destinado a amarte ; yoonmin

♡┆capítulo 04: reencuentro de una vieja amistad.

El alfa peli naranja entra al edificio como siempre, a la misma hora de todos los días, pero sin duda algo se siente diferente para él.

Yoongi pasa su tarjeta marcando la entrada, recoge su termo de café y es cuando se da de cuenta que es lo que sucede. Hay personas que lo miran de manera nada disimulada mientras cuchichean, otras con desprecio (nada nuevo). Yoongi trata de recordar cómo va vestido ¿Tiene algo malo encima y no se ha dado cuenta? ¿O vino de nuevo con la camisa rota?

El alfa se sonroja, pero no baja la mirada buscando algún defecto en su ropa, simplemente suelta un suspiro derrotado y frunciendo el ceño, decide tomar el camino por las escaleras para llegar a su cuarto de descanso. Así no lidia con más miradas.

Coloca su bolso en el suelo junto a su café y comienza a buscar la llave para abrir en el momento que unos enormes zapatos brillosos se cuelan en la vista del alfa.

—¿Puedo ayudarlo en algo?

El peli naranja se levanta con una sonrisa.

—¿Así que tú eres el alfa que sale con Jimin? —pregunta el tipo alto, casi tan pálido como Yoongi, de cabellos castaños y un pequeño lunar debajo de su ojo derecho. El peli naranja inhala un poco de aire; pomelo y algo que pica en la nariz de Yoongi le hace saber que es un alfa también.

—No creo que eso deba importarte, Daniel —responde Jimin apareciendo por el pasillo, le da una mira mordaz al alfa de enfrente—. Fuera.

—Ah, siempre siendo tan territorial. —suelta con una sonrisa falsa.

—Y tú tan metiche. Lárgate.

—Como ordene su alteza.

El alfa, Daniel le da una sonrisa burlona y se da la vuelta para irse.

Yoongi parpadea extrañado ante el intercambio de palabras de los dos chicos, pero no dice nada y solo ve al alfa desaparecer por el pasillo. Jimin lo estaba defendiendo, piensa con gratitud Yoongi y luego siente su corazón agitarse. El omega se acerca con una sonrisa y hace una reverencia al alfa.

—¿Cómo estás, hyung?

—Bien, Jimin-ssi —abre la puerta y se hace un lado para que el pelinegro entre—. ¿Cómo amaneces tú?

—Bien. ¿Estás usando el teléfono? Estaba llamándote, pero se desvía la llamada y tuve que venir a comprobar que estuvieras bien. —el omega hace un puchero y Yoongi sonríe sintiendo sus orejas calentarse. Jimin le parece extremadamente lindo.

—O-oh, lo metí en algún lado del bolso —explica—. Ayer me puse a utilizarlo para tratar de adaptarme y no creo que lo haga.

—Todo a su tiempo, ya verás.

El omega recibe el celular que el alfa le ofrece y comienza a revisarlo cuando el alfa le dice que no suena, le explica otra funciones básicas durante unos minutos y seguidamente le pide que repita el mismo proceso.

—¡Vaya! Tu memoria es realmente buena. —el omega aplaude con una sonrisa.

—Gracias.

—Bueno, me debo ir. Pero quiero que almorcemos juntos otra vez, ¿puedes?

—Ah. Sí.

—De acuerdo, te veo en la oficina del presidente a las doce en punto. ¡No llegues tarde! —dice el omega saliendo del cuarto y el alfa solo se queda sentado oliendo el aroma que dejo Jimin en la habitación.

→ ☆ ←