Capítulo 25

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Cole.

Hoy es un buen lunes.

Y la sonrisa en mi rostro, reafirmaba el hecho de que mi fin de semana había sido algo increíble para tener la sonrisa en mis labios mientras que los recuerdos se reproducen en mi mente, pero todos terminan en un solo objetivo.

Miel.

Los ojos miel de la pequeña mariposa que durmió todo el fin de semana conmigo.

Joder, hace un buen tiempo que no me sentía así de renovado de energía.

Silbo por lo bajo una vieja melodía italiana que solía cantar con mi padre, mientras que entro con paso enérgico hacia el cuartel y la primera persona a la que me encuentro es Noah, asiente en mi dirección con una sonrisa amable.

—Capitán Mancini, buenos días—

—Buenos días, candidato— respondo en tono amigable, el chico me agrada a pesar de que suele regirse mucho a las reglas, pero, no es nada que pueda manejar. Noto las herramientas en la mesa de la bomba #44— ¿Mantenimiento a las armas?—

—Así es, el teniente Jackson, me pidió que les diera una revisada al menos una vez al día. No sabemos qué día puede caer Villin, a hacer su inspección—

Asiento en comprensión, un pequeño suspiro pesado sale de mis labios antes de bajar un poco mis hombros y hago una mueca, dándole la razón.

Nunca sabías qué esperar del subjefe y comisionado de bomberos Cooper Villin.

Aunque, había algo que sí podía esperar de él con tanta seguridad.

El recorte de gastos de cada mes.

—Buena idea de Jackson, al pedirlo—

—Lo sé, ¿cree que el siguiente mes podremos llevar a cabo la idea?—

Pienso por un par de segundos, haciendo cuentas mentales de los últimos gatos del mes y de los que vendrán, más aún, no me confío al cien por ciento, para que nuestro presupuesto se mantenga estable, depende completamente de la nueva inspección de Villin.

—Sí las cosas salen bien con la inspección, podremos conservar los mismos números que el mes pasado, Fox. Sin embargo...—

—No es una garantía— termina por mí, sus bajan al igual que los míos en cierto cansancio y frustración— bueno, mejor, no me hago ilusiones...—

—No estemos seguros, Noah—

—Lo sé, pero llevo más de un año en la estación y es fecha que Cooper Villin, no suelta un centavo más para nosotros de la #37— masculla por lo bajo, asiento en comprensión a su frustración— ¿Sabe que los de la #59 tienen un refrigerador nuevo desde hace un mes?— arqueo una de mis cejas en sorpresa, no sabía eso— me reuní con mi hermano anoche, me lo dijo y que fue un regalo amigable de Villin. Cuando...—

—Cuando a nosotros nos recortan cada vez más el presupuesto cada mes y los mantenimientos, comienzan a ser insuficientes algunas ocasiones— termino por él, asiente— desgraciadamente, ninguno de nosotros tiene la culpa de que Villin, tenga una enemistad con el jefe Stone, solo por que no fue asignado a la #37 de forma permanente como jefe—

—Es una mierda—

—Lo sé, candidato—

Entonces, veo como Noah levanta la mirada al techo de la estación mientras alza sus manos en una señal de oración.

—Dios, soy yo de nuevo— me río por lo bajo ante su dramatismo— de casualidad, ¿tendrás a alguna alma caritativa, millonaria y bondadosa que no le importe donar unos cuantos millones de su cuenta bancaria para darnos un lugar de trabajo decente? Me lo debes, ¿sabes? Por poco, un trozo de techo casi me rompe la cabeza cuando me estaba duchando después del incendio de anoche—

Ardiente TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora