Cole.
Tres días atrás.
Detengo mi auto frente al edificio de apartamentos donde viven los Morgan, luego de que Luke y yo, tuviéramos nuestra "cita" con el almuerzo y el cine, donde prácticamente nos hicimos pasar por una pareja gay a la cual, miraban con mucha ternura que me causaba gracia.
Recordatorio: no volver a salir a solas con Luke.
Ni siquiera debería sorprenderme el hecho de que haga estas escenas ridículas, cada vez que salimos solamente nosotros. Después de más de quince años de amistad, te acostumbras al hecho de que a Luke, le suele faltar un tornillo característico de la familia Morgan.
—¿Quieres quedarte a cenar?— su voz, me saca de mis pensamientos.
—Depende, ¿cocinarás tú?—
Revisa la hora en su reloj de muñeca, eran pasadas las siete de la noche. Literalmente, nos hemos perdido en el cine durante un buen rato, no solamente vimos El amor del Zar, también vimos la dichosa película que Luke quería ver.
La cuál resultó una total decepción para el teniente Morgan.
En vez de dar terror, resultó ser más cómica y aburrida que las tres películas del Conjuro, Anabelle e It, el payaso.
No es que sea fanático de las películas de terror, dado que no soy tan creyente de las cosas paranormales, diabólicas o satanáticas, me suelen causar mucho aburrimiento.
No puedo decir lo mismo de Luke, le encantan demasiado las películas de terror y su pasatiempo favorito, es asustar a su hijastro con dichas películas hasta hacerlo llorar. Dado que el chico tiene una mentalidad como de un niño de ocho años, no suele llevar muy bien las películas de terror.
Y Luke, suele ser demasiado malvado con él algunas veces, solamente por diversión.
Razón por la cual, Irina lo termina echando de su habitación por ello.
Hago que mi cerebro se desconecte un momento de mis pensamientos, para concentrarme en Luke.
—Viendo la hora, lo más probable es que Irina ya esté en casa. Suele llegar a las seis del trabajo, para hacer la cena— responde, asiento— entonces, ¿te quedas a cenar, nene? Para no levantar las sospechas de mi esposa, el hecho de que me has follado el culo desde las diez de la mañana—
Me río de buena gana, niego divertido.
—No tienes llenadera, Morgan—
—No cuando se trata de ti, nene— golpeo su brazo, nos reímos— pero anda, vamos a cenar y después, volvemos a nuestra vida de inválidos por nuestras licencias médicas—
—Sí, Irina, no tiene problema...—
—Sabes que siempre eres bienvenido a nuestro apartamento, Cole— responde con seguridad, sonrío de lado— anda, vamos. Veamos que ha hecho mi esposa de cenar, estoy que me muero de hambre—
—Cabron, te comiste dos órdenes de nachos y dos hot–dogs, tamaño jumbo—
—Y no me fue suficiente, Mancini—
—Maldito tragón, si mis cuentas bancarias sufren a final de mes. Será tu culpa, Morgan—
—Te lo recompensaré, nene— me guiña el ojo— claro, cuando te lastimes de nuevo alguna parte del cuerpo que te deje tiempo libre para mí—
—¿Sabes que siempre eres mi última opción, cariño?— inquiero en burla.
—Oh, claro que lo sé— bufa con falsa indignación— me tienes un reemplazo bien bonito y venenoso. Te he dado casi veinte años de mí y no ha sido suficiente, ¿qué más necesitas de mí, eh? ¿Que me mate cortándome la yugular?—
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Ardiente Tentación
Ficción GeneralAmores Tentativos #2 Secretos. Un pasado sin concluir. Rencores. Prejuicios. Sangre. Esa es la definición de Lucía Ricci, una de las mejores asesinas de Élite en el gobierno. Su vida al igual que la de todos los asesinos de su rango es un misterio a...