♡┆capítulo 09²: reunión entre amigos.

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Jimin mira el viejo edificio donde estaciona su chófer, es de apenas cinco pisos si contamos la azotea; sin embargo, el lugar se ve decente. El omega piensa en que lo único malo; es la ubicación, se encuentra muy lejos de las paradas y el metro, y sin contar la colina que el alfa debe subir a pie todos los días.

Llama al número del Yoongi y este le contesta al segundo con un ya bajo, Jimin-ah. Solo espera unos segundos cuando lo ve bajar por las escaleras, su cabello naranja está peinado hacia atrás, un suéter grande negro con cuatro rayas blancas y pantalón de jean azul desteñido, roto en las rodillas y los zapatos que el omega le regaló. Jimin cree que se ve bastante guapo.

¿Cómo se ve guapo sin siquiera esforzarse? Baja la ventana del auto y sacude la mano como saludo.

—Hyung.

—Jimin-ah. —el alfa sonríe, mostrando sus dientes y encías.

—Entra, por favor —empuja la puerta, moviéndose hacia el otro extremo del asiento, dándole espacio a Yoongi para que se instale cómodamente y Jimin sonríe, sintiéndose ansioso para oler el aroma de la manzana verde y leche de coco.

No puede olerlo, de nuevo. El omega frunce el ceño cuando las feromonas del alfa no llenan el pequeño espacio del auto.

—¿Por qué no puedo oler tu aroma, alfa? —susurra Jimin en voz baja.

Yoongi le lanza una mirada al modelo y, aunque, este parece distraído el alfa decide responder.

—Estoy usando inhibidores porque mi calor se acerca y mi aroma se vuelve un poco loco. —explica con una sonrisa tímida.

—¿Uh? —pregunta el pelinegro, la confusión escrita en su rostro.

—Preguntaste por qué mi aroma no huele.

Toda la cara de Jimin se vuelve rosa al instante mientras se encoge en su asiento, sus ojos se posan en todas partes excepto en el alfa.

—Oh, se supone que había pensado eso. No quise ser metiche, lo siento.

—Está bien, no tengo problemas con hablar sobre eso. —se encoge de hombros y Jimin asiente.

El auto rueda unos minutos más hasta que se detiene frente al restaurante donde cenaran con los chicos, aunque el plan del omega era ir a otro lugar, tampoco quería seguir exponiendo a Yoongi.

—Usa esto hasta que estemos adentro del lugar. —le extiende unos lentes oscuros y una mascarilla

Jimin es el primero en bajar, lo hace con la misma elegancia de un bailarín y se coloca unos lentes oscuros por encima de la máscara. Mientras Yoongi se desliza sobre el asiento para bajarse y, sin embargo, todo su cuerpo se congela cuando mira al frente, en dirección a Jimin. No había notado como iba vestido el omega por la oscuridad dentro del auto, pero...

Se veía deslumbrante, con su camisa blanca impecable y dos botones sueltos, la prenda estaba fajada dentro del pantalón negro y un cinturón pequeño, el bolso colgaba de lado y un par de zapatos bien pulidos. Todo se combinaba con la cadena que reposaba en el fino cuello y dos aretes redondos simples.

Discreto, pero elegante y sin duda, caro.

Ahora el alfa entendía por qué Jimin era tan famoso y no era que dudaba del profesionalismo del menor, pero sabía que la belleza del modelo también influía en la popularidad.

El omega avanza con pasos confiados hacia la entrada del lugar, Yoongi se apresura en cerrar la puerta y seguirlo, en silencio. Cuando está adentro del lugar, una suave música lo envuelve, las voces de los comensales es amortiguada por la misma melodía y el resonar de los cubiertos con la cerámica de los platos. Algunos le dan una mirada mientras pasan entre las mesas, pero no duran más de un par de segundos.

destinado a amarte  ; yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora