Pizza delivery ᴳʰᵒˢᵗᶠᵃᶜᵉ/ˢᵗᵘ ᴹᵃᶜʰᵉʳ

Epílogo

Un año más tarde...

Tener que ordenar pizza como excusa para tan verlo ya no era necesario, desde que sus sentimientos fueron revelados y se volvieron pareja podía tranquilamente ir a la casa del otro, aunque eso si, hubo un tiempo largo en el que tuvieron que mantener su relación en secreto por petición de Clark, se sentía inseguro al inicio, tenía miedo que la gente lo juzgará por su sexualidad o que lo llamen oportunista, porque prácticamente había comenzado a salir con Stu tiempo después de que su novia sea asesinada por este mismo, pero ese era un tema que todavía no hablaría con su pareja, volviendo a lo otro, Stu se había encargado de evitar que esos pensamientos pesimistas inunde la mente de su novio, no quería que se pusiera mal por culpa de los comentarios de terceros, tan sólo quiere su felicidad, aunque tal vez en un inicio no hizo muy bien esto, mató a sus únicos dos amigos, pero no negaría que lo prefería así, con el italiano tan sólo para él.

Por otro lado, tanto Billy como él seguía con sus andanzas, seguían asesinando, aunque ahora sólo mataban personas al azar, sin un patrón aparente para que la policía no los descubra, aunque presentía que eso pronto sucedería, había un detective que los tenía en la mira desde hace bastante tiempo, tan sólo sabía que se apellida Schulz y que era alemán, y que tenía una mirada de loco psicópata.

Sacudio su cabeza para dejar de pensar en ello, debía de concentrarse en el ahora, se encontraba parado frente al espejo ve su reflejo, asegurándose de que todo estuviera en orden. Esta tarde tenía una cita con Clark, iban a ver al cine una película que se había estrenado hace unos días y tenian muchas ansias de verla: Se lo que hicieron el verano pasado, tan sólo el nombre de la película ya sonaba prometedor, aunque por poco que no consiguen entradas, de otra forma tuvieron que haberse conformado con ver Hombres de negro, que según tenía entendido, trataba de aliens.

Sobresalto al escuchar la bocina de la motocicleta de Clark, por dios, como odiaba esa cosa y mucho más al moreno cuando conducía en ella, siempre aceleraba al fondo, manejaba rápido por las calles poco transitadas de Woodsboro, despreocupado, y en ocasiones lo había visto hacer maniobras algo arriesgadas, lo peor de todos que muchas de ellas las hacía sin tener el casco puesto, se arriesgaba demaciado, pero por suerte en esta ocasión si había traído casco para los dos, algo que no pasa muy seguido, porque el señorito se olvidó.

Tomando su sudadera bajo a recibir a su lindo y bajito novio, joder, era inevitable no sonreír al verlo con ese remeron de Ac/Dc y esos jeans rasgados que hacían que sus piernas se dieran a relucir, y estaba casi seguro que hacían destacar ese trasera angelical que su novio se carga, se veía tan lindo, con todo su cabello alborotado, más de lo que ya está.

-Oh por Dios, Clarence Brianchi-dice su nombre completo inconscientemente-, ¡Te vez jodidamente increíble!

-Gr-Gracias-dijo titubeante, rojo a no más poder por las palabras dichas- ¿Vamos?

-Si.

Sin duda todo era increíble en su vida, no podía desear nada más en ella, tenía el mejor novio que podía desear, carismático, lindo, dulce, amable, interesante por donde lo vea, y super, super sexy. Estaba locamente enamorado de ese chico y ese era algo mutuo, lo cual hacía todo todavía mejor, y como cereza del pastel había salido librado de un crimen gracias a él, ¿Qué otra cosa podría desear?

-Ya entramos, ¿O te piensas quedar allí parado viéndome como un bobo? -bromea el moreno, sacándole de sus pensamientos, dándose cuenta de como ha habían llegado- ¿Stu?

-Te amo, Clark-dice.

Aquello sorprendió al muchacho, pero esa sorpresa desapareció, y en su lugar una dulce sonrisa aparece en sus labios-Yo también te amo, Stuart.

[FIN]