quiero más daños colaterales de los que me han tocado.
Así que...
Paciencia, Ricci.
Solamente, necesitas esperar a que el bombero arrogante e imperioso se dé cuenta que eres la villana de la historia y se irá de tu vida.
Como todos los demás.
Frunzo ligeramente cuando un pequeño sabor amargo se me asienta en el estómago ante la posibilidad de que Cole Mancini, deje de molestar en mi vida con su rara personalidad que ha despertado mi curiosidad.
Raro.
No pienso indagar sobre ello, entre menos me involucre de manera emocional o afectiva con el bombero, mejor para ambos.
Un golpe en mi frente me saca de mis pensamientos, mientras una risita burlona resuena en mis oídos. Parpadeo para aclarar mi cabeza de las emociones confusas que está recibiendo por los hechos de los últimos días.
—Tierra llamando a la mariposa irritante y perdedora—
Resoplo con falso desagrado para rodar mis ojos, Cole se ríe de mi reacción antes de palmear mi hombro de forma falsa, como si me estuviera dando un consuelo por que los Red Sox, hubieran perdido.
Justo ahora, tenían que perder, cabrones rojos.
Arqueo una ceja hacia el bombero arrogante, su sonrisa se amplía al ver que le saco mi lengua en señal de represalia y no puedo evitar reírme también por lo bajo, casi entre dientes.
—Me pregunto, ¿en qué estabas pensando para irte a Irritalandia con tus súbditos?—
—¿Que hace creer que serían mis súbditos?—
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Ardiente Tentación
Художественная прозаAmores Tentativos #2 Secretos. Un pasado sin concluir. Rencores. Prejuicios. Sangre. Esa es la definición de Lucía Ricci, una de las mejores asesinas de Élite en el gobierno. Su vida al igual que la de todos los asesinos de su rango es un misterio a...